La vida de Pablo Sebastián P., de 38 años, pendía este domingo por la noche de un hilo. Continuaba internado en estado reservado luego de ser sometido a una cirugía de urgencia tras recibir un disparo en la cabeza. Su agresor se presentó en su domicilio el sábado a la tarde, tocó timbre y sin mediar palabras gatilló. Pablo quedó tendido en la vereda, que en pocos minutos fue copada por patrulleros y una ambulancia que lo trasladó al hospital Centenario. Más tarde, la Policía volvió al barrio y demoró a cinco personas, de las cuales sólo una quedó detenida y será imputada este lunes por tentativa de homicidio. El ataque ocurrió poco después de las 16.30 del sábado en inmediaciones de Génova y Olavarría, en el extremo noroeste de la ciudad, donde tiene domicilio el hombre baleado y jurisdicción la seccional 20ª. Minutos antes y a seis cuadras del lugar, otro hombre, de 33 años, recibió un disparo en la rodilla que denunció como consecuencia de un intento de robo en el pasillo de ingreso a su domicilio, cuando volvía de hacer un mandado. Aunque no se descarta vínculo entre ambos ataques, por el momento son investigados por distintos fiscales.
Según informó la Policía, Pablo fue atacado por un trío que se desplazaba a bordo de un Volkswagen Gacel que se detuvo en la puerta de su casa minutos antes de las 17 del sábado. Uno de los ocupantes descendió, llamó a la puerta y apenas fue atendido, disparó una sola vez, haciendo blanco en la cabeza de su víctima. Luego, se subió al auto y desapareció. Fuentes del caso dijeron que testigos del barrio alcanzaron a divisar la patente del vehículo y la brindaron a los investigadores.
Incidentes en el barrio
Luego de que Pablo fuera trasladado al hospital Centenario, un llamado al 911 requirió la presencia de uniformados en el mismo lugar, y al llegar recibieron denuncias de “amenazas” entre familiares de la víctima y presuntos agresores. Según los voceros, a raíz de esos incidentes pudieron identificar a los sospechosos. Tras recabar datos en el barrio, siempre según fuentes policiales, los efectivos patrullaron la zona y a la vuelta del lugar, en Cabal y Juan B. Justo demoraron a varias personas: Dos menores de 16 y 17 años, un joven de 20 y hombre de 39 años a bordo de un VW Gacel. No obstante, todos recuperaron la libertad y sólo quedó detenido un sospechoso, José A., quien será imputado hoy por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Pablo Pinto.
Ningún investigador informó hipótesis sobre el móvil del violento ataque a domicilio, y a plena luz del día. En relación con la salud de la víctima dijeron que al mediodía fue intervenida quirúrgicamente y continuaba en estado reservado.
Otro ataque en la zona
Minutos antes de la agresión en Génova y Olavarría, y a sólo 500 metros del lugar, otro hombre fue baleado cuando ingresaba a su domicilio de Juan B. Justo al 2000, donde también tiene jurisdicción la seccional 20ª.
Según datos oficiales, cerca de las 16 del sábado, José Antonio M., de 33 años, salió a hacer un mandado y cuando regresaba a su casa fue víctima de un presunto intento de robo en el pasillo de ingreso. La Policía dijo que el hombre identificó a los atacantes por sus apodos, uno de los cuales le disparó en la rodilla izquierda cuando se resistió a entregarle sus pertenencias.
José fue trasladado en una ambulancia del Sies al hospital Centenario donde le diagnosticaron orificio de entrada y salida en miembro inferior izquierdo, y luego trasladado Eva Perón de Granadero Baigorria, donde quedó internado en observación.
Víctima recurrente
El hombre ya había sido víctima de un robo hace dos años, cuando se desempañaba como vigilador privado en un obrador de la firma Obring, ubicado en Donado y Derqui de zona oeste. En esa oportunidad, seis hombres vestidos de policías a bordo de una pick up Volkswagen Amarok y un utilitario Citroën Berlingo lo redujeron en horas de la madrugada y se llevaron una retroexcavadora de gran tamaño. Luego lo trasladaron a una zona rural de la localidad de Pérez, donde logró zafarse de los precintos y pedir auxilio.
Una década antes
Diez años antes, cuando era empleado de un lavadero de autos de Villa Gobernador Gálvez también fue víctima de un robo en el que recibió un culatazo en la cabeza con un revólver calibre 32. En esa oportunidad, la Policía dijo haber detenido al sospechoso que cayó preso poco despúes con un disparo en la rodilla luego de asaltar un remís conducido por Maximiliano Bassi.