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Insólito: la Ciudad Digital resurge con Gran Hermano

Por: Pablo Moscatello / Guillermo Correa. La Municipalidad usará el tendido de las cámaras de videovigilancia para dar acceso gratuito a Internet.

A finales de 2006 se sancionaba en el Concejo Municipal una ordenanza que, entre varias cuestiones, prometía para 2010 la posibilidad de acceder a internet gratis en espacios públicos y lugares de acceso público masivo de la ciudad. El tiempo ha pasado y a casi cinco años después ese cometido sólo pudo cumplirse en un puñado de sectores; un tramo de la peatonal Córdoba, los centros municipales de distrito y alguna que otra oficina pública. Aún se espera por museos, bibliotecas, áreas comerciales, paseos y zonas estratégicas y demás reparticiones públicas y organizaciones barriales de todo Rosario, que deberían haber sido, en el último lustro, nuevos nodos de acceso a internet abierto, público y gratuito, como lo establecía la ordenanza de Rosario Digital. Pero además del atraso, en los últimos días se conoció otro golpe al proyecto: tras demorarse más de lo previsto, finalmente se cayó un crédito de 800 mil dólares del Banco Interamericano de Desarrollo, que era la clave para su implementación. Ahora, para que la iniciativa no se caiga, al Ejecutivo local se le ocurrió una idea novedosa: ampliar la red pública de conectividad montándola sobre el tendido de fibra óptica que se utilizará para las cámaras de videovigilancia que se instalarán en la ciudad. Un beneficio inesperado del Gran Hermano.

La ordenanza 8.052 creó en 2006 el programa “Rosario 2010 Ciudad Digital”, estableciendo que éste proyecto debía, entre otras cuestiones, “construir una adecuada infraestructura que permita el acceso masivo y gratuito a internet”. El plan trazado entonces era que el servicio llegara a los centros municipales de distrito y otros lugares de gran afluencia de público, como la Terminal Mariano Moreno, oficinas públicas, parques y grandes plazas. También se preveía el acceso libre y abierto en los grandes centros comerciales como Echesortu, avenida San Martín, Alberdi, La Florida y Fisherton, aunque se dejaba librado al Departamento Ejecutivo la decisión de cómo implementarlo.

El paso inicial se dio 23 de julio de 2007, cuando se inauguró el primer tramo del proyecto. En ese momento se comenzó a dar conexión por sistema inalámbrico de forma gratuita en la zona que comprende la peatonal Córdoba desde Sarmiento a Laprida, el Monumento Nacional a la Bandera y el Pasaje Juramento. Allí, se accede a ese servicio a través de cualquier dispositivo que se conectara a internet a través de una placa wi-fi. Por entonces sólo lo hacían las computadoras portátiles conocidas como notebooks, que no eran de acceso masivo, sino más bien privilegiado. De las netbooks no había ni noticias, y menos de los teléfonos celulares que ya no parecen sino que son verdaderas computadoras, y también tienen acceso wi-fi.

El año siguiente, en abril de 2008, el intendente Miguel Lifschitz firmó un convenio con la compañía Civitium, de origen norteamericano, para lograr asesoramiento en la implementación del plan mediante el desarrollo de un estudio exhaustivo que defina un modelo de conectividad viable y sostenible. “Es para que toda la ciudad puede acceder a internet por banda ancha”, sintetizó en ese momento el mandatario local. Los resultados fueron presentados un año después, en 2009. Casi en ese mismo momento, el gobierno de la provincia de Santa Fe comenzó a gestionar (por iniciativa del municipio) ante el Banco Interamericano de desarrollo (BID) un crédito de 10 millones de dólares. Dentro de ese monto, se contemplaban 800 mil para el tendido de fibra óptica “oficial” a lo largo de 70 kilómetros, y el equipamiento necesario para dar conectividad a esa red.

En septiembre del año pasado, el coordinador de Gabinete Municipal, José León Garibay, anunció que el préstamo llegaría. El siguiente paso era girar un proyecto de ordenanza al Concejo para que autorice a tomar deuda y avanzar. Pero, finalmente, en las últimas semanas en el Ejecutivo confirmaron que esa vía de financiación se cayó. Así lo admitió a El Ciudadano el propio funcionario.

Ante este cuadro de situación, desde el Ejecutivo surgió una nueva idea, y ya se está avanzando en la red pública de conectividad montándola sobre el tendido de fibra óptica que se utiliza para la transmisión de video de las cámaras de seguridad que se están instalando en la ciudad. Es decir, según explicó Garibay, el proyecto original era establecer en un primer momento el tendido de fibra óptica para que (además de brindar la infraestructura para luego sobre eso poder brindar conectividad en los sectores donde se va expandiendo la red) también fuera soporte de la emisión de imágenes del sistema de videovigilancia. La negativa en el crédito internacional hizo que el Ejecutivo tuviera que salir a incluir en las licitaciones también “las obras de bandejas y de tubos de fibra óptica necesarias”.

La directora general de Informática municipal, Patricia Giardini, explicó que actualmente existe tendido de fibra óptica en parte del centro y sobre algunas reparticiones públicas del centro y sur de la ciudad. Esto se da porque las primeras 20 cámaras de seguridad que se licitaron y ya están funcionando se encuentran en estos sectores de la ciudad. “Hoy no tenemos expansión hacia al norte y oeste”, agrega. Y es hacia estos sectores donde ahora se va a avanzar. El próximo 9 de septiembre está prevista la apertura de sobres el proceso de licitación correspondiente a la segunda etapa de la implementación del sistema. Esta vez se colocarán 80 cámaras para lo cual el presupuesto es de casi 5 millones de pesos.

En torno a las cuestiones técnicas, la funcionaria explicó que lo mas adecuado es establecer conexión siempre sobre la estructura del tendido de red de fibra óptica por los “múltiples usos que luego esto permite”. Esto es, en el mismo tendido que permite transmisión de imagen y sonido desde cada cámara de videoseguridad al Centro de Monitoreo, también se puede colar información que nada tenga que ver con eso: sólo faltan los equipos adecuados. Y después esa información se conecta por alguna de las formas posibles –y hay muchas– a internet. “Por ejemplo, una vez establecido el tendido, se agrega wi-fi a lo largo de su recorrido y hacia lugares cercanos de donde se tiende la fibra óptica. Después, con inversiones menores se puede crecer con otros servicios”, se entusiasma Giardini.

La funcionaria explicó que con el proceso licitatorio que se inicia para las cámaras, la posibilidad de poder avanzar a lugares con internet de acceso al público podría proyectarse para el año que viene. Y menciono que más temprano que tarde internet llegará a la Biblioteca Argentina, al Museo de la Memoria, al Castagnino y a espacios donde hoy no hay conexión. En  el caso de la Terminal de Ómnibus se espera que con la remodelación también llegue la conexión.

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