Militantes de partidos de izquierda y estatales se reunieron frente a la sede del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para realizar un «abrazo» simbólico al organismo antes de que se conozca la inflación de enero. El índice será difundido esta tarde en medio de los cruces entre el Gobierno y la oposición por la suba de precios.
Diferentes estimaciones de consultoras ubicaron a la inflación del mes pasado entre el 2,2 (Ecolatina y Finsoport) y el 2,3 por ciento (Buenos Aires City), aunque se estima que los números oficiales serán inferiores a esos porcentajes, como ocurre desde que se intervino el INDEC hace ya tres años.
El rebrote inflacionario fue relativizado por el ministro de Economía, Amado Boudou, para quien hay un «reacomodamiento de precios relativos» y por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien sostuvo que las subas no son generalizadas sino que se circunscriben a la carne vacuna.
Al respecto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner admitió que la carne «ha subido y mucho», pero lo atribuyó a las lluvias y a una supuesta decisión de los productores de retener hacienda para engordarla. En cualquier caso, la carne vacuna tiene una participación del 6,197 por ciento en el total de la estructura del IPC, por lo que si aumentara un 10 por ciento incidiría en 0,62 punto porcentual en la inflación total. Las explicaciones oficiales tuvieron una réplica esperada desde los dirigentes de la oposición, pero también de figuras del propio oficialismo, como el secretario general de la CGT y vicepresidente segundo del PJ, Hugo Moyano, y el gobernador de Tucumán, José Alperovich.
Por su parte, la coordinadora del Centro de Investigaciones Buenos Aires City, Graciela Bevacqua, sostuvo que los aumentos de precios producidos en las últimas semanas «no responden a un reacomodamiento» de los valores relativos, como afirmó Boudou, sino que «hay una generalización de la inflación». De todos modos, afirmó que «no hay explicación para que todo suba en simultáneo».
