El capo narco colombiano Ignacio Álvarez Meyendorff, quien cumplió una condena en Estados Unidos por tráfico de drogas y que en Argentina estuvo vinculado a la causa iniciada tras el denominado operativo «Luis XV», en el que se secuestraron 253 kilos de cocaína escondidos en muebles de estilo que iban a ser enviados a Europa, permanece retenido en el Aeropuerto de Ezeiza a la espera de que la Justicia resuelva si puede o no ingresar al país luego de que la Dirección Nacional de Migraciones se lo impidiera.
Fuentes de ese organismo conducido por Florencia Carignano informaron que el 23 pasado se impidió el ingreso a la Argentina del ciudadano colombiano, quien actualmente se encuentra retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Migraciones reafirmó la prohibición de ingreso de Meyendorff, ya que se había cancelado su residencia y ordenado su expulsión del territorio nacional con prohibición de reingreso permanente, y si bien esa suspensión no se encuentra firme, el organismo decidió no autorizar su ingreso al país, agregaron los voceros.
Tras el impedimento, el abogado de Meyendorff presentó un hábeas corpus ante el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, quien lo rechazó, razón por la cual apeló ante la Sala 1 de la Justicia Federal de La Plata, donde está aún pendiente de resolución.
De rechazar esa instancia judicial su ingreso al país, Migraciones dispondrá que el capo narco aborde el próximo avión con destino a Colombia, añadieron desde el organismo.
Meyendorff había sido detenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en marzo de 2011, cuando regresaba junto a algunos de sus familiares de unas vacaciones en Tahití, y dos años más tarde fue extraditado a Estados Unidos para ser juzgado por importación de cocaína, hecho por el que cumplió una condena de siete años de prisión.
La organización que integraba fue desbaratada en abril de 2012 en un operativo conocido como «Luis XV», en el que se secuestraron 253 kilos de cocaína escondidos en muebles de estilo que iban a ser enviados a Europa y Estados Unidos y estaban en dos galpones de la localidad bonaerense de Lanús.
Casi un año antes, en junio de 2011, se habían descubierto 444 kilos de cocaína en el velero «Traful», que había partido desde el puerto bonaerense de Berisso rumbo a Uruguay, pero sus tripulantes debieron abandonar por un desperfecto.
En ambos casos, se consideró que la banda era liderada por Álvarez Meyendorff.
En julio del 2016, el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata condenó a penas de entre 4 y 14 años de prisión a 9 de los más de 20 imputados que hubo por ambos operativos y también ordenó el decomiso de dos veleros en los que se transportaba la droga como así también de vehículos y propiedades.
En 2019, en tanto, 23 personas, entre ellas varios integrantes de la familia de Meyendorff, fueron condenadas a penas de entre 5 y 7 años de cárcel, tras un juicio oral en el que, además, se ordenó el decomiso de sus bienes por el triple de lo que supuestamente lavaron, que se calcula en alrededor de ocho millones de dólares.
Las penas del juicio fueron impuestas por el juez federal de La Plata, Nelson Jarazo, integrante del Tribunal Oral Federal 2, y la más alta, de 7 años de prisión, la recibieron dos de los hijos de Meyendorff, los hermanos Mauricio y Sebastián Álvarez Sarría.
Otro de los imputados que recibió esa misma pena fue María Francisca García Fernández, quien fue la primera contadora que la organización tuvo en la Argentina.
En tanto, el resto de los imputados, entre ellos la esposa de Meyendorff, Clara María Sarría Jiménez; la madre, Auria Meyendorff Caicedo; el marido de ésta, Jaime Moreno Álvarez; un hermano, Luis Álvarez Meyendorff; un sobrino, Guido Álvarez Correa; y dos nueras fueron condenados a la pena de cinco años de cárcel.