Los fiscales federales de La Plata Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira imputaron al represor Miguel Etchecolatz, exdirector de Investigaciones de la Policía Bonaerense, por mostrar un papel con el nombre del testigo desaparecido Jorge Julio López mientras se daba lectura al veredicto en un juicio por delitos de lesa humanidad en su contra.
«Tuvo como fin poner en estado de alerta, temor y confusión al colectivo de víctimas y testigos», pues «sabía que el papel que exhibió podía ser registrado por los fotógrafos presentes», estimaron los fiscales, integrantes de la Unidad que investiga crímenes del terrorismo de Estado en La Plata, quienes pidieron investigar el hecho.
Según la imputación, Etchecolatz (quien ya cumple una condena a prisión perpetua) incurrió esta vez en los delitos de intimidación pública y perturbación al ejercicio de las funciones públicas.
El juez federal número 1 de La Plata, Adolfo Gabino Ziulu, recibió la imputación hecha por los fiscales, quienes consideraron que la intención del represor fue aprovechar «un punto de sensibilidad propia de la sociedad, que el acusado conoce y del que es plenamente consciente».
«Todo ello ocurrió mientras el imputado estaba en el estrado, junto con otros acusados y efectivos del servicio penitenciario que lo custodiaban, en una posición en la que cualquier medio periodístico de los ubicados en las zonas prefijadas podía captar la secuencia antedicha», señaló la Fiscalía.
El episodio ocurrió el viernes 24 de octubre y fue captado por un fotógrafo cuando se daba lectura al veredicto por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención «la Cacha», de La Plata: Etchecolatz tenía en su poder un papel con el nombre de Jorge Julio López y la palabra «secuestrar».
Para los fiscales, la inscripción «tiene una clara intencionalidad intimidante o perturbadora, teniendo en cuenta la relación que evidentemente guarda con hechos que están siendo investigados» y con el objetivo de afectar «a las víctimas y posibles testigos de los procesos por crímenes de lesa humanidad».
«Más de una hipótesis de trabajo e investigaciones practicadas sobre el particular, se han enderezado sobre la posible responsabilidad de miembros de fuerzas de seguridad que desplegaron su accionar en la dictadura», concluyeron los fiscales.
El ex mano derecha de Ramón Camps, jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura, ya había recibido la pena máxima en 2006, y fue el primer condenado en los denominados Juicios por la Verdad, realizados con la apertura de las causas judiciales, tras la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Durante ese proceso, Julio López brindó un testimonio clave para la investigación, tras lo cual, el 18 de septiembre de 2006, desapareció cuando se dirigía a la lectura de sentencia sin que hasta el día de hoy se tenga información alguna sobre su paradero.
En ese contexto y tras la última audiencia en contra de Etchecolatz, la familia de López pidió a la Justicia que investigue qué mensaje quiso dar con ese papel, que tras la audiencia el represor se llevó a la cárcel, y por eso mantendrán mañana una reunión con el fiscal federal Marcelo Molina.