Un grupo de docentes difundió contenidos pedagógicos a sus estudiantes a través de una radio barrial de Rosario ante la imposibilidad de dictar clases presenciales impuesta por la pandemia de coronavirus.
Fue, coincidieron integrantes de ese grupo, «para no perder el vínculo con sus alumnos y superar la brecha tecnológica y de conectividad».
Se trata de maestras de la Escuela N°1226, ubicada en el barrio Cristalería de Rosario, quienes participan del programa nacional Acompañar-Puentes de igualdad, y del provincial Verano Activo.
Además de sus especificidades, ambos tienen un objetivo en común: promover la revinculación de los estudiantes a través de recursos, proyectos institucionales y diversificación de propuestas pedagógicas.
«Decidimos hacer un programa de radio ante la problemática de que los chicos iban perdiendo el vínculo con la escuela en medio de la pandemia y para saltar la brecha que genera la falta de conectividad a internet y de computadoras o celulares», relató la docente Ariana Curso.
A la escuela asisten alumnos de la zona norte de Rosario, y sobre todo de la zona rural de Nuevo Alberdi, por lo que «a los chicos les cuesta muchísimo llegar, por eso al estar en pandemia nosotros nos acercamos a ellos visitando sus casas en presencia y a través de nuestras voces con la radio», contó.
«Fue gracias a Ana, la mamá de un alumno que nos ofreció un espacio en su radio barrial y a la iniciativa de diferentes compañeras que logramos sostener todo el año un programa de radio de tres horas semanales para tratar de llegar a los chicos que estaban sin comunicación con la escuela», indicó.
La radio resultó «un éxito», significó un herramienta importante que las docentes utilizaron para acercarse a los chicos y las familias en los primeros momentos de la pandemia hasta que llegaron los programas de revinculación nacionales y provinciales, que dotaron de recursos y de lineamientos institucionales a las docentes.
«El proyecto del programa radial perseguía un fin pedagógico para poder brindarles contenidos a los chicos y uno afectivo de contención emocional y reconocimiento», explicó.
«También teníamos consignas que pasábamos por WhatsApp a las familias y cada uno grababa a sus chicos y nos pasaban los archivos para que salieran al aire en cada programa», destacó la maestra.
«Los alumnos podían escucharnos a nosotras y también podían escucharse a sí mismos. Eso los entusiasmó mucho y conservó su vinculación con el conocimiento y la escuela», enfatizó.