En un procedimiento de control y prevención de consumo de estupefacientes en plazas y lugares públicos, personal de la sección Inteligencia Zona Sur de la Policía antinarcóticos provincial descubrió a dos jóvenes en plena tarde con un miniarsenal de proyectiles militares en el baúl de un auto en barrio Azcuénaga, dijeron fuentes policiales. Una hipótesis de los pesquisas es que estaban en el lugar a la espera del comprador del cargamento.
Según fuentes policiales, en la tarde del miércoles pasado el personal de ex Drogas Peligrosas estaba abocado al recorrido de lugares públicos para prevenir el consumo de sustancias ilícitas. Alrededor de las 18, los policías, quienes contaban con la identificación oficial tanto en sus uniformes como en los tres vehículos, llegaron a inmediaciones de la plaza de Cerrito y Camilo Aldao. Cuando pasaron por pasaje Telsa al 2000, a la altura del ingreso del Club Ateneo Infantil La Rocca, vieron a un muchacho que estaba sentado como acompañante en un Peugeot 307 negro hablando con otro joven, sentado en el cantero de la vereda. Quien estaba fuera del vehículo al divisar la caravana policial se levantó y comenzó a caminar con dirección a la plaza, describieron los voceros. En el apuro, el joven dejó atrás la billetera y el celular en el capó. El interlocutor se bajó del auto para ver qué era lo que había asustado a su amigo y luego lo imitó y comenzó a apurar el paso para el mismo lado. Los uniformados dieron la voz de alto y los sospechosos quedaron detenidos, describieron los pesquisas para agregar que, en ese momento, el conductor de un Volkswagen Gol Trend negro con ocupantes aceleró y eludió el control policial por Cerrito hacia el oeste.
De acuerdo con la investigación, los muchachos fueron identificados fueron Raúl Agustín G., de 18 años, y Ángel Gabriel R., de 22, quienes no presentaban antecedentes. Sin embargo, en una requisa de rutina al Peugeot hallaron en el baúl y debajo de una frazada una granada para fusil Fal de 40 milímetros, un proyectil punta perforante con estuche de transporte original y de fabricación española con cartucho a propulsión, una granada para fusil Mauser antitanque carga hueca de 62 milímetros con su cartucho propulsor en su envase de transporte original, un fusil calibre 308 con mira telescópica, un revólver calibre 22 con numeración limada y 10 cartuchos en su interior, una pistola, 54 cartuchos para el fusil 308, 48 balas también para fusil Fal de Fábrica Militar FLB, dos portacartuchos junto con 15 proyectiles 6.35, todos en perfectas condiciones y aptos para su uso.
Voceros relacionados con el caso indicaron que una de las hipótesis es que, por el estado en que estaba preparado el miniarsenal en el baúl, los apresados estaban en el lugar a la espera de un comprador. “No se puede poner un valor al cargamento porque son armas militares. No se venden. Podrían haber pedido 50 mil pesos o más, no se sabe. Lo que está comprobado es que son armas muy potentes. El fusil que incautamos puede ser modificado para tirar las granadas, que tienen un alcance de 300 o 400 metros”, describió uno de los investigadores sobre la potencia de estas armas.
Por su parte, el vehículo no presentaba pedido de secuestro y estaba a nombre de un tercero, del cual los pesquisas no informaron la situación procesal, por lo reciente que es la investigación. El material incautado y los detenidos quedaron a cargo del juez federal Marcelo Bailaque.
