El último detenido en la causa que investiga el crimen del comerciante Mauricio Brandan fue imputado ayer. Según la Fiscalía el sospechoso está sindicado de ser una de las dos personas que ingresó al local ubicado en Provincias Unidas y Pampa, el 26 de septiembre pasado, y sustraer prendas de vestir mientras su compañero forcejeaba con la víctima que terminó con un balazo fatal. Ambos huyeron del lugar con un poco de mercadería y el celular de Brandan y desaparecieron a bordo de motos conducidas por otros dos involucrados que esperaban a pocos metros del lugar. Si bien durante la audiencia se ventiló parte de la evidencia que existe en la investigación, la Fiscalía y la defensa acordaron fijar una medida cautelar por 10 días a los fines de llevar adelante rueda de reconocimiento.
Cristian tiene 41 años y es uno de los hermanos de Mauricio Brandan. Había iniciado el emprendimiento comercial con el solo fin de que su hermano menor pudiera explotarlo. Esa fatídica tarde estaban juntos, y en los minutos que Mauricio quedó solo, mientras Cristian fue al kiosco a comprar una gaseosa, ocurrió el hecho. Al volver encontró a su hermano tendido boca abajo. Lo dio vuelta y al verlo herido pidió ayuda a una ambulancia del SIES que pasaba por el lugar, pero el daño era irreversible. Un proyectil calibre 32 ingresó por el pecho de la victima de 32 años y lesionó el corazón y su pulmón izquierdo.
Cristian presenció la audiencia y al salir no puede evitar las lágrimas. Al hablar de su hermano hizo un esfuerzo por contener el dolor. No puede evitar que la impotencia le salga por los poros, quiere creer pero su tragedia vuelve sus sentimientos pendulares; “todo lo que se consiguió hasta acá es por nosotros, todavía hay un prófugo, se sabe como se mueve, donde para. No se que esperan para detenerlo” refirió.
El paso del tiempo es un detonante para su familia “se mueven bastante lento a lo que pretendemos, los tiempos de uno para algunas cosas no pasan” y esa espera se hace carne aunque no deja de trasmitir un claro mensaje, quiere una condena para los cuatro involucrados “son conscientes, mayores y saben los riesgos que tenían al ir a robar”, sostuvo. Si bien Cristian ya no explota el negocio que tenía con Mauricio, todo sigue en el mismo lugar, aún no ha podido ingresar al local a sacar lo que hay en su interior. Si bien refiere que la perdida de Mauricio le truncó la vida no sólo a él sino también a su familia, piensa en sus hijos y afirma que hay tomar conciencia de la forma en la que vivimos porque nadie esta exento.
La imputativa
Alejandro Ezequiel P., tiene 24 años y trabaja como recolector de residuos. Tenía pedido de captura desde fines de diciembre aunque fue detenido recién el sábado. Con él son tres los arrestados por el homicidio, uno de ellos sindicado como el autor material del disparo mientras que un cuarto integrante del grupo, que piloteaba una de las motos, permanece prófugo.
El sospechoso fue imputado del delito de homicidio criminis causa y robo calificado en calidad de coautor. La fiscal Marisol Fabbro le achacó el ingreso al comercio junto con Jorge M., quien se encontraba armado, y mientras este último forcejeaba con la víctima a quien mató de un disparo, P. se ocupó de robar algunas pertenencias con las que salió corriendo del lugar. Si bien no hay testigos presenciales del atraco, hay personas que observaron el movimiento anterior y posterior al hecho, incluso vieron correr a los ladrones y a uno de ellos intentar guardar un arma entre sus ropas.
Filmaciones, fotos, identikit y la declaración de un testigo protegido que sindica con nombre y apellido a los autores son parte de la evidencia que presentó la Fiscalía, aunque acordó con la defensa del imputado, a cargo de Mauricio Eiman, una medida cautelar por un plazo de 10 días para efectuar ruedas de reconocimiento, lo que fue admitido por la jueza Patricia Bilotta, que fijó como plazo máximo de la prisión preventiva el 4 de abril.