La jueza Valeria Pedrana dictó prisión preventiva por el plazo de ley contra Leonardo Dalmacio “Leo Rey” Saravia, quien fue acusado por el fiscal Franco Carbone de formar parte de la asociación ilícita encabezada por Máximo Ariel “Viejo” Cantero y Rosa Bibiana Montero
Leonardo Saravia tiene en común con los miembros más importantes de la banda que no habla por teléfono. Pese a que en la audiencia imputativa el fiscal presentó como evidencia 77 páginas de escuchas telefónicas que lo incriminan en ninguna de ellas se lo escucha, sino que son los demás integrantes de la banda los que refieren a él como “rey”, “el muchacho con corona” o “el de la coronita”.
Carbone le endilgó a Saravia tener un rol fundamental en la banda encargándose de “bajar la droga” desde Buenos Aires a Rosario para venderla principalmente en los barrios Vía Honda, Triángulo, Plata y Villa Banana. Leo Rey actuaba como nexo entre los jefes máximos de la asociación ilícita y quienes dirigen las distintas células, para vender y abastecer de droga a los búnkers. Todo esto con la venia de Máximo Ariel “Viejo” Cantero, fundador histórico de Los Monos, y de uno de sus hijos, Alexis Claudio, conocido como Tartita.
El imputado actuaba y se comunicaba principalmente a través de Nelson “Pandu” Aguirre para llevar a cabo balaceras, usurpaciones y cobranzas.
Para dar cuenta de la violencia armada producida como consecuencia del negocio del imputado el fiscal hizo especial referencia a una balacera perpetrada en la canchita de Vía Honda, en la que casi pierde la vida un joven que estaba comprando marihuana en un búnker y que fue encargada por Leo Rey a Pandu por una deuda que no le pagaban.
Esto hizo que Rosa Bibiana Montero intentara ponerse en contacto directo con el imputado para reprenderlo y exigirle que trabajara mejor para que no los ensuciaran a ella y al Viejo Cantero ya que después los allanaban y le rompían toda la casa.