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Informe oficial marca deficiencias y falta de inversiones en el aeropuerto de El Palomar

El Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos calificó como "precaria" a la habilitación que le otorgó el gobierno anterior y aseveró que durante la pandemia "no es sustentable mantener tres estaciones aéreas comerciales operativas en el Área Metropolitana"

El Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) confirmó este lunes que el aeropuerto de El Palomar «no se encuentra cerrado»; calificó como «precaria» a la habilitación que le otorgó el gobierno anterior y aseveró que durante la pandemia «no es sustentable mantener tres aeropuertos comerciales operativos en el Amba (Área Metropolitana de Buenos Aires)».

El comunicado firmado por el ministro de Transporte, Mario Meoni; el titular del ente, Carlos Lugones Agnase, y su vicepresidente, Fernando Muriel, indicó que «los efectos de la pandemia covid-19 en la industria de viajes y turismo provocaron cierres de fronteras y una caída sin precedentes en la cantidad de pasajeros transportados».

El informe, al que este lunes accedió Télam, se indica que la pista «está hecha de losas de hormigón, que presentan un altísimo nivel de deterioro».

Agrega que «hoy, las aeronaves deben ser remolcadas debido al riesgo de ingesta, producto del desgrane de piedras de las losas de hormigón existentes».

También se consigna que durante la gestión de Mauricio Macri «el Estado se encargó de desviar fondos y recursos, destinados previamente para ser aplicados en aeropuertos del interior del país, para adecuar a El Palomar a las necesidades requeridas para la operación de las low cost».

El texto concluye que «el resultado final fue una solución precaria; una terminal de pasajeros con una superficie de 2.520 m2, y una terminal satélite de 462 m2. Sin parkings habilitados para pasajeros, un solo local gastronómico complementado con foodtrucks al aire libre sin resguardo climático para los pasajeros».

El documento precisa que «la operación demandó modificar la dotación de personal de distintos organismos públicos (AA2000, Eana, PSA, Aduana, Sanidad de Fronteras, Anac, Senasa, Migraciones), llegando a un total superior a los 200 agentes, agrupados en reducidos módulos de oficinas de dos pisos y complementados con containers precarios y baños químicos».

También señala que «previo a su inclusión en el Sistema Nacional de Aeropuertos (SNA), la línea aérea Flybondi presento un proyecto que comprometía inversiones por un monto no menor a los treinta millones de dólares. Esto no sucedió».

«Una vez adjudicadas las rutas, Flybondi no efectuó ninguna inversión en ese aeropuerto», precisa el documento oficial.

En el texto se consigna con precisión la inversión requerida para la operación de El Palomar, con valores a diciembre de 2019.

Allí se especifica que para la terminal de pasajeros y edificios de soporte se necesitan 1.957.637.358 de pesos; para la rehabilitación de pista, rodajes y plataforma 1.936.000.000 de pesos; y para la readecuación de baldamiento de la pista 17-35 59.866.499 de pesos. Esto da un total de 3.953.503.857 de pesos.

Sobre la política aerocomercial, se indica que «eliminaron el piso de cabotaje, liberalizando tarifas a modo facilitar estrategias de precios predatorios. Como consecuencia, todas las líneas aéreas que ofrecían servicios regulares ingresaron en una guerra de precios y dejaron de ser rentables».

«Quebró Sol, Avianca dejó de operar, Lasa apareció y se fue, Andes devolvió su flota completa de B737 en menos de un año y Norwegian Argentina como apareció se fue», se fundamenta en el informe dado a conocer.

Sobre la decisión de Flybondi de operar ahora desde el aeropuerto de Ezeiza se explica que «Flybondi, quien en la actualidad posee un único avión, acordó operar desde Ezeiza por qué en dialogo con el gobierno entendió que era inviable la operación desde el Palomar. Acordó además operar en el Aeroparque, con un amarre asegurado, una vez que en este se retome la operación».

