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“Importamos cosechadoras en el mayor cluster agrícola del mundo”

El paso del gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, por la redacción de El Ciudadano dejó varias definiciones picantes. En el mano a mano el mandatario volvió a cuestionar el modelo económico del gobierno nacional. Señaló que las pequeñas y medianas empresas (que son el motor de la provincia) son las que “están más complicadas”. Y también criticó que hoy se permita importar sembradoras y cosechadoras. “Está sucediendo eso en el lugar donde tenemos el mayor cluster de implementos agrícolas del mundo”, sentenció.

La elección de Luis Contigiani como cabeza de la lista de diputados del Frente Progresista para las elecciones legislativas nacionales, que este domingo tendrán su primera capítulo con las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso), no fue casual. El ministro de Producción santafesino fue desde el inicio de la gestión Lifschitz el funcionario más crítico de las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri.

Ese fue el eje sobre el que giró la campaña electoral, a la que en los últimos días se sumó el propio gobernador poniendo el cuerpo y “reforzando” las críticas. El mandatario dijo que las medidas que viene ejecutando Cambiemos golpean de lleno a la provincia.

Según Lifschitz, una de las fortalezas de Santa Fe es que “gran parte del empleo la generan las pequeñas y medianas empresas, tanto industriales, comerciales y de servicios. No tenemos empresas de gran magnitud, sólo las exportadoras que son multinacionales. Y esas pymes hoy son las que están más complicadas, sobre todo las del sector industrial”.

Una de los sectores más afectados es el metalúrgico. Según datos del gremio que los nuclea, alrededor de 3.500 trabajadores en Santa Fe –unos 1.500 de Rosario– dejaron las fábricas en los últimos dos años. Fueron despedidos, suspendidos o forzados a tomar retiros voluntarios, y se sintieron en el rubro automotor, las fundiciones, las siderúrgicas, la industria pesada y la línea blanca. Los conflictos más emblemáticos en la región se dieron en la fábrica de llantas Mefro Wheels, los talleres ferroviarios Rioro y los de Acindar en Rosario.

Para el gobernador el diagnóstico es claro: “Todo aquello que depende del mercado interno y el consumo no tiene chance de mejorar hasta que no se reactive la actividad económica. Solo se sostienen, y eso implica que achiquen de a poco el personal o el que hacía horas extras deja de hacerlas”.

Importación

El titular de la Casa Gris dijo luego que, en ese marco, “quizás” se “salvan” de la crisis las firmas vinculadas al sector “de implementos agrícolas. Hay algunas que están mejor que otras. Pero hay muchos rubros que están afectados al régimen de importaciones y esto continúa”.

“Se están importando sembradoras y cosechadoras en el lugar donde tenemos el mayor cluster de implementos agrícolas del mundo. Estamos dejando que vengan productos de otros lugares mientras que en Estados Unidos no dejan entrar los limones argentinos. Hay disparidad de criterios”, agregó.

La definición del mandatario va en línea con datos que recientemente entregó  la  Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), que en un informe dio cuenta de un fuerte crecimiento en las importaciones de maquinaria agrícola en lo que va del año.

Según la entidad, la comercialización de cosechadoras durante el primer trimestre de 2017 evidenció un alza interanual de 25%. Pero eso se dio “fundamentalmente por la expansión de los equipos importados, del 68%. Los equipos nacionales crecieron apenas el 8%”.

“Al primer cuatrimestre de 2017, las importaciones de equipos de cosecha treparon a un valor de 36,5 millones de dólares”, agregó el informe

En sembradoras, la comercialización de equipos de siembra se incrementó en el primer trimestre de 2017 el 24% interanual. “No obstante, en abril las importaciones de sembradoras ascendieron a 2,3 millones de dólares, mientras que las exportaciones sumaron 667 mil dólares”, precisó el trabajo.

Para Lifschitz la administración del comercio internacional debería poner el eje en la “conveniencia e intereses del país. No está mal importar, pero hay que ver que no perjudiquen a la industria local”.

“Si importamos productos industrializados tenemos que exportar productos industrializados, si no es muy mal negocio porque estamos importando trabajo chino, coreano, brasilero o norteamericano y exportamos sólo materia prima. Eso es lo que hay que repensar en la Argentina”, cerró el gobernador.

Una medida polémica

El gobierno nacional aprobó días atrás un nuevo régimen de importación de usados que abre las puertas a un ingreso masivo de una extensa lista de bienes y máquinas que va desde cosechadoras y tractores hasta veleros de competición y equipamientos médicos.

A instancias del Ministerio de la Producción, el presidente Macri suscribió el decreto 1205 por el cual se establece un nuevo mecanismo la importación definitiva de bienes usados a cambio del pago de aranceles que oscilan entre el 6% y el 28%.

Fabricantes de maquinaria agrícola y proveedores de equipos para la construcción advirtieron que los cambios normativos impulsados por Nación apuntan a beneficiar sólo a las grandes empresas con el riesgo de que la entrada masiva de equipamientos usados termine afectando en forma aún más negativa a las industrias y concesionarias locales.

El nuevo régimen facilita no sólo la importación de equipos completos y armados, sino que además permite el ingreso de piezas, componentes y hasta contenedores usados de cargas marítimas por considerarlos un “elemento indispensable para la actividad logística”.

Desde el gobierno dijeron que la medida responde a un pedido de los propios industriales, que necesitan mayor «velocidad» para reequiparse.

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