Un informe realizado por el Área de Disidencias del observatorio MuMaLá da cuenta de 122 casos de violencia hacia el colectivo disidente/diverse en lo que va del año 2019 en todo el país. Los datos fueron recabados desde el 1 de enero hasta el pasado 17 de mayo, precisamente, el Día Internacional de lucha Contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género.
Desde el colectivo MuMaLá señalan que “a 7 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género, que ubicó a nuestro país a la vanguardia de igualdad de derechos a nivel internacional, seguimos siendo foco de violencia en el ámbito de la salud, la educación, y en gran parte de la sociedad, que mantiene su impronta heterosexual y binarista”.
Los tipos de violencia que fueron recabados son travesticidios sociales, crímenes de odio, violencia física y violencia verbal. Según se advierte, el 76% de los casos fueron dirigidos directamente al colectivo travesti/trans; mientras que el 24% restante fueron dirigidos a otras identidades diversas/disidentes.
Según se detalla en el relevamiento que dan cuenta de una denuncia cada 27 horas, en la provincia de Buenos Aires es donde más casos hubo (31) y luego sigue Caba con 19, continúa Salta (9), Córdoba (6), Mendoza (5), Entre Ríos (5), Santa Fe (4), Jujuy (3), Tucumán (3), Río Negro (3), La Rioja (2), Chubut (2), Santiago del Estero (2), San Juan (2) y uno en Formosa, Chaco, Catamarca y Corrientes.
En el informe también se detallan los casos de violencia institucional hacia el colectivo LGBTIQ durante el 2019, como así también los lugares específicos en los que la violencia se ejerce.
A través del informe, la organización detalla una situación de extrema gravedad que exige la intervención de «un Estado presente que de respuestas claras a las problemáticas que venimos sufriendo desde el colectivo diverse/disidente». «Exigimos al Gobierno la plena aplicación de la Ley de Identidad de Género, la Ley de Educación Sexual Integral y la Ley de Cupo Trans, entre otras, en todo el país» señalan mediante un comunicado.
Asimismo, señalan la necesidad de avanzar hacia «una sociedad libre de violencias donde podamos tener pleno acceso a espacios tan cotidianos como plazas, escuelas, universidades y hospitales sin ser violentadxs por ello».
Fuente: la Nueva mañana