Un gran grupo de inquilinos se manifestaron anoche en la plaza Pringles contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que lanzó el presidente Javier Milei y que, entre otras medidas, deroga la Ley de Alquileres. Cacerolas, carteles con consignas y aplausos de protesta se hicieron presente en el microcentro rosarino.
La organización Inquilinos Agrupados Rosario convocó a la manifestación, al tiempo que advirtió sobre la quita de todos los derechos a las personas que alquilan. «Los contratos se van a poder hacer por el plazo que el mercado quiera, con el valor que las inmobiliarias y los rentistas quieran y aumentando lo que quieran”, afirmó Sebastián Artola, uno de los representantes de la organización.
Muchos vecinos se sumaron a la convocatoria lanzada por redes sociales. “Abajo el decretazo”, “Regular para cuidar al más débil», «La casta no alquila” y “La vivienda es un derecho», fueron algunas de las consignas que se pudieron leer en los carteles , cartones y hojas.
Los manifestantes aprovecharon los tiempos del semáforo para avanzar sobre la senda peatonal y mostraron sus consignas a los conductores de los automóviles que se sumaron a la protesta con bocinazos.
Este miércoles fue el turno de los inquilinos, un día antes, quienes se movieron fueron los dueños de vehículos para poder salvar unos pesos ante el repentino y fuerte aumento en todos los combustibles. Los conductores salieron en la noche para poder llegar a cargar el tanque antes de que empiecen a regir los nuevos precios.
“La derogación de la ley de alquileres va a generar una oferta ociosa de inmuebles”
El coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor de Rosario, Ariel D’Orazio, abogó en contra del DNU de Milei, luego de la manifestación de inquilinos realizada este miércoles.
D’Orazio expresó: “La movilización fue importante. Lo que el DNU hace con la derogación de la ley de algunos artículos del Código Civil y Comercial es desarticular todo derecho que puedan tener los inquilinos y las inquilinas a la hora de negociar un contrato de alquiler”.
Y amplió: “Plantea que a futuro haya una imprevisibilidad absoluta en materia económica, por permitir la dolarización de los contratos de locación – con la obligatoriedad, inclusive, de pagar en dólar billete – y la eliminación del plazo mínimo de los contratos. A la larga, esto será nocivo no sólo para quienes alquilan, sino también, para pequeños propietarios porque generará hacinamiento y, a los estudiantes, la imposibilidad de llegar a las grandes ciudades para estudiar por no poder alquilar”.
“También se producirá un retraimiento y resultará que mucha de la oferta quede ociosa, lo que hará que el pequeño propietario termine endeudándose. Lo vimos y lo vemos con los locales comerciales, por ejemplo. Peo demás, todas estas medidas que no están a favor de las personas que alquilan, generan la posibilidad de tener una morosidad en alza, algo que ha tenido históricamente un índice muy bajo”.
D’Orazio cerró: “Esto es volver al estado que teníamos previo a la sanción, en 1984, de la ley 23091. La Justicia también debe poner un freno; ya hay presentados recursos de amparo que, esperamos, corran la misma suerte que el presentado en el fuero laboral”.