Las y los compañeros de las organizaciones sociales llegan puntuales. A las 8 ya están en las puertas de los Centros de Convivencia Barrial. Los esperan las y los coordinadores de cada espacio. Se forman rondas y el mate va de mano en mano mientras se hace un diagnóstico colectivo sobre el estado de cada Centro de Convivencia Barrial (CCB). Hay predisposición para hacer las tareas necesarias, están ansiosos y se ríen. Tienen ganas de trabajar, están contentos y contentas por tener la oportunidad que les da un trabajo digno. Porque es eso lo que siempre reclamaron, un trabajo digno. Y este trabajo es mucho más digno porque incluye la posibilidad de hacer un bien para toda la comunidad, implica la refacción de los centros de sus barrios, donde asisten con sus familias. Así comenzaba en Rosario la implementación del programa Argentina Unida por la Educación y el Trabajo.
Empiezan a pintar las fachadas, a lijar paredes, a levantar la basura, a rastrillar los canales y zanjas. Se llaman a los gritos de un lado a otro. Están organizados y organizadas. Van y vienen, con bolsas de residuos, con guantes en mano, palas o rastrillos, carretillas. Se hacen chistes y ríen, todo sin dejar de trabajar. Esa alegría es contagiosa. El trabajo comunitario los llena. Después de todo, se organizaron para cambiar no sólo su realidad material sino que también la de sus familias, amigos y vecinos. Sienten sus barrios y quieren lo mejor para el resto.
El convenio firmado entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Subsecretaría de Promoción de la Economía Social y el Desarrollo Local y la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat de la Municipalidad de Rosario prevé la generación de quinientos puestos de trabajo para poner a punto Escuelas y Centro de Convivencia Barrial antes del inicio de las clases. El Municipio de Rosario se encargó de proveer los insumos y la pintura, el Ministerio de Desarrollo Nacional los sueldos para las y los trabajadores y las organizaciones populares la mano de obra.
«Una vez más, los y las trabajadoras de la economía popular demuestran capacidad organizativa y voluntad de trabajar por la comunidad y de ser parte de propuestas que apunten a poner de pie al país y arriba a Rosario», dijeron desde Somos Rosario (somos.org.ar).