“El trabajo del reportero gráfico es complejo porque abarca desde un partido de fútbol hasta un desfile de moda o un homicidio. Cuando uno va a hacer una nota, sale con la adrenalina del momento, pero nunca sabe con qué se va a encontrar. Siempre trato que la foto hable, que diga algo y sea acorde con el texto del periodista”, resumió el fotógrafo de El Ciudadano Juan José García sobre su oficio. García es uno de los seis reporteros gráficos locales seleccionados para ser parte de la 28ª Muestra Anual de Fotoperiodismo de la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina (Argra), que se inaugurará este jueves en Rosario tras su paso por el porteño Palais de Glace.
En esta edición de la exposición –que está organizada por Argra conjuntamente con el Sindicato de Prensa Rosario (SPR), el gobierno de la provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario– se exhibirán fotografías de seis reporteros gráficos de la ciudad. Se trata de Guillermo Turín Bootello, Juan José García, Francisco Guillén, Andrés Macera, Matías Sarlo y Franco Trovato Fuoco, todos de vasta trayectoria en medios locales.
Desde este jueves, a las 19.30, en el CEC (Paseo de las Artes y el río). La muestra podrá verse hasta el 24 de septiembre, de miércoles a domingos, de 17 a 21, con entrada libre y gratuita.
La exposición, conformada por más de 150 fotografías, propone un recorrido narrativo sobre los hechos más relevantes de 2016 en materia de actualidad, deportes, retrato, vida cotidiana, política, naturaleza, medio ambiente, artes y espectáculos. Por otra parte, es el resultado de una selección sobre más de tres mil imágenes presentadas, que estuvo a cargo de Diego Goldberg, Gabriel Rossi, Jazmín Tesone, Leo Vaca y Natacha Pisarenko, integrantes del comité editor.
“La muestra ofrece una posibilidad de ver fotografías de prensa en un contexto distinto al que se ve habitualmente”, opinó el fotógrafo Matías Sarlo en diálogo con El Ciudadano, quien además este jueves presentará un libro de fotografías. El reportero gráfico, que fue parte de la redacción de este medio, contó que uno de los fuertes de la muestra de Argra “está en conformar un canal directo” entre el fotógrafo y el espectador, “sin pasar por los medios (de comunicación)”.
Y completó: “En la muestra tengo una sola fotografía, que es parte de un trabajo que vengo haciendo, y que se llama «Familia Rural», donde puede verse a un chico en una chacra jugando”.
Una foto que habla por sí sola
Todos los años, los fotoperiodistas eligen los mejores trabajos de todo el país. Esa así como los referentes de Argra recopilan las imágenes, las seleccionan y organizan una muestra que empieza en Buenos Aires y luego gira por varias ciudades. Este año, una de las imágenes que encabeza la muestra es del fotógrafo de El Ciudadano Juan José García.
La foto fue tomada el 7 de enero del año pasado, y habla por sí sola. Retrata el momento en el que una mujer besa la mano de su pareja, un pibe de 19 años que acaba de recibir varios disparos.
Esa tarde, García estaba haciendo su trabajo de rutina cuando le avisaron de un tiroteo en la zona sur de la ciudad. Las primeras versiones hablaban de un ajuste de cuentas, de un sicario encapuchado y de 18 balazos.
“Cuando uno va a hacer una nota sale con la adrenalina del momento. Te dicen «hubo un homicidio» y vas al lugar sin saber si está el cuerpo o no, ni con qué te vas a encontrar”, contó el fotógrafo.
“Me acuerdo que ese día llegué al lugar y lo primero que encontré fue un auto baleado, pero decían que había un muerto y no estaba el cuerpo. Entonces, me agaché y vi al muchacho tirado contra la pared de una casa, sin la sábana que les ponen a las víctimas para taparlas. Me apuré, tiré un par de fotos del auto y di la vuelta para entrar del otro lado de las vallas policiales”, expresó.
“Justo ahí se acercó una chica al cuerpo, se sentó en canastita y empezó a llorar. Fue cuando enfoqué la cámara y empecé a disparar. En ese momento, ella le agarra el brazo, le acaricia la mano, se la lleva a la boca y le da un beso. Después, deja su brazo en el suelo y mira a dos policías que se le acercan, la levantan y se la llevan”.
“Más tarde –contó García–, me enteré que meses antes ese pibe había sobrevivido a tres balazos en el pecho y que su novia se había tatuado su nombre con la frase: «Vivo por ti y para ti»”.
Temáticas invisibilizadas
Una de las premisas de la muestra, según describen los organizadores, está en “brindar la oportunidad de exponer temáticas invisibilizadas para alentar el ejercicio crítico de la profesión y, al mismo tiempo, recuperar el espíritu de la primera exposición colectiva organizada en 1981, durante la dictadura militar, cuyo objetivo expreso era dar a conocer aquello que los medios no pueden (o no quieren) mostrar”.
Es por tal motivo que algunas imágenes que forman parte de la presente edición no fueron publicadas e, incluso, muchas de ellas fueron iniciativas documentales de los autores que no encuentran espacio para su difusión o publicación en los medios.
Una red de comunicación
Argra nuclea a más de 800 profesionales en actividad que se desempeñan en todo el país y el extranjero. Creada en 1942, la prestigiosa entidad consolidó su rol como referente del fotoperiodismo nacional y latinoamericano a partir del fortalecimiento de la organización, la construcción de redes de comunicación y trabajo, la defensa de los valores sociales y éticos de la práctica periodística y la difusión de la producción de sus asociados.
EL UNIVERSO DEL GAUCHITO GIL
Además de la publicación del catálogo de la muestra, Argra presentará en esta ocasión la edición más reciente de la colección de libros de fotografía de pequeño formato. Es así como se conocerá el libro titulado Gauchito Gil, del fotógrafo rosarino Matías Sarlo, que fue seleccionado de entre cientos de proyectos enviados desde todo el país. Todos los años se editan tres libros: uno con contenido de la Fototeca de Argra, otro donde se elige a un referente nacional y se edita un recorte de su trabajo, y finalmente una tercera edición, un concurso entre socios, donde Sarlo quedó seleccionado con su propuesta acerca del Gauchito Gil y su liturgia. “Trabajé durante bastante tiempo en el Santuario principal del Gauchito en Corrientes. Fui allí cada 8 de enero, desde algunos días antes, a fotografiar e investigar visualmente qué pasaba en esa celebración que es muy grande y que convoca a más de 250 mil personas por año”, confió el autor del libro a este medio.
