El arco político, económico y social comenzó a preparar el terreno para un probable segundo mandato de Cristina Kirchner, el tercero de la misma estructura de poder, en el que asoman algunos nudos gordianos, especialmente en la economía.
La continuidad de la presidenta se decidirá el 23 de octubre, esto es dentro de casi dos meses, pero la contundente adhesión recibida en las primarias aplacó los ánimos proselitistas y dio la impresión de que todos miran más allá de esa fecha.
La oposición, siempre mal entendida como un todo compacto, se dividió en encuentros de catarsis y autocrítica, llamados a no perder el contrapeso necesario que ejerce en el Congreso y justos reclamos para evitar nuevas irregularidades en octubre.
También hubo algunos que entablaron un táctico acercamiento al gobierno. En este último grupo están Hermes Binner, Alberto Rodríguez Saá y Mauricio Macri. Los dos primeros, cuarto y quinto en las elecciones primarias, parecen haberse posicionado como las figuras renovadoras de la oposición en detrimento de Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde y Elisa Carrió.
Binner viene diciendo desde antes de las elecciones que el Frente Amplio Progresista que lidera no es un partido de oposición convencional y, de hecho, el socialismo acompañó algunas de las decisiones polémicas del Ejecutivo como la estatización de las AFJP o de Aerolíneas Argentinas.
En el caso de Rodríguez Saá, sorprendió este jueves su visita a la Casa Rosada, donde llevó el unánime reclamo opositor por la boleta única y dijo que no está “en la foto del oficialismo ni en la foto de la oposición”. Coronó el movimiento con fortísimas críticas a su ex aliado Eduardo Duhalde.
Macri, por su parte, no se reunirá con candidatos presidenciales opositores, dará libertad de acción a sus hombres del PRO y apoyará a sus postulantes legislativos y ejecutivos. Apuesta claramente a una mejor relación con la Casa Rosada.
Con el ánimo más alicaído, Duhalde se tomó unos días de descanso y a su regreso buscó arengar a su tropa, convencido de que el escrutinio definitivo de las primarias lo ubicará segundo y le permitirá cortarse como líder opositor.
Alfonsín hizo lo propio en el comité nacional de la UCR. Asumió la responsabilidad del resultado adverso y pidió pelear por el liderazgo de la oposición de cara a 2015.
El entramado radical es más complejo. Con peso territorial en provincias e intendencias, varios gobernadores y alcaldes buscan redes en otros candidatos para no ser barridos con un nuevo aluvión de votos del oficialismo en octubre. Son particulares los casos de Mendoza, Entre Ríos y La Pampa.
En lo que hay coincidencia plena del arco antikirchnerista es en la necesidad de avanzar en otra reforma electoral que implemente la boleta única. El miércoles tratarán el proyecto en la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados que preside la duhaldista Graciela Camaño. También irá a otras comisiones. El oficialismo no dará quórum y tratará de frenarlo.
El robo de papeletas de los cuartos oscuros es una práctica repetitiva y la boleta única será una solución en ese sentido, aunque en el fondo lo que se requiere es que los partidos políticos superen la dispersión actual, se fortalezcan y formen estructuras sólidas de fiscalización.
La agenda económica
Una secuencia de buenas y malas noticias en los últimos días genera cierta incertidumbre sobre la situación económica real y lo que se viene para el país.
Una baja del desempleo al 7,3 por ciento –el nivel más bajo desde 1992–, se combinó con una fuerte reducción del superávit comercial, debido a la necesidad cada vez mayor de importar energía, y la decisión de la consultora Moody’s de bajar la calificación al sistema bancario argentino. Además, la fuga de capitales aumentó casi un 50 por ciento en la primera mitad del año respecto del primer semestre de 2010.
En ese marco fue fructífera la reacción en bloque de la región ante la crisis internacional.
En una reunión extraordinaria en Buenos Aires, los cancilleres de la Unasur avanzaron en una respuesta común del sobre tres ejes: la desdolarización del intercambio comercial entre los países del bloque, la consolidación de una banca regional con el lanzamiento del Banco del Sur y la coordinación en el uso de las reservas propias.
Dentro de ese contexto, el gobierno llamó al Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil. Empresarios y sindicalistas comenzaron las conversaciones muy alejados en sus pretensiones, pero terminaron cerrando más cerca de lo que ofrecían los industriales, en el 25 por ciento de aumento.
Los hombres del gobierno presionaron para llegar a ese nivel por dos motivos: la crisis internacional, pese a que públicamente es minimizada, y la inflación. Así, la palabra ajuste, prohibida en el glosario oficialista, comienza a asomar.
Como trasfondo hay otra cuestión importante: la figura cada vez más debilitada de Hugo Moyano como titular de la CGT. Importantes fuentes oficiales señalaron que el alejamiento del líder camionero de la jefatura cegetista es un hecho pero a partir del vencimiento de su mandato en julio 2012. También está en riesgo su continuidad como titular del PJ bonaerense, aunque en principio seguirá hasta fines del año próximo.
En efecto, la inflación, la crisis internacional y Moyano son otras claves del próximo mandato.
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