La Justicia rosarina condenó a 8 años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para conducir a Gastón Abraham Dlugovitzky, quien chocó y mató a Fabíán Cragnolino, de 43 años, y ex tesorero de Ibarlucea. Familiares de la víctima expresaron tras la condena que «Dlugovitzky era un asesino al volante, con ese auto tenía un arma», sostuvo la hermana.
Dlugovitzky, de 23 años, fue condenado como autor responsable del delito de homicidio simple con dolo eventual, una calificación inusual para accidentes viales.
«Vinimos acá buscando justicia por mi hermano, una persona ejemplar, padre de tres hijos, pero se ve que la vida de mi hermano para la justicia vale 8 años», lamentó María Virginia Cragnolino, hermana de Fabián, en diálogo con la emisora local Radio 2.
La mujer, sostuvo que Duglovitzky sabía lo que hacía ya que no era la primera vez que manejaba a esa velocidad. “Era un asesino al volante, con ese auto tenía un arma, él salió a matar, le pasó a mi hermano, le podría haber pasado a cualquier familia. Todo el mundo sabía lo que hacía. Nadie lo paró, ni siquiera su familia”, dijo.
En cuanto a la condena, Cragnolino señaló que esperaban que al menos le otorguen los 12 años de prisión que había pedido la Fiscalía. “Sus hijos van a estar toda la vida sin su padre y esta persona en 8 años va a poder rehacer su vida, a mi hermano no le dieron esa oportunidad”, expresó entre lágrimas la hermana de la víctima.
“La vida de mi hermano quedó ahí, él lo atropelló de una forma brutal, lo mató de una forma brutal y no le dio ni siquiera la oportunidad de pelear por su vida. La justicia, una vez más me defraudó”, cerró María Virginia.
El siniestro
El siniestro ocurrió el 6 de marzo de 2019 cerca de las 23, en la intersección de Garibaldi y San Martín. Según testigos, registros fílmicos y pericias, Dlugovitzky circulaba en un Ford Focus, entre 122 y 130 kilómetros por hora mientras, corría picadas con otro auto por San Martín, cuando embistió un lateral del utilitario Renault Kangoo que manejaba Cragnolino por Garibaldi. En ese momento la víctima coordinaba camiones de recolección de residuos de la empresa Lime.
Además, en el juicio se mostraron audios y filmaciones del teléfono del conductor, que se registraba corriendo picadas en la misma zona del accidente y subía las grabaciones a su cuenta de Facebook. En uno de esos posteos se ufanaba: «Voy a 160, a 180» kilómetros por hora.
Este caso, es el segundo en la justicia local en la que un imputado en un siniestro vial recibe una condena, que se equipara a la de homicidio doloso. El precedente es el caso Juan Carlos Schmit, condenado a 9 años de prisión, por la muerte de Damián Orgaz mientras circulaba en auto a alta velocidad. El hecho ocurrió en marzo de 2016 en Río Negro y Campbell. El acusado conducía a 130 kilómetros por hora.
