Unos 130 kilos de cocaína fueron secuestrados este miércoles tras ser arrojados con un paracaídas desde un avioneta a un campo del partido bonaerense de Pergamino y cuatro personas quedaron detenidas como sospechosas de traficar la droga en la zona porteña del Bajo Flores, informaron fuentes policiales.
El procedimiento lo llevó a cabo el personal de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía de la provincia de Buenos Aires, en una causa que tramita desde finales de agosto del año pasado en el Juzgado Federal 2 de San Nicolás, a cargo del juez Carlos Villafuerte Ruzo
Fuentes policiales informaron a Télam que la pesquisa arrancó sobre una banda dedicada a la comercialización de cocaína por parte de ciudadanos argentinos y bolivianos, domiciliados en el barrio 1-11-14 del Bajo Flores porteño.
La organización utilizaba como medio de transporte la vía aérea y traía la droga desde Bolivia a bordo de una avioneta para finalmente ser arrojada en zonas rurales, con previo acuerdo de los dueños de los campos.
A raíz de las intervenciones de 10 líneas telefónicas y tareas de campo, los investigadores identificaron a los cabecillas de la banda, una ciudadana de 47 años oriunda del país vecino, y a uno de sus hijos, junto a otros integrantes secundarios.
Según las fuentes, los policías montaron vigilancias encubiertas entre los maizales de un campo de la localidad de Rancagua, en Pergamino y distante de Rosario por 130 kilómetros, durante varias noches, debido a que se tenía conocimiento que viajaría una aeronave, pero por las condiciones climáticas no había hecho el trayecto.
Sin embargo, los efectivos que estaban apostados este miércoles observaron pasar la avioneta en cuatro oportunidades, hasta que arrojaron cuatro bultos de grandes dimensiones con paracaídas.
En ese momento, ya se encontraban también los investigados, quienes en ningún momento se percataron de la presencia policial y al acercarse a recogerlos fueron detenidos la presunta líder, dos jóvenes de 18 y 23 años y un ciudadano brasileño de 33.
El personal comprobó que dentro de los bultos había un total 132 kilos de cocaína distribuidos en panes, valuados en unos 790.000 dólares.
Además de ese cargamento, los investigadores secuestraron dos camionetas Volkswagen Amarok, cuatro celulares y cuatro handys.