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Industria automotriz viene en marcha atrás rápida y furiosa

La caída en las ventas de unidades combinada con el aumento de la incidencia de importados generó una merma en la producción nacional y disparó suspensiones y despidos en las terminales. El sector representa el 6% del empleo industrial del país y el 1° del total de trabajadores registrados

A nadie escapa la importancia que el complejo automotriz-autopartista tiene para nuestro país a nivel de valor agregado, encadenamiento productivo, redes de proveedores, empleo y comercio exterior. La cadena automotriz-autopartista consta de tres partes:

1) Producción de autopartes, componentes y neumáticos.

2) Producción de vehículos automotores. La realizan diez terminales (Fiat, Ford, General Motors, Honda, Iveco,

Mercedes-Benz, Peugeot-Citroën, Renault, Toyota y Volkskswagen). De ellas emanan el 53% de los automóviles, el 43% de los utilitarios y el 4% de transporte de carga y pasajeros.

3) Los concesionarios.

Con todo, vemos que estamos frente a un vasto y complejo sector industrial que impone la necesidad de estudiarlo para dotar tanto al técnico como al funcionario público con las herramientas teóricas en pos de solucionar problemas económicos tanto de coyuntura como de estructura.

El factor trabajo en la industria

A nivel general el complejo automotriz aglutina un 6% del total del trabajo industrial y el 1% del empleo privado registrado. Pero la evolución del empleo experimentó una fuerte y pronunciada caída entre finales de 2015 y el último registro disponible (primer trimestre de 2018) y lejos parece haber quedado del punto más alto en nivel de empleo, alcanzado en 2012, cuando la industria absorbía 88.663 trabajadores. Solo entre el primer trimestre de 2015 y 2018 la pérdida de puestos laborales en el sector ascendió a 4.469, es decir una reducción del 5,51% en la plantilla de personal.

El marcado decremento del empleo a partir de primer trimestre de 2016 responde al modelo económico del gobierno de Cambiemos. Resultaría amañado tratar de explicar alguna caída sin tomar en cuenta el trasfondo económico y las sucesivas medidas que ha adoptado el equipo económico de la hora.

Ahora bien, poniendo el acento en el interior de la rama el sector más perjudicado, con una merma de más de 2.500 puestos de trabajo, es la fabricación de partes, piezas y accesorios. Este último, constituido en una amplia mayoría por empresas pyme. Resulta interesante resaltar que el rubro fabricación de vehículos haya sido el que más cantidad de empleos prescindió (-2.288) siendo que son las grandes terminales automotrices las que se encargan de la producción de vehículos. Es decir, las empresas más pequeñas, junto con las grandes, son las que mayor destrucción de puestos laborales evidenciaron.

Gestión Cambiemos

Cuando analizamos la trayectoria de las principales variables entre el año 2015 y el año 2018 pueden observarse claramente tres procesos interrelacionados: el primero relacionado con la caída de la producción de vehículos, el segundo vinculado a la caída de las ventas de automóviles producidos localmente y, en tercer lugar, un aumento de la participación de los automóviles de origen importado en el mercado nacional.

En el último período el crecimiento de las exportaciones (+27,9%) principalmente a Brasil dinamizó la producción (+3,7%). Por otra parte, se puede observar una considerable retracción de las ventas de cara al mercado interno (-16%) con una abrupta caída del 19,3% en vehículos nacionales y un -14,7% en de automóviles importados. Esta última caída puede ser explicada por los impactos de la devaluación cambiaria suscitada a partir de marzo del corriente año.

Por último, resulta central señalar que la participación de las importaciones sobre las ventas totales. Del 53,8% relevado en los primeros diez meses del año 2015 se pasó al 71,7% en el mismo período de 2018, es decir, casi 20 puntos porcentuales en tan sólo 3 años, lo que implica un claro reemplazo de producción nacional por producción importada.

Centro de Economía Política Argentina

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