Trabajadores y empresarios de la industria del plástico están preocupados por la propuesta presentada en el Concejo Municipal por el bloque formado por Miguel Zamarini, Aldo Pedro Poy, Martín Rosúa y Carlos Cossia, que busca la prohibición total de la entrega de bolsas de polietileno en los supermercados. Según expresaron ayer, tras la reunión que mantuvieron con los integrantes la comisión de Ecología del Palacio Vasallo, la erradicación definitiva del producto atentaría directamente contra la estabilidad de las industrias dedicadas a fabricarlo y, en consecuencia, peligrarían unos 400 puestos de trabajo en la ciudad.
De la reunión de la mesa de trabajo participaron, además, integrantes de asociaciones de defensa del medioambiente quienes también se mostraron renuentes a la nueva iniciativa presentada por los ediles, pese a que las agrupaciones bregan desde hace años por la preservación ecológica.
“Hoy por hoy no están dadas las condiciones para una prohibición total. Además, eso afectaría a las fuentes de trabajo, sin posibilidad de reconversión. No comulgamos con la idea del uso del plástico pero somos realistas en que será una batalla difícil”, sostuvo Gonzalo Gorostarzu, de Taller Ecologista.
El activista también esgrimió que las ordenanzas que establecen la eliminación definitiva de las bolsas del mercado no tuvieron éxito cuando se impusieron en grandes ciudades y recordó el caso de Córdoba, que debió dar marcha atrás con la normativa luego de que fuera aprobada por sus concejales, por lo que ni siquiera llegó a implementarse.
“En Casilda, por ejemplo, están prohibidas las bolsas pero es una ciudad chica en la que no hay producción de plástico, a diferencia de Rosario”, dijo. Además, consideró que si se propone una iniciativa que tienda a la eliminación total, se tiene que aportar con alternativas que preserven las fuentes laborales. “Uno tiene que mediar entre los intereses ambientales pero hay que contemplar todos los factores”, agregó.
Incertidumbre
Para José Orpianesi, secretario general de la Unión Obreros Plásticos y Afines, tras la reunión de la comisión de Ecología no quedó nada en claro. “Cuando hay una prohibición, ¿para qué quiere la empresa al trabajador? No se puede hablar a la ligera y decir de prohibir por prohibir sin tener en cuenta los intereses de los trabajadores”, aseguró.
Según explicó el gremialista, asistió al encuentro realizado ayer en el Concejo “porque queríamos saber si no peligran las 400 fuentes laborales”. Además, dijo que el proyecto presentado hace menos de un mes por la edila de Unión PRO, María Julia Bonifacio (ver aparte), es el más conveniente para los trabajadores del sector, ya que de implementarse continuarían en sus puestos y “no habría problemas”.
La nueva propuesta tampoco fue bien recibida por los fabricantes de bolsas de plástico. “Es volver a cero la discusión y se crea una incertidumbre que no nos parece justa, en primer lugar para los trabajadores y en segunda medida para nosotros, ya que somos una empresa rosarina que vende sus productos a todo el país”, sostuvo Edgardo Viscusso, representante de una firma local.
El empresario también coincidió, junto al sindicalista y el referente de Taller Ecologista, que el proyecto presentado por Bonifacio era el más viable. No obstante, remarcó que la mencionada iniciativa llevó más de dos años de trabajo y que en ella participaron, entre otros, los ex concejales Alberto Cortés y Oscar Greppi, como también analistas de las universidades y personal del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), con el fin de realizar un estudio pormenorizado para morigerar el uso del plástico. “Creo que si prohibimos la bolsa, tenemos que prohibir los pañales descartables”, finalizó Viscusso.
