Los nueve detenidos en el operativo que llevó adelante la Fiscalía Federal de Rosario el pasado jueves fueron indagados como parte de una banda dedicada a la comercialización de estupefacientes agravado por la cantidad de personas. A pesar de que en los operativos, los pesquisas enumeraron los roles que tenían cada uno, en especial la jefatura que recayó sobre un veterano en las crónicas policiales por narcotráfico, la Justicia Federal no individualizó ningún rol en particular y los acusó a todos por la droga encontrada en cada uno de los allanamientos. Por parte de la defensa, se presentaron los pedidos de excarcelaciones.
Según fuentes policiales, la investigación a cargo del fiscal Marcelo Degiovanni subrogante en la Fiscalía Federal Nº 3 de Rosario comenzó en enero pasado y se enfocó en uno de los eslabones más bajos de la cadena: los proveedores para el narcomenudeo. La pesquisa fue dirigida a Luciana Alcira P., conocida en la zona norte como Vieja. Ella había sido detenida en junio de 2015, acusada de comandar una banda que se dedicaba al menudeo de droga, donde quedó con prisión domiciliaria. La mujer ya contaba con antecedentes por tenencia ilegal de arma de fuego, estafa y falsificación de moneda.
Los pesquisas explicaron que con escuchas telefónicas lograron obtener una base de datos con las operaciones de cada uno y luego de nueve meses, el fiscal solicitó al magistrado del Juzgado Federal N° 3, Carlos Vera Barros, órdenes de allanamientos para seis viviendas. Fue en ese marco que el jueves pasado personal policial de la Unidad Regional II detuvo a seis hombres y tres mujeres. Los dos más importantes fueron en: Rossini al 1300 donde encontraron un ladrillo de cocaína de 400 gramos, y fue arrestado José Luis “Pepón” S., de 52 años –sindicado jefe de la organización– junto a sus dos hijos; en Nansen al 500 donde cayó La Vieja y su hijo Marcelo F., de 55 años y en 3 de Febrero al 2300, en el cual fue apresado Eduardo Fabián “Polaco” G., de 50 años, a quien le incautaron dos bolsas de cocaína de máxima pureza. En los restantes atraparon a los encargados de regentear los bunkers, identificados como Cristina G., de 48 años, a Silvia R. de 57 años y a Franco P., nieto de la Vieja.
En ese marco, anteayer se realizaron las indagatorias en el Juzgado Federal N°3 de Rosario donde el magistrado Vera Barros sindicó como parte de una banda dedicada a la comercialización agravada por la cantidad de personas y les atribuyó a todos lo secuestrado en cada uno de los allanamientos a las viviendas. En la audiencia, no se especificaron roles.
Por su parte, los acusados se abstuvieron de declarar y pidieron las excarcelaciones. En tanto, una fuente cercana al sindicado jefe de la banda deslizó que el ladrillo de cocaína de máxima pureza que las fuerzas provinciales incautaron en la casa del supuesto líder fue plantado.
Viejos conocidos
El Polaco cayó a finales de 2007 en seis allanamientos cuando el personal de Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo apresó en su casa de Reconquista al 2200 y lo sindicó como el jefe de la banda, quien importaba la droga de Bolivia.
En tanto, el apodo Pepón resonó cuando se dio a conocer la investigación de la ex jueza Laura Inés Cosidoy, en la cual fue detenido en 1993, en un caso en el cual estuvieron señalados ocho policías. En esa pesquisa, Pepón era socio de Jorge Halford, quien en 2011, en medio de un juicio por drogas, aseguró que el mercado narco de Rosario y sus alrededores era manejado por los agentes antinarcóticos provinciales. En un momento, los cabecillas se pelearon por una mejicaneada. Desde ese momento, la magistrada señaló a Pepón como jefe de la banda dedicada al narcomenudeo y también sindicada como la encargada de hacer el enlace con las fuerzas policiales. Esa causa tomó repercusión nacional por las amenazas que sufrió la jueza, que terminaron con una balacera a su casa y que tuviese que movilizarse con un chaleco antibalas por toda la ciudad. Además a partir de allí, denunció a varios policías por complicidad.