El juez Nicolás Foppiani dictó la prisión preventiva para L. I. T., de 46 años, por desobedecer la restricción judicial impuesta de acercarse a su ex pareja y a quien amenazó verbalmente y agredió físicamente, incluso barreteando la puerta de su casa para hacerlo en una de las ocasiones, que fueron cinco.
La interminable saga de violencia de género fue descrita por el fiscal Cesar Cabrera, de la Unidad de Flagrancia, quien imputó cinco hechos a L. I. T. El primero lo cometió el 6 de diciembre de 2018 aproximadamente a las 9.50 en avenida Eva Perón y Donado, en la zona oeste, cuando abordó a su ex pareja cuando salía de un cajero automático y le exigió dinero. Ella se negó y por lo que él la hostigó advirtiéndole que iría a su casa, acercamiento que el Tribunal Colegiado de Familia N°4 de Rosario le había prohibido más de un año antes, el 18 de septiembre de 2017, por violencia de género. Desafiando la orden judicial, esa misma mañana se hizo presente en el domicilio de ella, quien lo denunció y fue detenido.
Pero no se amedrentó por mucho tiempo: dos meses después, a las 2 de la madrugada del jueves 14 de febrero de este año, L. I. T. volvió a desafiar la restricción: se presentó en calle Matheu al 3500, frente al domicilio de su ex pareja y enfiló directamente a su casa: ella salió, discutieron y él le asestó una patada en el estómago. La consecuencia de la agresión fue una equimosis en región epigástrica para ella y una segunda denuncia para él por lo que hizo.
Y aún así, regresó: cinco días después, el 19 de febrero, volvió al domicilio de Matheu cerca de las 11, ahora con un fierro en la mano y amenazó a su ex. Ella escapó y se encerró en el baño para llamar a la Policía.
La paz de la víctima duró, esta vez, unos meses. Pero terminó el pasado 26 de noviembre, cuando L. I. T. volvió a Matheu al 3500 cerca de las 19.30 y entró en la casa barreteando la puerta con un hierro. Ella estaba junto a su hija y, desesperada, se encerró y llamó al 911.
Tres días después, éste viernes 27 de noviembre, él volvió a hacer lo mismo. La quinta violación a la orden de restricción la perpetró cerca de las 18.30, otra vez con despliegue de violencia que le valió la detención y la prisión preventiva: este lunes 2 de diciembre tuvo lugar en el Centro de Justicia Penal la audiencia en la que se acusó por todos los episodios a L. I. T. y se determinó que permanezca entre rejas.