Tres aeropuertos en el Amba no son sustentables

«En la Argentina, desde marzo, el tráfico cayó 98% versus el mismo periodo del año anterior», continúa el comunicado de Orsna. Ante esto, sostiene que «los principales organismos internacionales como Oaci (Organización de Aviación Civil Internacional), Iata (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), y ACI (Consejo Internacional de Aeropuertos) estiman que entre 2023 y 2024 se podría recuperar el volumen de pasajeros a niveles pre pandemia».

«Frente al contexto de esta crisis económica y sanitaria resulta indispensable optimizar los recursos económicos de todo el sector, garantizando los estándares de seguridad e higiene de la actividad aeroportuaria. Ambos objetivos se cumplen hoy concentrando la operación en Ezeiza, asegurando un corredor sanitario seguro ya acordado con todas las compañías aéreas», agregó el documento.

Advirtió que «el aeropuerto de El Palomar hoy no se encuentra cerrado, está operativo. Opera la 1ª Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina, cuyas aeronaves están técnicamente diseñadas y preparadas, por su misión, para operar en pistas de diversas características y condiciones. En su momento, habilitarlo como aeropuerto comercial fue una solución precaria para la operación de las líneas aéreas low-cost».

El Orsna remarcó que El Palomar posee «una terminal de pasajeros con una superficie de 2.520 m2, y una terminal satélite de 462 m2, contra los 30.000 m2 de Aeroparque y los 104.000 m2 de Ezeiza. Conservar las distancias sociales recomendadas por las autoridades sanitarias resulta imposible en el Palomar, y con un consecuente servicio al usuario deficiente para quien pudiera utilizarlo».

Añadió que «adicionalmente a lo expuesto antes, en virtud de la pandemia y la crisis económica que la misma generó, no es sustentable mantener tres aeropuertos comerciales operativos en el Amba».

«Teniendo a Ezeiza a 37 kilómetros y Aeroparque a 28 kilómetros, los dos aeropuertos más grandes y mejor preparados del país, se garantiza una operación segura y eficiente, en condiciones sanitarias optimas y con sobrada capacidad», añadió.

Puntualizó que «por los aeropuertos de la región del Amba en promedio anualmente el volumen de pasajeros se encuentra en torno a los 20 millones en condiciones normales. No resulta económicamente sustentable mantener tres aeropuertos operativos para una misma zona de influencia con ese volumen de pasajeros, las ciudades que en el mundo cuentan con dos o más aeropuertos movilizan volúmenes no inferiores a los 50 millones de pasajeros».

En el comunicado se detalla que «la propuesta del gobierno para las empresas «low-cost» fue de seguir operando manteniendo el acuerdo comercial, con la misma bonificación de tasas aeroportuarias que contaban en El Palomar, a efectos de garantizar los puestos de trabajo, la seguridad de la operación, la seguridad sanitaria de pasajeros y empleados, y también, cuidando los recursos y haciendo una asignación federal de las inversiones».

«En el contexto de la peor crisis mundial en la industria aerocomercial, las empresas «low-cost» que sobrevivieron al macrismo y a la pandemia acordaron que operarán, al igual que Aerolíneas Argentinas, desde el aeropuerto de Ezeiza y luego desde Aeroparque, cuando éste sea reinaugurado», afirmó el comunicado.

Aclaró que «tanto JetSmart como Flybondi, acompañaron y entendieron la propuesta del gobierno, comprendiendo la irracionalidad que implica en este contexto sostener un aeropuerto operativo para un número reducido de operaciones, con los gastos que ocasionan para el Estado, para las empresas y para organismos que deben prestar servicios como ser PSA, Migraciones, Anac, Aduanas, Sanidad de Fronteras, Eana, etc».

«Con el acuerdo alcanzado entre las autoridades nacionales y las líneas aéreas «low-cost», no solo el sistema adquiere mayor racionalidad, sino que estas empresas y sus pasajeros alcanzan una importante mejora en las condiciones de prestación del servicio y su operación. Además, a futuro podrán operar en el nuevo Aeropuerto Jorge Newbery», concluyó el Orsna.

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