Dirigentes de Independiente denunciarán hoy a River en la AFA, por destrozos perpetrados en el estadio Libertadores de América el sábado último. Desmanes, roturas, robos, incidentes y actos de patoterismo se vieron dentro y fuera del estadio con motivo del paso de River por Avellaneda para visitar a Deportivo Merlo, por la sexta fecha de la B Nacional.
Mauricio Pellicena, Gerente General de Independiente, explicó que «River deberá pagar los daños a Independiente», luego de haber comprobado las roturas en el remodelado estadio. Aclaró que los exaltados «no ingresaron a los palcos», las instalaciones más costosas del escenario rojo.
«Los destrozos fueron al final del partido, ni quiero pensar qué hubiera pasado si perdían…», reflexionó el dirigente. Explicó que el informe a la AFA será elevado una vez que sea labrada un acta con un escribano y dentro de los cinco días.
«River tendrá que hacerse cargo de pagar todos los daños ocasionados por su público», enfatizó. Incluso formuló declaraciones el presidente rojo, Julio Comparada, quien señaló: «Nosotros alquilamos varios estadios cuando estábamos renovando el nuestro y en ninguno provocamos roturas. Voy a hablar con Daniel Passarella porque este tipo de hechos no pueden repetirse».
Este es un nuevo capítulo de la violencia de los hinchas de River, que en esta fecha pudieron volver a presenciar los partidos que disputó su equipo.
El sábado provocaron en Avellaneda varios incidentes y las denuncias de comerciantes que trabajan cerca del estadio de Independiente indican que el grado de irracionalidad fue altísimo y que la Policía fue desbordada.
Por otra parte, Independiente destacó también el correctísimo comportamiento de la gente de Merlo, cuyo club (el Deportivo) alquiló el estadio.
El sábado, la Tribuna Baja Norte estuvo desbordada con más de 14.000 personas, cuando entran allí 12.000 espectadores de pie e incómodos. Esta capacidad no es habilitada ni siquiera cuando juega allí el dueño de casa, Independiente, pero en este caso estuvo repleta la calle interna de circulación, precisaron los dirigentes rojos.
River llenó toda su popular y afuera aún había más de 3.500 personas aproximadamente, esgrimiendo sus respectivas entradas «compradas correctamente», según argumentaron los afectados, que se quedaron afuera.
Sin embargo, no los dejaron entrar a las plateas y eso provocó la indignación de los hinchas, que entonces comenzaron a enfrentarse con la Policía y a destruir todo negocio con el que se encontraban.
«Con la calle Alsina invadida de público de River, los hinchas llegaron hasta el Complejo de Tenis Rojo, creyendo que por ahí habría un ingreso al Estadio», explicó una testigo de los hechos. La dueña de un local comercial, contó que llegó a tiempo para cerrar las precarias puertas de alambrados, «entonces, llovieron piedras».
Así quedaron dañados algunos automóviles dentro y fuera del estacionamiento, la Policía se vio desbordada y un móvil también sufrió destrozos, expresó la dueña del Restaurante del Tenis (Alsina y casi Siete Puentes) al programa partidario «¡Independiente, el Gran Campeón!».
En el otro extremo de la calle Alsina (en relación con el Estadio Rojo), la propietaria del «Quiosco de las Milas» (Alsina casi esquina Bochini) comentó: «Fue una auténtica batalla campal. Los hinchas de River llegaban en masa y fueron contra la policía que respondió con balas de salva».
«Intentaron ingresar a nuestro local para robarnos la mercadería, pero pudimos cerrar la a puerta. Nos rompieron el cartel de hierro muy duro que quedó afuera, todo un desastre. Allá al fondo en el Tenis también hubo un lío bárbaro», apuntó.