Por el crimen del niño de tres años ocurrido el último viernes en Santo Tomé, la Justicia provincial imputó a un hombre de 26 años –pareja actual de la madre del menor– que fue capturado el domingo por la Policía luego de permanecer prófugo durante dos días.
En una audiencia celebrada este lunes en Santa Fe, los fiscales Gonzalo Iglesias y Ana Laura Gioria imputaron al joven –cuyas iniciales son CAP– como coautor del homicidio del bebé y por lesiones leves dolosas calificadas a raíz de los golpes que tenía la hermana –de un año de edad– del menor fallecido.
La madre de los niños –identificada como MFZ de 20 años– fue imputada el domingo por el delito de homicidio calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento. Los dos enfrentarán el miércoles una audiencia de medidas cautelares en la que los fiscales solicitarán prisión preventiva para ambos.
La mujer estaba detenida desde el viernes a la noche; su pareja cayó este domingo en Santo Tomé. Los fiscales le atribuyeron al hombre la coautoría del delito de homicidio calificado por alevosía y ensañamiento. El fiscal Iglesias adelantó a la prensa que pedirá para ambos condena perpetura.
La agresión que causó la muerte del niño de tres años ocurrió el viernes alrededor de las 17 en una vivienda ubicada en calle República de Chile al 4100 de la ciudad de Santo Tomé, lindante con la capital provincial.
“La mujer imputada obligó al menor a quedarse sentado mientras lo golpeaba con un cinto en distintas partes del cuerpo”, relató el fiscal Iglesias. “Por su parte, el hombre con el que está en pareja le efectuó numerosos golpes de puño y patadas en todo el cuerpo y luego le golpeó la cabeza contra la pared”.
Por los golpes que sufrió, el niño tuvo severos traumatismos que provocaron su muerte horas después en el hospital de Niños, donde los médicos trataron de reanimarlo pero no pudieron. Sufrió cinco infartos durante el proceso y finalmente murió a causa de la paliza.
Para el fiscal Iglesias, es claro que “tanto la mujer imputada como su pareja actuaron intencionalmente con el fin de causarle la muerte a la víctima o, cuanto menos, conociendo, asumiendo y aceptando como posible dicho resultado”.