Las finanzas de la administración provincial acumularon ocho meses con déficit fiscal, en medio de un contexto económico atravesado por la inflación y por la sequía, pero donde también se consolida una tendencia en el esquema tributario: durante las últimas dos décadas, se dio una constante caída del peso del impuesto inmobiliario sobre la recaudación provincial que no fue revisada por ningún gobierno.
Este concepto contempla el cobro al sector rural, pero también a desarrolladores urbanos que en los últimos años tuvieron una importante expansión, particularmente en Gran Rosario. Pese a esto, el Impuesto Inmobiliario fue perdiendo participación sobre lo que recaudó Santa Fe a lo largo de los últimos años, pero particularmente durante la última gestión, ya que actualmente el tributo representa menos de la mitad de lo que significaba para la recaudación en 2020.
Sergio Arelovich es uno de los economistas que puso el foco en esta cuestión, y explicó que existen subdeclaraciones y un claro retraso en la valuación fiscal de inmuebles, tanto rurales como urbanos, pero además están quedando fuera del radar importantes emprendimientos de desarrolladores. “La superficie construida en 2023 no es la del 99, hay muchísimos más metros construidos, por lo tanto es inexplicable la caída explicada por la valuación fiscal”, señaló.
Ya en el primer semestre el gobierno provincial había oficializado a través de sus cuentas públicas un déficit fiscal por encima de los 27 mil millones de pesos. Los últimos datos actualizados, correspondientes a agosto, mostraron una cifra cercana a los 24 mil millones en moneda local, un escenario opuesto al que el gobierno de Omar Perotti atravesaba a fin de 2022, cuando las cuentas daban superávit y la oposición lo acusaba de estar sentado sobre la caja provincial.
Desde el Ministerio de Economía santafesino no respondieron consultas a este diario, pero públicamente desde el Ejecutivo vincularon este traspié en las finanzas con el impacto que ocasionó la sequía en las arcas provinciales. También, a la hora de referirse a las cuentas, apuntaron en reiteradas oportunidades a una deuda en dólares heredada de la gestión previa. Parte de ese compromiso fue saldado en la actual administración.
Más allá de estos imprevistos como la sequía, para el economista Sergio Arelovich uno de los errores de la gestión Perotti fue no revisar el esquema tributario y avanzar en una actualización sobre los conceptos que ya se están cobrando o detectar maniobras de contribuyentes que están aportando por debajo de lo que les corresponde.
“No es un error exclusivo de esta gestión, también el socialismo consideraba políticamente incorrecto cobrarle a los que tienen mucho. La caída del Impuesto Inmobiliario genera una pérdida en la dinámica de la recaudación muy importante”, analizó el economista y director del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate).
A través de este gráfico, expuso la evolución del peso que tuvo a lo largo de las últimas dos décadas (y un poco más también) el tributo inmobiliario. Pasó de representar el 22,8% de la recaudación total a fines de 2000 al 4,6% en lo que va de 2023. Si bien en el medio la tendencia fue al descenso, es el porcentaje más bajo desde que se cobra ese tributo.
“Cae desde el 22,8% al 7,3% en 2009. Tiene una pequeña suba en 2010 hasta el 2020 y en 2020 vuelve a caer. En 2020 era 9,3%, pero ya en 2023 el Inmobiliario explica nada más que el 4,6% de lo recaudado. Si mantuviéramos la relación del 2020, que de por sí era baja porque era del 9,3%, no hablaríamos del déficit fiscal actual”, evaluó.
A la hora de explicar este fenómeno, sostuvo el economista: «Hay una actualización de gran retraso en la valuación de los inmuebles que explica en buena medida la caída del peso que este gravamen tiene. Pero además genera un efecto adicional sobre un impuesto nacional, el que grava los bienes personales con lo cual lesiona la financiación de partidas que dependen de tal gravamen”.
Cabe recordar que los recursos provinciales también se componen de coparticipación nacional, que actualmente explica el mayor porcentaje, Ingresos Brutos, Sellos y Patente Automotor, estos últimos tres de procedencia provincial.