El clásico se vio empañado por los enfrentamientos entre los integrantes de la barra brava de Newell´s, que se disputan el poder hace varios meses.
En el entretiempo, se agarraron a golpes de puños en la platea baja que da espaldas al Hipódromo y luego continuaron fuera del estadio «Marcelo Bielsa».
Producto de esa disputa, se abrió una puerta de la platea lateral para que quienes no estaban involucrados se vayan de ese sector más conflictivo, mientras que el resto de los hinchas presentes en el estadio silbaban la actitud de los barras.
En el complemento siguieron los problemas en la tribuna local. Un puñado de la barra brava local se subió al alambrado del arco de Newell´s durante tres minutos a los 28 y el juez suspendió el partido hasta que se bajaron.