Los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata estuvieron a punto de hacer suspender el partido, cuando a los 42 minutos del segundo tiempo rompieron una parte del alambrado de la popular local en el estadio del bosque.
Si bien el descontento se hizo sentir tras el segundo gol de Newell’s, a través de insultos a algunos jugadores y el entrenador Angel Cappa, recién sobre los 42 los hinchas ubicados en la tribuna local comenzaron a romper una parte del alambrado, algo que lograron rápidamente.
Ante esta situación, el árbitro Carlos Maglio detuvo el juego y esperó el desarrollo de los acontecimientos en la mitad de la cancha junto con los jugadores.
Para evitar una invasión de la cancha, algo que en algún momento se vislumbró, el jefe del operativo hizo ingresar al campo de juego a un nutrido grupo de efectivos policiales, quienes se ubicaron frente a la tribuna.
Después de una espera de siete minutos y viendo que gran parte del público se alejaba de la zona, Maglio hizo seguir el partido, sin que volvieran a registrarse movimientos agresivos en esa grada.
El problema surgió porque este revés complica en demasía a Gimnasia en la tabla de los promedios, en la que se halla, de momento, en zona de descenso directo.