Un mecánico imputado como miembro de la asociación ilícita encabezada por Esteban Lindor Alvarado que terminó como testigo protegido fue atacado a tiros el 28 de enero pasado cuando se encontraba en su auto junto a su familia en zona oeste. Por el hecho, tres personas fueron imputadas a principios de febrero. Una de ellas como coautor del ataque y las otras dos como encubridoras. Ahora fue el turno de un taxista, quien fue imputado por la Fiscalía por una participación secundaria en el intento de homicidio del mecánico. Este hombre se encargó de hacer durante tres días la logística para el tirador y el instigador que estaba en la cárcel donde les informaba el trayecto de la víctima. El sospechoso quedó detenido en forma preventiva por orden judicial. El mecánico fue la cuarta persona del entorno de Alvarado que declaró y fue baleada.
Cerca de las 20 del 28 de enero pasado, el mecánico Carlos Argüelles salió con su Ford Ecosport de su taller ubicado en Constitución y Garay junto a su familia. Hizo unas quince cuadras y al llegar a Gaboto al 5500 fue atacado a tiros por los ocupantes de un auto Suzuki Fun. Tres balazos dieron en el parante y la puerta del acompañante del coche. Si bien no resultó lesionado, uno de los proyectiles le rozó la cabeza, explicó en la acusación.
El día del ataque, Carlos les dijo a los policías que era un testigo protegido en la causa que se le sigue desde febrero de 2019 a Alvarado como líder de una asociación ilícita y procesado por narcotráfico.
En este expediente, el mecánico está imputado por integrar la organización como parte de la estructura montada para cometer delitos y lavar dinero, según la acusación de los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery de la Agencia de Criminalidad Organizada.
Ese mismo, día tres personas fueron detenidas en Cafferata al 2700, les secuestraron una Peugeot Partner en la que andaban y una moto. Se trató de Gabriel González, Gian Franco AS. y Mailén C. Después hallaron el Suzuki Fun abandonado en barrio Tablada. El trío fue imputado. El primero fue sindicado como uno de los coautores del ataque al mecánico.
El fiscal Matías Edery reconstruyó que Gabriel González dejó su moto en la esquina del taller de la víctima, se subió al Suzuky y junto a otras personas siguieron al mecánico para finalmente disparar contra la Ecosport en cuatros oportunidades. Sólo uno de sus acompañantes fue identificado y cuenta con pedido de captura. Según la teoría fiscal, la moto que encontraron en la Partner era la que González había dejado en un pasillo de Cafferata al 2900, antes de cometer el ataque a tiros contra Carlos Argüelles.
En esa audiencia, González quedó detenido por 90 días. Los otros dos fueron imputados como encubridores y recuperaron la libertad con restricciones.
La frustrada logística del tachero
Este no fue el primero de los intentos de dar muerte al mecánico y acá entró en escena el taxista Jorge Inocencio Ojeda que fue imputado este jueves por los fiscales Schiappa Pietra y David Carizza.
Esta secuencia se dio entre el 26 y el 28 de octubre de 2020 cuando Ojeda siguió al mecánico mientras le pasaba todos los movimientos a Jonatan R., quien sindicado como el encargado de cometer el homicidio –aunque no está acusado hasta el momento– y a Alejandro N., apodado Chuky Monedita, que está detenido en la Unidad Penal 11 de Piñero. Esto se descubrió tras el análisis del teléfono celular de Jonatan, el cual fue detenido el 28 de octubre pasado cuando intentó escapar de un control policial y le secuestraron un arma de fuego.
Esta causa quedó a cargo del fiscal Carizza y cuando llegó el informe sobre el celular encontró la secuencia que hablaba de un plan homicida. Así envió las actuaciones a los fiscales Schiappa Pietra y Edery y fue detenido el taxista mientras que Chucky Monedita quedó sindicado como el instigador del ataque.
Según la teoría fiscal, el taxista llegó hasta el domicilio particular y el taller mecánico y lo siguió mientras brindaba información del recorrido y movimientos a Jonatan, quien a su vez le reportaba a Chucky Monedita. El mecánico siempre tuvo sus recaudos que –sumado a la custodia policial– hizo casi imposible seguirle el paso para concretar el crimen.
El 26 de octubre un audio que le achacan haber enviado a Jonatan para Chucky Monedita dio cuenta de esto: “Cumpi, venimos a dar una vuelta y pasó, de paso vamos a pasar por la aceitería (en referencia al taller). Pasó como dos veces la misma chata (se escucha otra voz masculina que dice «Sí, está re custodiado mal»). Después pasaron una particular y un auto negro, y nos miraban a nosotros. Estábamos ahí sentados ahí, viste el carrito que vende choripanes, bueno en frente… estábamos tomando una coca ahí”.
