Bajo un total hermetismo, ayer el juez Héctor Núñez Cartelle, a cargo del Juzgado Correccional 9ª, le tomó declaración indagatoria a la ex magistrada María Luisa Pérez Vara por su ausencia en la escena del crimen de Luis Medina y su novia el pasado 29 de diciembre, a pesar de que se encontraba de turno. Por este hecho, la ex jueza fue imputada por “haber omitido cumplir” con las obligaciones propias de su función. Pérez Vara negó los hechos y se abstuvo de seguir declarando.
Según revelaron fuentes judiciales, Núñez Cartelle imputó a Pérez Vara por “haber omitido cumplir con las obligaciones propias de la función de magistrado a cargo de las actuaciones por el delito de homicidio, en la que resultaran víctimas Luis Medina y Justina Pérez Castelli el día 29 de diciembre de 2013, generando inactividad en la producción de directivas y medidas de investigación específicas, necesarias e imprescindibles para la elucidación del caso”.
La Fiscalía había solicitado que se imputara a Pérez Vara por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, aunque finalmente se la acusó por omisión de sus funciones. El delito por el que se acusa a la ex magistrada prevé una “multa de 750 a 12.500 pesos e inhabilitación especial de un mes a un año”, para aquel “funcionario público que ilegalmente omitiere, rehusare hacer o retardare algún acto de su oficio”.
La ausencia de Pérez Vara en la escena del crimen de Medina y Pérez Castelli, acribillados a tiros en el acceso zona sur de la ciudad en la mañana del 29 de diciembre de 2013, obligó a derivar la causa a su par Raquel Cosgaya, hasta que luego recayó en la magistrada Alejandra Rodenas. Durante todo el día, funcionarios policiales y judiciales intentaron comunicarse al celular de “Instrucción en turno” y al teléfono particular de Pérez Vara, pero no hallaron respuesta.
Pérez Vara, que en esa oportunidad se encontraba de turno, alegó “problemas de salud” pero un peritaje al teléfono celular determinó que la señal del aparato se registró en una antena de la ciudad balnearia de Cariló, en provincia de Buenos Aires.
Estas irregularidades motivaron que la entonces jueza dejara la causa y días después presentara su pedido de jubilación –aceptado por el gobernador Antonio Bonfatti–, y que el procurador de la Corte, Jorge Barraguirre, solicitara una investigación administrativa. Además, el titular de la Cámara Penal, Otto Crippa García, realizó un informe sobre el desempeño de Pérez García en ese hecho puntual.
Tras un descargo de la propia Pérez Vara, la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe multó a la ex jueza por 2.950 pesos en base a una unidad de medida de cinco jus (donde cada uno equivale a 590 pesos).
Según la Corte, Pérez Vara reveló “un notable desapego a sus responsabilidades” y una “falta de colaboración que pudo haber frustrado la investigación”.
Tras el episodio del asesinato de Medina y un día antes de que finalizara 2013, la jueza presentó su renuncia. Tras la feria judicial la ex magistrada gozó de licencia y finalmente se consumó su alejamiento del Poder Judicial el 28 de febrero de este año.
La falta de directivas precisas la noche del crimen de Medina derivó también en las acusaciones a funcionarios del gobierno provincial por manipular la computadora personal del empresario y presunto narcotraficante. Javier Echaniz y Martín Degrati, del área informática del Ministerio de Gobierno, fueron denunciados penalmente por legisladores del Frente para la Victoria por ingresar a la notebook secuestrada sin autorización judicial.