La empresa Vicentin renunció en forma “indeclinable” a su condición de asociada a la Bolsa de Comercio de Rosario, con dura críticas a la actual conducción de la entidad, que en las semanas previas inició un sumario disciplinario sobre las actuaciones de la firma concursada. La decisión fue comunicada por la agroexportadora de Avellaneda a través de una carta firmada por su apoderado Santiago Ramos y dirigida al presidente de la Bolsa, Daniel Nasini.
Ahora, la entidad bursátil analiza los pasos a seguir respecto del sumario disciplinario que lleva adelante sobre Vicentin y que está vinculado a las diferentes causas penales que se tramitan en la Justicia provincial sobre el presunto vaciamiento de la empresa oriunda de Avellaneda.
En la carta dirigida a Nasini, Vicentin sostiene que “si bien es cierta la existencia de denuncias de terceros ampliamente difundidas por medios de prensa locales, ni la sociedad ni los miembros del directorio han sido imputados, ni procesados, ni mucho menos condenados por sentencia firme, rigiendo a tal respecto la presunción de inocencia consagrada por las normas constitucionales y legales respectivas”.
Para entender la salida de Vicentin de la entidad bursátil, hay que remontarse un año atrás, cuando la Bolsa estaba presidida por uno de los hombres fuertes de la firma nacida en Avellaneda: Alberto Padoán. Tras la declaración del default, en diciembre de 2019, Padoán renunció a su cargo en la Bolsa y desde entonces la relación entre la cerelaera y la entidad con base en Rosario se rompió para siempre.
La gota que rebalsó el vaso fue la presentación fuera de término del balance 2019 ante el Juzgado de Reconquista donde se tramita el concurso de acreedores. Muchos socios de la Bolsa plantearon la necesidad de despegarse de Vicentin, a la luz de las pruebas que daban cuenta de maniobras oscuras por parte del directorio de la agroexportadora; incluso la empresa de Hugo Grassi,acyual vicepresidente de la Bolsa, presentó una denuncia penal contra Vicentin.
Así las cosas, a través de una carta firmada por su apoderado, Vicentin dejó la entidad. El inicio del sumario administrativo por parte de la Bolsa precipitó la salida. Ese sumario persigue el objetivo de “investigar su comportamiento comercial, profesional y ético y la posible comisión de conductas reprochables estatutaria o legalmente”.
En su carta de renuncia, la empresa de Avellaneda se lamenta de que la propia Bolsa se haya hecho eco de las causas judiciales que investigan los posibles delitos de estafa y fraude –entre otros– y afirma que rige “la presunción de inocencia” para todos sus directivos.
“La iniciación del sumario disciplinario por parte de esa institución claramente contradice el mentado principio constitucional, causando a la sociedad que represento y a los miembros del directorio, gravamen irreparable que afecta su buen nombre y honor, pues no media en el caso comisión de ilícito penal de ninguna especie y mucho menos inconducta comercial y/o profesional y/o ética y/o afectación de disposiciones estatutarias y/o reglamentarias de esa entidad”, agrega el apoderado de Vicentin en la nota de renuncia.
“Los señores directores –continúa la carta– conocen la trayectoria y transparencia que ha caracterizado el comportamiento comercial de Vicentin desde hace noventa años. Conocen además las dificultades que viene atravesando el sector y saben la manera en que ellas nos han afectado de modo particular. Lo que no conocen adecuadamente y hubiera sido deseable que investigaran en forma previa a esta apresurada decisión, son los cuestionables intereses que guían a multitud de fantasiosos denunciantes que, con mayor repercusión en medios periodísticos antes que judiciales, claramente buscan sin disimulo obtener privilegios particulares que la ley les niega en el marco de la igualdad de acreedores que debe regir el concurso preventivo”.
“Lamentablemente –sigue el texto– los señores directores parecen haber dado crédito a aquellos reclamos sin asumir respecto de ellos una actitud de prudencia o equidistancia. Simultáneamente, tampoco podemos dejar de destacar que muchos de los integrantes de aquel órgano ejecutivo reflejan un evidente conflicto de interés en el caso, que a la vez los obligaba a no embarcar a una institución señera como lo es la Bolsa de Comercio de Rosario, en contiendas particulares y ocasionales entre sus socios. Y ello es así, en razón de erigirse dichos directivos en accionistas de empresas que resultan ser acreedoras de mi representada e igualmente tener la intención de asumir el rol de acusadores en los procesos penales en trámite, circunstancia que sin dudas fortalece nuestro convencimiento en relación a la falta de objetividad de aquellos en la toma de todas las decisiones pasadas y futuras que se adopten en lo concerniente al comportamiento de Vicentin”.
Un detalle no menor que el apoderado de Vicentin les hizo notar a los actuales responsables de la Bolsa: el artículo 17 del Estatuto exige la calidad de “asociado” para la sustanciación de sumario disciplinario; cesada dicha calidad, cesa también la posibilidad de sancionar al “no asociado” y se impone el archivo del sumario instruido. “Por tanto, corresponde y solicito se tenga presente la renuncia indeclinable formulada en este acto por Vicentin al carácter de asociada activa y se ordene el archivo del sumario disciplinario ordenado por la resolución de mesa ejecutiva número 9/2020”, finaliza la carta.