Media docena de uniformados que prestaban servicios en la comisaría 10ª, entre ellos el jefe y el subjefe, quienes fueron apresados este jueves por la tarde quedaron finalmente detenidos y serán imputados la próxima semana por varios delitos, entre ellos cohecho. Están sospechados de haber recibido dinero de una banda narco, la referenciada en los sucesores del asesinado Emanuel «Ema Pimpi» Sandoval, para inculpar a otra organización barrial de dos balaceras, cometidas en abril y junio pasado, y de brindar esa información falsa al fiscal del caso Federico Rébola.
Los allanamientos pedidos por Rébola tuvieron lugar este jueves a las 18.30 y fueron llevados a cabo por personal de la Agencia de Control Policial cuando fueron detenidos los seis empleados policiales, los cuales quedaron incomunicados a la espera de una audiencia imputativa por presuntas irregularidades en la información brindada en la pesquisa por una balacera cometida el 3 de abril contra un domicilio de Maciel al 2200 y otro ataque, del 1° de junio, en Chiclana al 1200.
Los uniformados fueron identificados como el comisario superior Gerardo M., el subcomisario Sebastian O., la suboficial Natalia S. y los agentes Walter E., Juan Pablo S. y Héctor D., quienes serán imputados en principio el próximo martes, indicaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Los pesquisas estiman que los policías que trabajaban en la seccional de Darragueira 1168 detuvieron a dos personas, a las cuales involucraron en los ataques armados pese a que, según la teoría fiscal, no estaban vinculados con estos hechos delictivos.
Según trascendió de voceros del caso, se sospecha que estas personas están relacionadas con una banda rival a la de los herederos de Ema Pimpi –el joven condenado por el atentado contra el entonces gobernador Antonio Bonfatti y que fue asesinado tres años atrás–, por lo que los policías favorecieron a este último grupo delictivo que opera en la venta de drogas al menudeo en la misma jurisdicción que la comisaría de zona norte.
«Hubo un testimonio que involucró a dos personas y por el se hizo una imputativa, pero después este testigo contó la verdad y los policías que habían hecho el procedimiento de detención se negaron a validar las actas: así saltó la pus», graficó el vocero.
Una fuente fiscal explicó que se están llevando adelante medidas para profundizar la línea investigativa. Para Rébola estos funcionarios policiales le brindaron información falsa y los imputará por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, cohecho y falsedad ideológica de instrumento público.
En este contexto, también en el atardecer de este jueves, fueron atacados domicilios vinculados con el clan Sandoval: uno fue en Esquivel al 1300 donde residen los familiares del asesinado Ema Pimpi, y en Calvo a la misma altura, donde han ocurrido innumerables balaceras en los últimos años.
Allanaron la comisaría 10ª de Alberdi y detuvieron a 6 policías acusados de fraguar balacera