En la audiencia de este jueves le achacaron que el 27 de octubre pasado, circulando en el taxi, el chofer ubicó a la víctima en la zona de Vélez Sarsfield y Felipe Moré cerca de su casa, lo reportó y pasó la patente del auto en el que circulaba pero el tirador no tuvo suerte. Esto quedó plasmado en un intercambio de audios entre Jonatan y Chucky Monedita, quien lo instó para que se apurara porque el tachero le había avisado que la víctima estaba en la casa.
«Sí, bobo, si no viste que vine ayer, hace una banda de días que vengo boludo, pero no, no sé qué onda que no se me da boludo. Si ayer vos también querías que vaya a la planchada, digo qué tiro, dejalos a esos giles ahí… quiero plata yo boludo, que voy a 118 andar todos los días a los tiros… voy a mandarme ese robito, voy a agarrar a este viejo digo yo, eso es lo que dije bo”, contestó Jonatan.
“No digas ayer boludo, porque ayer no estuvieron todo el día. Vos vas y te quedás un toquecito y te vas boludo. Si lo vas a esperar, esperalo con coso, hoy estaba regalado y no estabas boludo, si vos te levantabas a las 7, hoy a las 10 de la mañana ya estaríamos contando la plata boludo”, le reprochó Chucky Monedita.
La logística para dar con el escurridizo mecánico siguió el 28 de octubre y los fiscales le achacaron al taxista que lo siguió por 15 cuadras mientras informaba esa situación a Jonatan.
“Yo vine de vuelta acá, estoy en la CORTADA y JUNÍN… o sea, JUNÍN y… y MATIENZO. El tiro era de estar cerca… estar cerca viste apenas te avise tac. Lo seguí como más de 15 cuadras lo seguí yo al auto, ya te digo me agarró el semáforo, mucho tránsito a esta hora… y se me fue a la mierda, se me fue, qué cajeta loco”, dijo en un audio el taxista a Jonatan cerca de las 13, según la acusación.
Pasó media hora y el taxista perdió las esperanzas en la efectividad del ataque y mandó un nuevo audio: “Se me está terminando la batería FELIPE, igualmente yo a las 2 me voy a la mierda. Estuve toda la mañana boludo yo, ya tengo que salir a laburar un poco, sino me van a echar a la mierda”.
Este es un extracto de los mensajes y audios que se ventilaron en la causa contra el taxista Jorge Ojeda, quien quedó imputado por los delitos de tentativa de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria agravado por uso de arma de fuego en carácter de partícipe secundario.
El juez Gustavo Pérez de Urrechu que presidió la audiencia, dictó prisión preventiva efectiva para el taxista por el plazo de ley, por lo que transitará en encierro el curso de la investigación por un tiempo máximo de dos años.
En la mira de Alvarado
El mecánico no fue el único imputado en la asociación ilícita de Esteban Alvarado que declaró en la causa y fue víctima de represalias; en total fueron cuatro las víctimas y una de ellas terminó asesinada la semana pasada.
Chucky Monedita comparte la celda con Mauricio y Miguel Ángel «Lolo» Laferrara por lo que los investigadores no descartan que la orden del ataque homicida se vincule directamente con el jefe de la organización. Es que ya hubo otros tres sindicados integrantes de la banda que tras aceptar declarar sufrieron atentados en su contra.
En un fallo de la camarista Carina Lurati del año pasado donde confirmó la prisión preventiva para el abogado histórico de Alvarado, Claudio Tavella, hizo alusión al primero de los ataques que sufrió el Marcelo Nicolás «Fino» Ocampo cometido en agosto pasado cuando firmó un abreviado y le acribillaron el frente de la casa de Ocampo al 6600. Pasaron siete meses y la tarde del 16 abril pasado, Fino fue asesinado a sangre fría en la puerta de esa misma casa y la pesquisa investiga si el crimen está relacionado con la declaración que brindó.
La otra fue Mariana Ortigala, hermana de un testigo protegido de la causa, que en marzo de 2019 fue blanco de un ataque con 27 disparos, de los cuales cuatro la hirieron. En tanto, el cuarto fue Leandro Suárez, que tiene un negocio de venta de automotores, cuyo frente fue blanco de media docena de impactos.
Tres imputados por el ataque a tiros al mecánico de Esteban Alvarado
