Una filmación de la cámara de la casa del hermano del prestamista Lucio Maldonado captó la madrugada que se lo llevaron de la puerta de su casa el 11 noviembre de 2018. En la secuencia se vio cómo cuatro hombres obligaron a Maldonado a subir a la parte trasera de una Renault Kangoo gris y a los dos días encontraron su cuerpo a la vera de avenida Circunvalación y bulevar Oroño. Estaba maniatado, tenía cuatro disparos –dos en la cabeza– y una nota en un bolsillo que decía: «Con la mafia no se jode». La autopsia arrojó que los secuestradores lo asesinaron el mismo día de su captura.
Dos de los sospechosos de participar en el hecho están presos, el tercero fue asesinado hace unos meses y el último en identificar fue un hombre de 35 años que para la Fiscalía iba sentado en el asiento del acompañante de la Kangoo. Por la filmación, la acusación también estableció que se bajó con el resto para amedrentar a la víctima y obligarla a entrar al utilitario.
Un mensaje por su cumpleaños de octubre pasado enviado por uno de los involucrados fue la punta del ovillo para desandar su responsabilidad en el asesinato. Con ese dato, los fiscales pidieron informes al Registro Civil y compararon la foto del documento de identidad con la filmación, lo que avaló la sospecha. A ello le sumaron una serie de indicios vinculados a contactos telefónicos e impactos de antenas y el viernes pasado lo detuvieron durante un allanamiento a su casa de barrio Belgrano. El hombre, quien se presentó como carpintero en aluminio, tuvo la audiencia imputativa este lunes y decidió no declarar. Quedó sindicado por una participación primaria en el homicidio calificado de Maldonado, lo que implica a futuro una sanción de prisión perpetua y el juez le dictó la prisión preventivamente por el máximo de ley, es decir dos años.
Para los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra la noche que “chuparon” a Lucio Maldonado de su casa, en la Kangoo estaban al volante Mauricio Laferrara –imputado en este hecho y otros cinco homicidios–, Matías Horacio Ávila –imputado por el crimen y por la balacera a la distribuidora de Oscar «Manco» García en septiembre de este año, dónde murió Cristian Beliz– y el tercero para la Fiscalía era Bruno Pavón. Un joven de 20 años asesinado en junio de este año cuando le dispararon desde un auto. Estaba en la puerta de su casa ubicada en pasaje 2142 y Cumparsita, de barrio Tío Rolo con otras cuatro personas, dos de las cuales resultaron heridas. En tanto, la cuarta persona que estaba en el utilitario fue este último acusado: Germán Facundo Fernández, de 35.
Este hombre quedó en la mira de los investigadores tras la pericia al teléfono de Mauricio Laferrara secuestrado durante su detención en octubre de este año. Entre los mensajes había uno que mandaba un feliz cumpleaños. El titular de ese número de teléfono era Fernández y con la fecha de nacimiento pidieron al Registro Civil que les envíe información de las personas nacidas el 24 de octubre de 1984. Compararon las fotos de los documentos de identidad con las imágenes de la cámara de seguridad que tomó el secuestro de Maldonado y determinaron que los rasgos físicos eran similares.
Entonces bucearon en los teléfonos. Un mensaje del celular de Esteban Alvarado –imputado como jefe de una asociación ilícita e instigador del crimen de Maldonado entre otros delitos– a uno de sus laderos, Facundo «Lapo» Almada. El texto hace referencia a Mauri –por Mauricio Laferrara–, explicaron. Es del 20 de diciembre de 2018 a las 15.51: “No, que voy a acomodar Lapo. Por ahí más adelante. Ahora no se puede hacer nada. Porque tienen todo esto. Juntan todo esto entendés? A ver: la Amarok, la agencia de Leandro, vos, los antecedentes tuyos también. ¿Y cómo salís? No se puede. Y ojalá, Lapo, ojalá no salte el teléfono tuyo con Mauri porque ahí va a haber mucho más problemas”.
