Los habitantes y funcionarios municipales de la localidad entrerriana de Gualeguaychú dejaron trascender hoy su inquietud y preocupación por el anuncio que realizara ayer el presidente Tabaré Vázquez confirmando la construcción de una pastera sobre el Río Negro, afluente del Río Uruguay.
Al respecto, la directora de Ambiente municipal, Susana Villamonte, aseguró que se tratará «de una nueva fuente de contaminación» que se agregará a la que ya produce la pastera UPM en Fray Bentos.
Además de señalar la posible polución del Río Uruguay a través de su efluente, el Río Negro, la funcionaria apuntó «a la que va por aire, que llega hasta 90 kilómetros y que no se tiene en cuenta».
«Era probable que se anunciara», reconoció Villamonte en referencia al interés del gobierno uruguayo apostando a este tipo de emprendimientos económicos. «Vamos a estar muy atentos. Planifican que sea en 2020, es a largo plazo, pero uno tiene la obligación de pensar a 30 años», explicó en diálogo con Télam.
Por su parte, el ambientalista y presidente de Fundavida, Gustavo Rivollier, dijo que Uruguay «venía preparando el terreno» y recordó que el ex presidente José Mujica «fue a buscar la inversión a Finlandia».
«Se sabía que tenían excedente de madera y buscan la inversión porque no son ajenos a los problemas económicos mundiales», señaló en diálogo con Télam.
Respecto del impacto del emprendimiento, Rivollier destacó que la condición de efluente del Río Negro hace posible que Argentina pida el monitoreo de la futura planta y señaló el carácter «acumulativo» de la contaminación.
«Además, hasta desembocar en el Uruguay, el Río Negro atraviesa ciudades (de la República Oriental) que toman su agua», apuntó el ambientalista.
Durante una conferencia de prensa realizada ayer, el Mandatario uruguayo confirmó que la empresa UPM invertirá 4 mil millones de dólares y que el gobierno pondrá mil millones para la infraestrctura: «Esto no tiene antecedentes en la historia económica del país», agregó.
Además desestimó posibles reclamos por la ubicación del proyecto «en el corazón del país», rechazando el argumento de la contaminación del Río Uruguay a través de la desembocadura del Río Negro.
«El país es soberano, saben que hemos defendido la soberanía del país en todos los terrenos. La decisión es claramente del pueblo uruguayo», subrayó Vázquez.
Se calcula que durante la construcción de la nueva planta se empleará a 8.000 trabajadores
