Desde la mañana temprano del domingo 27 de setiembre, Azerbaiyán lanzó un ataque en gran escala contra la República de Artsaj (Nagorno-Karabaj), con participación de un alto número de efectivos de artillería, infantería, aviones y drones. Hay víctimas militares, civiles y grandes daños materiales ya que el ataque incluyó la ciudad de Stepanakert, capital de Nagorno-Karabaj.
La agresión generalizada se produjo precisamente a los pocos días de que el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, dijera en la 75ª Asamblea General de las Naciones Unidas que “Armenia ataca deliberadamente a la población civil e incurre en provocaciones a lo largo de la línea de contacto”. Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó en su intervención en la ONU que “Armenia es el mayor obstáculo para la paz y la estabilidad” en la región.
El pasado 12 de julio, Azerbaiyán lanzó un ataque directo contra la provincia armenia de Tavush, en el noreste de la república, una semana después de calificar como “sin sentido” las negociaciones para la solución pacífica del conflicto, que se desarrollan bajo la responsabilidad del Grupo de Minsk, copresidido por Estados Unidos, Rusia y Francia.
Dentro del marco de aquél ataque, una gran cantidad de personas se manifestó en Azerbaiyán a favor de la guerra contra Armenia y Artsaj. El régimen dictatorial y dinástico de Azerbaiyán ha venido desarrollando en los últimos años una severa política de propaganda armenofóbica y una peligrosa campaña armamentista que de por sí es un desprecio al proceso de negociaciones.
Desde hace algunos días, varios medios de comunicación se han hecho eco de que Turquía ha promovido traslados de mercenarios reclutados en la ciudad siria de Afrín –ocupada por el ejército turco–, hacia Azerbaiyán con el objeto de servir en los ataques contra Armenia y Artsaj.
Desde IARA –Instituciones Armenias de la República Argentina–se llevó a cabo un llamado a la comunidad internacional en general, y a los funcionarios y partidos políticos de la Argentina en particular, para que expresen su repudio el ataque contra Artsaj por parte de Azerbaiyán, de acuerdo con la histórica posición de la Argentina a favor de la paz en el conflicto, y exijan al gobierno azerbaiyano el inmediato cese del fuego.