La inflación fue del 20,6% en enero y en un año alcanzó el 254,2%, informó el Indec. En tanto, una familia tipo necesitó $596.823 para no ser pobre y $285.561 para no ser indigente.

La división de mayor aumento en el mes fue Bienes y servicios varios (44,4%), producto del incremento en artículos de cuidado personal.

Le siguieron Transporte (26,3%) –por las subas en transporte público y el arrastre del aumento de combustibles– y Comunicación (25,1%), por el alza en servicios telefónicos y de internet.

La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%).

Al interior de la división se destacan las subas de Carnes y derivados y Pan y cereales.

Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en enero fueron Prendas de vestir y calzado (11,9%) y Educación (0,9%).

A nivel de las categorías, Regulados (26,6%) lideró el aumento seguida por el IPC Núcleo (20,2%), mientras que Estacionales registró un incremento de 16,2%.

El IPC había registrado en diciembre una suba de 25,5%, cerrando el año con un incremento del 211,4% en los precios. 

Ese registro del último mes del año en Argentina fue el más alto desde marzo de 1990 y la inflación interanual se colocó como la mayor desde mayo de 1991.

En noviembre, el salto del IPC había sido de 12,8%.

Por su peso en la construcción del índice, la división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%). Al interior de la división se destacan las subas de Carnes y derivados y Pan y cereales.

Por debajo del nivel general se ubicaron las divisiones de Salud (20,5%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%), Restaurantes y hoteles (19,4%), Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (14%), Prendas de vestir y calzados (11,9%) y Educación (0,9%, en pleno receso estival).

En la comparación regional, la Patagonia fue la que se ubicó al tope: 24,2% de inflación en enero. Le siguieron Cuyo (22,3%), Noroeste (21,7%), Región Pampeana (21,2%), Gran Buenos Aires (19,6%) y Noreste (19,5%).

Con la publicación de este miércoles se verificaron las estimaciones privadas, que habían anticipado que la suba de precios se ubicaría en un rango de entre 20% y 23%, por debajo del número oficial del mes anterior.

En las predicciones hablaban de una pequeña desaceleración en la tercera semana del mes como la clave para el leve descenso.

Por su parte, el primer Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del año del Banco Central, publicado en los últimos días, mostró que los economistas que participan de este sondeo calcularon una inflación mensual de 21,9% para enero (-3,1 puntos porcentuales respecto al REM anterior).Para febrero estimaron una inflación mensual de 18% y para el año de 227%.

En la previa, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el gobierno está «entusiasmadísimo» con «todo el trabajo que se está haciendo» para desacelerar los actuales niveles de inflación, aunque remarcó que «claramente falta mucho por recorrer» para que se pueda «sentir algo de satisfacción con estos números».

En una conferencia de prensa ofrecida en la Casa Rosada, Adorni reiteró que «no hay mejor batalla contra la inflación que pulverizar el déficit fiscal y terminar con la máquina de hacer billetes», aunque también advirtió que los efectos de «los cambios en la política monetaria y fiscal llevan tiempo» para que se reflejen en una estabilidad de los precios.

La canasta básica ronda los $600.000