Además, los fiscales peritaron el teléfono de Laferrara del que surgen mensajes de texto y de audio por Whatsapp entre Mauri y quien la Fiscalía sindica como Fernández unos días antes del crimen de Maldonado. En uno de esas comunicaciones del 26 de octubre de 2018 Mauricio le dice “ya lo marqué al gordo” y su interlocutor le contesta “Si, si man”. A lo que responde: «Ahí lo tenemos. Tenemos un lindo money». Los fiscales explicaron que hicieron tareas de seguimiento y sacaron fotos a la víctima. Entendieron que una de las teorías que hay sobre el móvil es una especie de venganza por el ataque a tiros que sufrió Jorge Laferrara, padre de Mauricio y buscaban a tres personas. Para los investigadores esas personas eran: Lucio Maldonado, el dueño de una rotisería que sufrió varios ataques a balazos y Cristian Enrique, secuestrado en Cabín 9 en octubre de 2018. Su cuerpo fue hallado camino a Soldini, en noviembre, tras un llamado telefónico que recibió su madre.
Los funcionarios contaron que ese teléfono fue sacado a nombre del titular de la Kangoo, este vehículo había sido robado junto a los documentos del titular. Con esa documentación, además de este teléfono, se encontró otro que usaba Matías Ávila y la madrugada del crimen de Maldonado impactó la antena en la cercanía de la quinta del paraje Los Muchachos donde estiman que estuvo cautivo el prestamista hasta su ejecución, explicaron.
Los mensajes entre Laferrara y Fernández también siguieron dos días antes del hecho donde hablaron de que el Negro, al que la fiscalía identifica como Avila, no conseguía “las chapas” y hablaban de que las estaban buscando, también un celular pequeño, dijeron.
El 8 de noviembre a las 19, Mauri le dijo: “Ya tenemos las chapas, mañana salimos si o si”. El dueño de la Kangoo reconoció su vehículo en la filmación y dijo que tenía las patentes cambiadas, el utilitario nunca se encontró.
Los fiscales hicieron hincapié en un mensaje que decía: “Hay que buscar la chata al jefe”, para ellos se trataba de la Volkswagen Amarok que se usó para descartar el cuerpo. Esta camioneta fue secuestrada en Entre Ríos y los papeles de ese vehículo fueron secuestrados en la casa de una mujer que tiene una relación con Alvarado, dijeron.
En otro de los mensajes de Mauricio Laferrara le dijo al sospechoso que tuvo que volver al lugar “a hacer lo que ustedes no terminaron”, para los investigadores volvió la zona donde dejaron el cadáver a sacarlo afuera del campo para que lo encontraran.
El cuerpo de Maldonado fue hallado en un descampado en Circunvalación y bulevar Oroño, cerca de la autopista Buenos Aires – Rosario. Para los fiscales se lo llevaron por la fuerza de su casa y también a su auto. Lo trasladaron hasta el paraje Los muchachos donde Alvarado tiene una propiedad y allí lo tuvieron una hora aproximadamente, lo ejecutaron y arrojaron su cuerpo en el descampado. Los atacantes volvieron a la casa donde estuvieron en el interior y tras dejar el auto de la víctima con las llaves puestas, se fueron en una Amarok.
Los fiscales imputaron a Germán Facundo Fernández como partícipe necesario del hecho y pidieron la prisión preventiva en base a la evidencia expuesta.
Schiappa Pietra y Edery sumaron que el hombre cuenta con dos condenas previas. En una de ellas fue imputado por un homicidio en ocasión de robo en Cañada de Gómez aunque finalmente fue condenado por robo a 8 años. La más reciente fue a través de un juicio abreviado a 4 años.
A pesar de los esfuerzos de la defensora oficial María Eugenia Carbone, que pidió morigeraciones a la medida cautelar, la jueza Valeria Pedrana dictó la prisión preventiva por lo que fue derivado a una Unidad Penitencia.
