Un error. Así calificó Gabriel Chumpitaz la aprobación en el Concejo Municipal de la normativa que impide el uso de glifosato en el tejido urbano de Rosario. Lo curioso del caso es que el propio Chumpitaz y el resto de los ediles del PRO votaron la semana pasada a favor de la prohibición, que salió por unanimidad. El dirigente macrista dijo ahora que el municipio debe “controlar” el uso del herbicida en vez de “prohibirlo” porque “la economía regional se sustenta en la agroindustria”. El llamativo cambio de opinión llega luego de las críticas de entidades rurales a la nueva ordenanza, quienes llevaron el lobby hasta el interior del Concejo pidiendo que el Ejecutivo no la promulgue.
“Reconocemos que votamos a favor de manera equivocada. No le dimos la importancia que merecía el tema. Se estaban discutiendo otras cosas al mismo tiempo y pasó. Fue un error de todo el Concejo. Siempre hay un momento para corregir”, dijo a El Ciudadano, Gabriel Chumpitaz.
El edil propuso ahora modificar la ordenanza presentada por los concejales Osvaldo Miatello –Compromiso con Rosario– y Pedro Salinas –Ciudad Futura– que prohíbe el tóxico para uso agronómico, espacios públicos y jardines particulares. Dijo que dejar de usarlo afectaría a la producción. “Hay que eliminar progresivamente el tóxico. Tenemos que cuidar el medio ambiente pero controlando el uso. A largo plazo podremos eliminarlo”, señaló.
Lo cierto es que una semana después de haber votado a favor de la normativa, Chumpitaz se mostró arrepentido por la decisión del bloque del PRO y dijo que tenía que hacer un “mea culpa”.
“Estuve con gente de las entidades del campo. Lo que plantean está bueno. En Europa y Estados Unidos se controla el uso de glifosato. Los legisladores tenemos que consultar a las personas afectadas cuando se hace una legislación”, dijo el edil y agregó: “Lo bueno es que a partir de un error se desata una marea de opiniones”.
A la par del cambio de opinión, Chumpitaz recordó una ordenanza presentada por Cambiemos que el Concejo aprobó en 2011 y el Ejecutivo nunca reglamentó. La iniciativa proponía fomentar la producción agroecológica. Desde el PRO pidieron ahora que se promulgue de manera urgente.
“El Ejecutivo nunca determinó los límites territoriales donde iba a aplicarse la normativa. Mientras no esté delimitada la zona no podemos establecer métodos de control”, concluyó.
Poco serio
Para el impulsor de la iniciativa, Osvalo Miatello, la reciente postura de Cambiemos es poco seria.
“Ellos votaron la norma. Tienen que hacerse cargo. Votar a favor y decir que no saben si está bien es poco serio”, dijo Miatello, y aclaró que el expediente espera la resolución del Ejecutivo. “Los concejales del socialismo votaron a favor de la norma. No se qué hará la intendenta”, agregó.
El edil justicialista dijo que la ordenanza es importante porque instala la discusión en el resto del país “dada las implicancias que tiene el tema en la salud y el medio ambiente”. “Se puede compatibilizar la producción y el desarrollo con la preservación de ambiente y la salud. El problema aparece cuando se inclina la balanza hacia un solo lado”, explicó.
Cuestión de fe
El concejal del oficialismo Horacio Ghirardi dijo que la iniciativa es una medida preventiva que no afecta grandes extensiones de siembra y confió en que la intendenta respetará la decisión del Concejo. “La medida apunta a huertas comunitarias y a parques y paseos. Fein va a sostenerla porque está convencida de querer una ciudad con un ecosistema en el que nadie corra riesgos de salud”, explicó.
El edil socialista aseguró que hay otras alternativas para combatir las malezas y descartó que la ordenanza atente contra la productividad y rentabilidad del agro.
“Cada sector defiende su postura sin escuchar otras voces. La normativa tiene un carácter preventivo y no perjudica los intereses de nadie”, señaló Ghirardi y agregó que espera que Cambiemos mantenga lo que oportunamente votó.
Mucha polémica
Tras la aprobación del Concejo, distintas entidades rurales criticaron la normativa, a la cual consideraron “sin fundamentos científicos”.
Dijeron que la ordenanza genera un “grave” antecedente porque se basa en un informe cuyos resultados fueron cuestionados. Ejecutivos del agro dijeron que prohibir el uso del glifosato aumentaría los costos y los precios de los alimentos.
A los cuestionamiento de Aapresid y de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) se sumó el de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El titular de la entidad dijo que existen estudios científicos que establecen que un uso adecuado y responsable del herbicida no afecta la salud de las personas ni al medioambiente.
Las entidades fueron este jueves a la reunión de Labor Parlamentario del Concejo a exponer su postura.
La iniciativa había sido aprobada de forma unánime por el Concejo Municipal el jueves pasado tras un proyecto consensuado entre los ediles Osvaldo Miatello y Pedro Salinas. Fein tiene hasta el 12 de diciembre para resolver si promulga o no la norma que afectará a la ciudad y áreas periurbanas de 300 hectáreas de soja.