Esta no es la primera vez que la ensayista visita Argentina. El año pasado, en el marco de la Feria de Editores, presentó su último libro Pasión por la ignorancia, donde analiza cómo la negación y la ignorancia juegan un papel fundamental en nuestra vida cotidiana, así como también en instancias como la pandemia y la guerra, además de explicar por qué a veces la angustia pareciera no encontrar tope. Sus libros fueron traducidos a quince idiomas y, en Argentina, Ediciones Godot ya publicó Angustia, El placer de la transgresión y La tiranía de la elección.
Salecl participa de la Residencia de Escritores que organiza el departamento de Literatura del Malba, una iniciativa que ofrece a autores extranjeros la posibilidad de vivir cinco semanas en Buenos Aires, mientras que el próximo viernes a las 18.30 será parte del Festival de Literatura Internacional de Buenos Aires (Filba) con su presentación en un panel que bajo la consigna El resquicio de lo humano se interna en la cuestión de cómo los algoritmos y el mercado acechan la subjetividad,
Nacida en 1962 en Eslovenia, Salecl es también investigadora y teórica jurídica. Trabaja en el Instituto de Criminología de la Facultad de Ljubljana y es profesora en el Birkbeck College de la Universidad de Londres. Todos los años da clases en la Facultad de Derecho Benjamin N. Cardozo en Nueva York sobre psicoanálisis y derecho y también dicta cursos sobre neurociencia.
La ensayista es polifacética y tira de un hilo hasta agotarlo en diversas reflexiones, todas igual de agudas. En Pasión por la ignorancia parte del concepto de ignorancia para hablar de nuestro vínculo con las redes sociales, con el sistema mediático, las redes sociales y las plataformas. También pone en relación la genética con las enfermedades, explica cómo la ignorancia puede ser una aliada en los vínculos amorosos y de qué manera aprendemos en la actualidad.
En esa obra cuenta además que su abuelo paterno fue asesinado en 1946 por el comunismo y este tema era tabú en su familia. Aún se desconoce el paradero del cuerpo y ella se presenta en el libro como la primera en lidiar con este trauma familiar, ya que sus padres (que ya fallecieron) tuvieron que ocuparse de sobrevivir y seguir adelante.
La historia resuena con lo que ocurrió en la Argentina durante la última dictadura militar en la que hubo desaparición forzada de personas, y donde muchas familias siguen buscando los huesos de sus seres queridos. «Estoy muy interesada en lo que ocurrió post dictadura y qué sucede con la memoria acá y en Chile. También me interesa el negacionismo, la ignorancia y cierta ceguera política sobre lo que pasó», señala Salecl.
En Pasión por la ignorancia establece que se recolecta más información de las redes sociales que del conocimiento científico o de profesores. La filosofa lo explica de esta manera: «Las redes sociales han cambiado nuestra relación con la información y con el conocimiento. Nos traen mucha información importante que de otra manera necesitaríamos mucho tiempo para buscar y muchas cosas están disponibles pero todas al mismo tiempo.
A su vez, todo el tiempo estamos llamados a sacar nuestras propias conclusiones sin importar qué. Tenemos la impresión de que cada uno de nosotros es capaz de llegar a un nivel muy alto de entendimiento de algo, que es la razón por la cual llamé a este fenómeno la «ikeaización» de la sociedad. Hay muchas personas en mi país que actualmente no quieren vacunar a sus hijos, aunque científicamente fue probado por décadas que es útil, que es beneficioso para un individuo y para la comunidad para prevenir las enfermedades más comunes que atraviesan los chicos y chicas.
Sobre si esto se debe a una falta de curiosidad en la sociedad, Salecl explica: «En un punto podríamos decir que la curiosidad está funcionando distinto porque necesita cierto nivel de aburrimiento de las distracciones. Y hoy es muy difícil ser curioso durante un montón de tiempo porque tenemos tantas distracciones como en el pasado, cuando no teníamos internet y social media.
En algún punto, la pandemia es un trauma social. En principio, un montón de personas perdieron a sus seres queridos y muchas personas todavía están sufriendo problemas de salud como covid largo, problemas de salud mental (especialmente la juventud). Diría que la pandemia abrió una especie de caja de pandora de la sociedad de las desigualdades sociales y de las problemáticas del cambio climático.
En relación a cómo piensa que afectó la pandemia y cómo eso se combinaría con la utilización de las redes sociales, el uso excesivo del celular y la presencia constante en plataformas, la autora eslovena señala: «Nos afecta muchísimo. Atravesamos un largo periodo de aislamiento y para algunas personas todavía hoy es difícil socializar. Nos volvimos mucho más solitarios. En el tejido social algo cambió, las personas perdieron lazos emocionales y al mismo tiempo surgió una especie de individualismo que abrió camino a nuevas formas de agresiones.