La semana que pasó no fue una más en la relación estrecha entre la violencia que se agrava en la ciudad y los cruces políticos entre el oficialismo y la oposición. Mientras Rosario siguió desde este lunes 8 contando víctimas de crímenes aberrantes y viendo cómo aumentaba la violencia día a día, la cuerda política se tensaba al compás de la prometida presencia de Marcelo Sain en la comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados provincial, programada para este viernes 12.
Mientras pasaban los días, las posiciones, en un principio cercanas y coincidentes en la necesidad de que al fin se concretara la postergada reunión, empezaron a alejarse y transformarse en posturas irreductibles.
Por un lado, Sain dejó en claro, a través de una nota enviada a la comisión, que quería que la reunión fuera pública, con la presencia de los medios, versiones taquigráficas y la ampliación del convite a todos los diputados del cuerpo y no sólo a los de la comisión de Seguridad.
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Desde el otro lado, el presidente de la comisión, el opositor frenteprogresista Juan Cruz Cándido, dejó en claro también que la reunión sería a puertas cerradas y que no habría ni versión taquigráfica ni ampliación de la invitación a otros diputados.
El resto de los integrantes de la comisión, a excepción de la oficialista Lucila De Ponti, cerró filas detrás de esta postura.
En el Senado, por si el clima fuera liviano, comenzaron a cerrar a toda orquesta la semana este jueves 11 votando un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la inseguridad en Rosario, una moción del senador Armando Traferri, a quien dos fiscales quieren imputar en la causa del juego clandestino y enemigo político de Sain.
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Como si fuera poco, ese mismo día, los senadores votaron por unanimidad el pedido al gobernador de que remita el proyecto de control de gastos reservados del Ministerio de Seguridad dentro del temario de extraordinarias, con la intención de rechazar el veto de Omar Perotti a un proyecto que el oficialismo vio como un ataque directo al ministro Sain.
Frente a las posturas irreductibles de los diputados, y los agregados de color en los discursos llenos de fuegos artificiales, el desanlace fue el esperado: no hubo reunión y florecieron las chicanas. “¿A qué le teme Lifschitz?”, se preguntó Sain, ya este viernes, sobre la postura de socialistas y radicales de impedir el acceso de la prensa a la reunión y hasta una transmisión online, tal como pedía el ministro.
Enrico: “El ministro Sain debe dar un paso al costado para evitar un juicio político»
“La paz y el orden están cada vez más lejos”, escribió el senador radical Lisandro Enrico y hasta especuló con la posibilidad de un juicio político a Sain. Hasta ahí todas las movidas eran esperables: opositores de otros partidos y la oposición interna que lidera el senador Traferri.
Aunque a ellos se sumó en forma inesperada el diputado Luis Rubeo, del bloque oficialista, para opinar que Sain tendría que haberse presentado igual en la comisión. Además, reconoció que “la gestión de Sain no ha encontrado un rumbo para mejorar la problemática que viene soportando la provincia de Santa Fe desde hace más de 12 años”. Y cerró, en un comunicado difundido este viernes, con un mazazo para casi todos los actores de la comedia que transcurría en medio del drama: “La actitud oscurantista y mezquina del Frente Progresista y la tozudez del Ministro priva a la sociedad santafesina de poder conocer el verdadero estado de situación de la seguridad en la Provincia”.
“No recuerdo que haya sido muy crítico del Frente Progresista ante la inseguridad cuando ellos gobernaban y él presidía la Cámara Baja”, respondió rápido de reflejos Sain.
Poco antes resumió su postura: “Pretendía un debate serio y fundado, de cara a la sociedad. No obstante, seguiremos en la lucha contra las mafias protegidas por el bloque histórico de poder y bregando diariamente por la seguridad democrática de nuestra gente. Nunca haría un show mediático porque no lo necesito como otros curanderos de la seguridad. No pienso dejar ni una pizca de mi trabajoso prestigio en esta querida provincia, que hoy es mi provincia, mi casa”.
Y también marcó contradicciones: “La política y la prensa santafecina es excepcionalmente singular: un ministro pone como condición para ir a la Legislatura a exponer con su equipo ministerial que la reunión sea pública y ante toda la prensa, y algunos periodistas y políticos lo toman como una mezquindad política…”.
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Otro peso pesado del Frente Progresista, el diputado Joaquín Blanco, lo cruzó: “Nunca le interesó a Sain asistir a una reunión de trabajo. Solo quiere un monólogo televisado para hacer politiquería barata: insistir en el show de chicanas a Lifschitz, cumpliendo con el objetivo de Omar Perotti”.
“El ministro de Seguridad debería dar un paso al costado para evitar un juicio político en la provincia”, agregó otro referente del frenteprogresismo como Enrico.
Finalmente, en la noche de este viernes, Sain no hizo público un informe con el que había amenazado tras la frustrada reunión. En su entorno aseguran que por ahora no se conocerá. También se especula con una visita de Sain el próximo jueves a Diputados, aunque esta vez sólo con los seis legisladores del peronismo. Mientras la violencia sigue adueñándose de la escena pública, la saga política de la inseguridad escribe cada jornada nuevos y altisonantes capítulos, lejos de la calle.
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