“Todavía está la calle cortada, no nos dejan entrar al edificio, hay policías parado en la puerta. Y no sé cuántos iraníes se llevaron en un auto”, decía en la tarde noche de este sábado una sorprendida –y contrariada– residente de un edificio de España al 1100: allí debieron evacuarse todos los vecinos por la presencia de un gas tóxico –algunas versiones aseguraban que eran gases lacrimógenos y otras gas pimienta– cuya presencia se atribuyó al ataque del propietario de uno los departamentos a inquilinos que no le estaban pagando la mensualidad y pretendía recuperar la propiedad.
“España 1129, 3° piso. Los propietarios reclamaban devolución del departamento, ante la negativa arrojaron gas lacrimógeno que invadió todo el edificio. Bomberos en el lugar, edificio evacuado”, tuiteó el perfil Red de Emergencias, que desde hace seis años replica situaciones locales en la red social con casi 40 mil seguidores.
Más temprano, cuando el insólito hecho recién había sido denunciado, la Fiscalía Regional Rosario había dado cuenta del ataque con los datos disponibles al momento: “Ocurrió en horas de la tarde cuando, según primeros testimonios, un grupo de hombres no identificados hasta el momento desciende de un automóvil, ingresan en un departamento de España al 1100 y arrojan gas lacrimógeno hacia una de las viviendas, produciendo que los moradores de nacionalidad iraní salgan del lugar”.
La información indica que ya se había pedido a la Policía de Investigaciones la presencia del Gabinete Criminalístico, el relevamiento de la escena, la toma de testimonios a moradores, vecinos y posibles testigos, y el relevamiento de cámaras de la zona. “Se trata de establecer la motivación del ataque. Hay medidas en curso para la identificación del automóvil y los agresores”, marcó el Ministerio Público de la Acusación.
A las 17.30 el aspecto de la cuadra de España entre San Juan y Mendoza no podía ser más extraño: la calle cortada, una concentración de personas, policías motorizados, una ambulancia del Sies y una autobomba de Bomberos Zapadores, pero ningún fuego. Los vecinos del lugar que no habían estado cuando todo ocurrió se iban enterando a medida que llegaban y no ocultaban su malestar por tener que aguardar hasta que se disiparan los gases para ingresar a sus hogares. En tanto, con el presunto causante de todo identificado, se aguardaban medidas para determinar la secuencia y la mecánica de los hechos y determinar quiénes los cometieron y qué figura penal podría caberles, y si el propietario está entre los responsables.
