El subsecretario de Seguridad Preventiva de Santa Fe, Diego Llumá, adelantó que la provincia incorporará cámaras con sensores que permiten el reconocimiento facial para identificar prófugos como una de las nuevas medidas para prevenir los delitos en las grandes ciudades y así aliviar el trabajo de los efectivos y “fomentar su creatividad”. Se trata de una fuerte apuesta tecnológica con un abordaje integral, a implementarse en Rosario y la ciudad de Santa Fe en los primeros meses de 2021 y financiada por la partida presupuestaria de 3 mil millones de pesos que enviará la Nación a Santa Fe para invertir en seguridad.
“Es una herramienta de un ecosistema tecnológico que estamos importando. El reconocimiento facial no se trata de una solución aparte, sino de un sistema de estrategia policial, mediado por algoritmos, que no es experimental y que ya se implementa en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba)”, aseguró Llumá, quien además de funcionario del Ministerio de Seguridad, es especialista en comunicación política, periodista e investigador especializado en áreas de seguridad pública y defensa nacional.
Llumá dijo que este abordaje integral forma parte “de las tres leyes de Marcelo Sain –ministro de Seguridad de Santa Fe– para la modernización de la estructura policial, que el gobernador Omar Perotti puso a consideración del Poder Legislativo”.
La tecnología se financiará con los 3000 millones de pesos que el presidente Alberto Fernández anunció para la provincia, de acuerdo a lo informado desde el Ministerio de Seguridad.
“Lo que estamos trayendo es una restructuración y modernización de las formas de actuar de la Policía, con la incorporación de tecnología para cambiar los procesos del trabajo. La incorporación de las cámaras de reconocimiento facial no es una medida aislada sino parte de un nuevo ecosistema policial y de seguridad”, señaló Llumá.
El funcionario agregó que “a través de distintas bases de datos se alimentará un sistema que actuará de manera preventiva. A través de cámaras, drones o teléfonos celulares se buscará identificar a personas prófugas o con pedido de detención”.
En ese marco de nuevos enfoques de policiamiento, “la implantación –describió Llumá– de los nuevos sensores, llamémosle cámaras, que se van a instalar en Rosario van a servir, entre otras cosas, para facilitar la tarea que hacen los policías para tratar de identificar a los prófugos. Ese es el reconocimiento facial, que es un mecanismo que permite analizar rostros con una base de datos (biométrica y antropométrica) que es de la Justicia y que se conforma con requerimientos de los jueces”.
Según adelantó el subsecretario de Seguridad Preventiva, los sensores serán fijos y móviles y trabajarán con un sistema de inteligencia artificial que enviará los patrones de identificación a la base de dato de prófugos, incluido Tribuna Segura, y las comparará con las fotos de prófugo de diferentes delitos.
Así se busca explorar y mejorar “la manera en que nos apoyamos en la tecnología para fomentar las tareas que tradicionalmente hace la Policía. Los viejos policías estaban acostumbrados a un perfilamiento analógico. Lo hacían y lo siguen haciendo: tienen esa capacidad de ser muy buenos en matchear (cotejar) rostros con las fotos de los prófugos. Ahora, las sociedades conectadas tienen estos dispositivos. Nosotros queremos mejorarlos para potenciar esa tarea artesanal que a escala humana, hoy por el volumen demográfico, resulta más difícil”.
El subsecretario indicó además que durante los últimos meses se capacitó al personal policial para el manejo de estas nuevas tecnologías. Añadió que este sistema está en vigencia en la ciudad de Buenos Aires y tiene propósitos multiagenciales, no sólo referidos al ámbito penal o de seguridad preventiva.
Multiagencial
Las nuevas cámaras que van a permitir “perfeccionar las tareas que hacen las cámaras de vigilancia en espacios públicos” con una función preventiva, mientras que el sistema será útil para los municipios en el trabajo de planificación.
“El sistema –dijo Llumá– brinda un mejor ordenamiento no punitivo de los flujos de las ciudades, que va a permitir mejor información de dónde se producen las circulaciones y qué tipo de obstáculos hay para el desarrollo de un tráfico de vehículos sustentable, por ejemplo. Hay ciudades que a través de estos sensores –que anticipan meteorología o saben que habrá un corte– podrán regular de manera automática los semáforos”.
“El sistema que traemos está en condiciones de innovación permanente, con un núcleo básico en el Centro de Operaciones Policiales (COP) desde donde se recogerán denuncias y se despacharán recursos, desde móviles hasta ambulancias o autobombas, en el mediano plazo, en toda la provincia”, remarcó.
“El uso que hagamos de la data permitirá anticipar escenarios de delitos. La volatilidad del crimen y sus adaptaciones necesitan una intervención en tiempo real. Esto permitirá este sistema. Si tengo un matcheo (cotejo positivo) de un prófugo en un punto de la ciudad, puedo desplazar el recurso policial más cercano”, analizó Lluma.
Estándares tecnológicos
“Estamos armonizando estándares tecnológicos. En el inicio de nuestra gestión, convivían sistemas de cámaras en la vía pública de la provincia –del sistema 911– y de la ciudad, que tenían estándares más bajos, analógicos y una performance muy baja para identificar rostros. Por ejemplo, el 911 veía las cámaras de la ciudad, pero no podía rebobinar”, cerró el funcionario.
