Bebi tiene 23 años y fue detenido el miércoles. Está sospechado de protagonizar una balacera que terminó con la vida de un niño de 2 años y dejó otras dos personas heridas. El hecho tuvo lugar a principios de mes, en una humilde barriada de zona oeste. Hasta una casilla de tres metros por tres metros, donde estaban las víctimas, llegaron dos hombres que abrieron fuego contra los ocupantes del lugar y terminaron matando al niño. El fiscal Adrián Spelta imputó al muchacho por el crimen del pequeño y le sumó dos hechos de tentativa de homicidio agravado por el uso y la portación del arma de fuego que se utilizó en el hecho. Finalmente, el juez Alejandro Negroni dispuso la prisión preventiva en su contra, por el plazo de ley.
A José Luis A. le dicen Bebi y, según el fiscal, tiene una fuerte rivalidad con Joel. Ambos eran compañeros de andanzas y según un testigo robaban juntos aunque una diferencia de criterios en el reparto de un botín los enfrentó. Bebi iba seguido al pasillo, ubicado en Pasaje 1709 al 7900 a tirar tiros porque allí estaba la vivienda de su contrincante. El 4 de febrero Joel se encontraba en la casa de un amigo a metros de la suya. Allí también estaban José, su pequeño hijo, y otras cuatro personas.
Según el testimonio de una de las víctimas, llegaron hasta la puerta de la precaria vivienda, que no supera los nueve metros cuadrados, dos hombres. Uno de ellos fue identificado con nombre y apodo. Lo sindicaron como José Luis A., alias Bebi. Su acompañante, presume la pesquisa, era un joven apodado Peloduro.
El papá de Santino, el nene de dos años asesinado, explicó que el dúo llegó hasta la puerta de la casilla con armas en sus manos, sostuvo que tenían un 22 y un 32 color oscuro. Lo vieron a Joel, se miraron y comenzaron a disparar indiscriminadamente.
Siete personas, en un pequeño habitáculo, no tuvieron posibilidad de refugiarse. José sostuvo que se tiró sobre Santino para protegerlo y ambos terminaron heridos. El niño recibió tres tiros en el tórax mientras que su padre sufrió una herida en la espalda y dos en el pecho. Finalmente Jorge de la C. recibió un proyectil en la cabeza que le produjo un orificio de entrada y salida.
Los primeros en ser trasladados fueron el niño y su padre. El muchacho contó que al ver herido a su hijo lo tomó en brazos y salió sin ver qué había pasado con sus amigos. Ambos fueron trasladados hasta el policlínico San Martín, de allí el niño fue derivado al hospital Víctor J. Vilela mientras que su papá fue trasladado al HECA. Cuando la Policía llego al lugar, allegados a la otra víctima intentaban llevarlo a un hospital. El hombre fue trasladado también al HECA donde permanece internado.
Testigos
Entre los testimonios que la Fiscalía recopiló, están los dichos de algunos vecinos que escucharon los tiros y luego se enteraron de que el tirador fue Bebi, mientras que dos testigos oculares, sindicaron a Bebi como el tirador. Del lugar se secuestraron 8 vainas y 3 plomos calibre 9 milímetros. Un testigo afirmó que Bebi escapó en un auto negro y, a raíz de un llamado anónimo al 911, ubicaron al sospechoso en Deán Funes al 6200. Cuando la Policía llegó al lugar, el sospechoso se escapó por los techos y fue arrestado en Uruguay y Garzón. Dos personas que, según la Policía, intentaron auxiliarlo fueron demoradas y el fiscal adelantó que los imputará por encubrimiento.
El descargo
Finalmente Bebi declaró: “Me agarraron a 60 o 70 metros de la casa de mi hija, le llevaba 70 pesos a mi mujer”. Y dijo que su ex pareja se acercó a donde lo tenían detenido y le pegaron. Luego la subieron al patrullero, su cuñado también llegó al lugar cuando vio que golpeaban a su hermana. También recibió golpes y fue detenido, detalló. Sostuvo que no sabía nada del hecho, que se enteró al lunes siguiente, afirmó que las cosas no fueron como las dicen y dijo que “Joel tiene una nueve con un cargador con treinta balas”, y aclaró que las dos testigos que lo acusan son familia de Joel. Ante ello, el defensor Marcelo Piercechi solicitó el traslado al médico forense para constatar las lesiones, lo que fue aceptado por el juez Alejandro Negroni. Finalmente el magistrado hizo lugar al pedido fiscal y dictó la prisión preventiva contra el imputado por el plazo de ley, y a su vez desechó un pedido de morigeración planteado por la defensa.