Los incendios que se registraron en la provincia de Corrientes y Misiones desde el mes de enero impactaron en poblaciones de especies amenazadas. Ante esta situación, investigadores y técnicos del Conicet iniciaron un proyecto colaborativo -que involucra a varias instituciones públicas y privadas-, para evaluar los efectos de este desastre en los animales vertebrados.
La iniciativa busca estimar -mediante recorridos por las zonas quemadas- la densidad de animales muertos por los incendios, en particular de especies amenazadas y/o en peligro de extinción o que han sido recientemente reintroducidas en la ecorregión del Iberá. Para ello, configuraron una aplicación para teléfonos celulares que permite tomar información geolocalizada en terreno y generar automáticamente una base de datos. Mediante estas estimaciones y el procesamiento de imágenes satelitales que permitirán medir la superficie quemada y el momento en que ocurrieron, se podrá obtener una aproximación de los efectos del fuego en la fauna silvestre.
En el caso de los Esteros del Iberá, las áreas más severamente afectadas por el fuego fueron el Sector Norte, el corredor Mburucuyá-San Roque, Colonia Carlos Pellegrini, Lomada de Caa Catí a Mburucuyá y el Corredor Iberá-Mburucuyá. Estos sectores protegen especies amenazadas y/o en peligro de extinción. Además, albergan aves emblemáticas de la provincia, como el yetapá de collar, la monjita dominica, el tachurí coludo, los capuchinos, el atajacamino ala negra y el águila coronada, entre otros. En estas áreas se realizó también la reintroducción del guacamayo rojo y de muitú, así como la restauración de poblaciones de oso hormiguero y pecarí de collar. Asimismo, existen poblaciones de ciervo de los pantanos, aguará guazú, monos carayá y grandes concentraciones de carpinchos y diferentes anfibios y reptiles endémicos.
Sobre el proyecto, sus antecedentes e importancia
El fuego no ha sido considerado hasta ahora un fenómeno que pueda amenazar a las poblaciones de estos ambientes, donde hay frecuentes focos de incendios naturales. Sin embargo, ante el actual escenario de cambio climático global, conocer cuáles son sus amenazas sobre las especies animales y vegetales es muy importante para diseñar medidas de mitigación basadas en evidencia científica. Al respecto, un estudio reciente sobre los efectos de los incendios en la región del Pantanal brasileño en 2020, reveló que 17 millones de vertebrados murieron calcinados durante esa catástrofe, incluyendo mamíferos de gran porte como monos y ciervos, hasta pequeños reptiles y anfibios. El estudio colaborativo que se desarrolla en Corrientes apunta a tener una segunda estimación en un ambiente similar, aunque con un muestreo aún mayor que el realizado en Brasil.
Adrián Di Giácomo, investigador del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET – UNNE) y uno de los integrantes del proyecto resaltó que este estudio será un hito en la investigación científica de la ecología del fuego en Sudamérica. Por su parte, Diego Varela, profesional asistente del Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), compartió con preocupación su reciente experiencia relevando campos y malezales de la reserva privada Guazutí, que fue completamente arrasada por los incendios en la zona de Galarza. También anticipó que pudo observar la presencia del amenazado Venado de las Pampas alimentándose entre las cenizas de los rebrotes verdes. En el desarrollo de este importante trabajo también participa el Dr. Alejandro Giraudo, especialista del Instituto Nacional de Limnología –INALI –CONICET/UNL, quien explica que en las tareas en el terreno implementan “los censos por transectas lineales”, una metodología que se emplea al recorrer caminando las áreas quemadas para detectar los animales muertos a raíz de los incendios.
Esta iniciativa generará no solo un conocimiento fundamental para el manejo de los ecosistemas del noreste de Argentina, sino que además fortalecerá los lazos entre las numerosas instituciones que participan. Los grupos del CONICET que forman parte de este proyecto pertenecen –además del INALI-, al Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET – UNNE), el Instituto de Ciencias de la Tierra, Biodiversidad y Ambiente (ICBIA, CONICET -UNRC); quienes trabajan en forma conjunta con el personal técnico de la Administración de Parques Nacionales (APN), la Dirección Nacional de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (MAyDS), el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA) y la Fundación Vida Silvestre Argentina.