Según explicaron a la agencia de noticias Télam voceros del EAN, la modificación de la norma que reemplazaría a la Ley 17.741 y sus modificatorias para producciones Audiovisuales Nacionales, consiguió el apoyo de 23 legisladores, tras su presentación hace tres semanas en la Cámara baja.
De esta forma, uno de los principales reclamos de la industria puede tener tratamiento formal durante 2023. Desde el referido espacio audiovisual hicieron hincapié en que este texto adecúa la normativa para que las nuevas tecnologías hagan su aporte a la producción local, tal como ya lo han hecho Francia, Suiza y España, entre otros países de Europa y el mundo.
En lo que respecta a los fondos, si se sanciona la ley como está contemplada en el proyecto, los usuarios no deberán asumir un nuevo canon y por lo tanto no encarecería el servicio, sino que el 10 por ciento del IVA que ya pagan los clientes de plataformas como Netflix o Amazon Prime Video, en vez de ir al Tesoro Nacional se direccionaría directamente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) para el fomento de producciones o coproducciones nacionales, lo que generaría un enorme alivio en uno de los sectores más golpeados, primero, por el macrismo y luego por la pandemia.
“Un proyecto de ley tiene la búsqueda de los consensos, al Espacio Audiovisual Nacional le tomó un tiempo largo en llegar a la suma. Hoy vamos a salir a buscar otros nuevos consensos y es una oportunidad de actualizarnos con las nuevas tecnologías y utilizando lo más sensible, que tiene de alguna forma esta ley, que es distribuyendo federalmente, democratizando los recursos, con esa equidad de género que hoy la sociedad está demandando”, dijo la diputada riojana del Frente de Todos, Gabriela Pedrali.
De los 23 diputados que impulsan su debate, 19 son del Frente de Todos (FdT), dos de la Unión Cívica Radical (UCR), uno del Frente Renovador y otro es de Encuentro Federal. A lo largo de los últimos dos años y medio, miembros del EAN visitaron provincias y se reunieron con sus mandatarios, para conseguir el apoyo de sus legisladores.
En este momento rige la norma sancionada en 1994, cuando el Parlamento promulgó la reforma de la Ley de Cine de la década del 50, la cual fue modelo para varias leyes en otros países y puntal para la explosión que vivió el séptimo arte en los últimos tiempos, con presencia en los principales festivales del mundo, en los Oscar y generando miles de puestos de trabajo.
La norma vigente creó el Fondo de Fomento, que le dio autarquía económica al Incaa, cuyos recursos devienen del 10 por ciento del precio de las entradas de cine y de otro canon que pagan al Enacom los canales de televisión.
La baja en la taquilla que llegó a su punto más complejo con el cierre de las salas por la pandemia y por lo mismo de la recaudación, sumieron a la industria audiovisual en una crisis de suma gravedad, por lo que de sumarse el aporte proveniente del IVA del abono a las plataformas de streaming podría generarse un alivio importante.
Otros puntos destacados del proyecto serán el de la posibilidad de extender la denominada cuota de pantalla, es decir la cantidad de producción nacional que debe proyectarse, a las plataformas y otros medios y modalidades de consumo que se creen en el futuro; y más allá del aspecto económico, también algunos cambios en el funcionamiento del Incaa que es otro de los centros del debate.
