En momentos de necesaria distancia social para cuidarnos y cuidar a otras y otros, este jueves más de 50 integrantes del Consejo de Niñas y Niños de Rosario se reunieron y dialogaron, mediante una videoconferencia, con el intendente Pablo Javkin. Durante el encuentro, las y los participantes remarcaron que lo que más extrañan en medio del aislamiento obligatorio es volver a ocupar veredas y espacios públicos, y recuperar el abrazo, el beso, la alegría del encuentro, a la par que compartieron con e intendente una serie de propuestas y reflexiones y hasta la posibilidad de que, cuando todo esto pase y tal como sugirió el pedagogo Francisco Tonucci, les entregue la ciudad por 24 horas para que la disfruten seguros y en libertad.
Las amigas y los amigos se extrañan, pero el reencuentro, tecnología mediante, sucede a distancia. Y eso también asomó en la charla. “¿Ya estamos todos acá?”, “¡Es la magia de la compu!”, “¡Activá la cámara!”, fueron algunos de los intercambios que se registraron previos a la llegada del intendente a la reunión virtual.
“Esta tecnología nos sirve para vernos un rato, para saludarnos, para agradecerles que nos den la oportunidad de participar y escucharlos”, comenzó diciendo Pablo Javkin y pidió a niñas y niños que “nos den una mano para pensar juntos”. Y a modo de explicación agregó: “Como saben, este es un tiempo raro y nos tocó cambiar las cosas que vivíamos día a día, sin clases presenciales, en casa usando la tecnología, y todos estamos aprendiendo, aprendiendo a cuidarnos, a cuidar al de al lado, esto es algo que nos sorprendió a todos y nos obliga a pensar”.
“Quiero conocer qué es lo que más extrañan, qué es lo que más les gustaría recuperar y qué cosas son las más importantes para ustedes que habría que ir abriendo”, les propuso a chicas y chicos el mandatario y tomó como ejemplo la decisión que se está analizando en cuanto a las salidas recreativas, “con todos los cuidados, manteniendo distancias y solo por 500 metros”, aclaró, y subrayó: “La mirada de ustedes nos va a ayudar mucho a pensar cosas que quizás a nosotros nos dan miedo y ustedes nos explican que a eso no hay que temer”.
“Estaré atento a todo lo que nos aconsejen en este tiempo y en el tiempo que viene, hasta que nos podamos volver a encontrar”, cerró el intendente antes de que niñas y niños tomaran la palabra.
Las voces de las infancias
“Lo que más extraño es invitar a mis amigas a jugar a la plaza”, dijo Cami y también se refirió a sus primos: “Yo soy hija única y ellos son hermanos para mí”. Joaquín extraña las comidas en casa de su abuela, sobre todos las pastas y pizzas (“todo casero”, se apura a explicar), y lamenta que hoy sólo puede hablar con ella por videollamada. Además de su salida a la plaza, espera entusiasmado que se permitan las salidas recreativas.
Borja extraña ir al río pero entiende que “como además está muy bajo, se complica salir a remar”. “Extraño ir y estar en la escuela, ver a mis amigas, pero sé que hay que ser cuidadoso y quedarse en casa”, dijo Luli. “Yo extraño bastantes cosas de la vida cotidiana, muchas. Y también extraño y pienso si cuando pueda volver, voy a tener un mes de escuela ¿o todo el verano?”, reflexiona por su parte Valen.
En sintonía con Borja, Lu sale directo con una pregunta al intendente: “¿Qué piensa hacer con el río en esta bajante?” Javkin les contó que la falta de lluvias y otras condiciones climáticas son las principales causas. “El lunes se abrieron las compuertas de la represa hidroeléctrica Itaipú, ubicada entre Brasil y Paraguay, para posibilitar que llegue más agua al Paraná que llegó a su nivel más bajo de los últimos años. Pero hasta que no llueva mucho en esa zona el río seguirá bajo”, describió. En este punto, Delfina pidió la palabra para presentar una propuesta: “Hay que juntar el agua de lluvia para regar el Rosedal y no usar agua del río”.
“Yo extraño mis días en la escuela, que mi abuela me venga a buscar o jugar con mis mejores amigas en el recreo, ir al parque, treparme a todos lados con mis amigas y amigos y nadar en la pileta de mis tíos, también andar en bicicleta y en patines”, detalló a su turno Valentina.
En la ocasión también se habló de deportes y el titular del Ejecutivo local recibió sugerencias para que habilite la práctica de algunas disciplinas, a lo que respondió que, al respecto, hay dudas de muchos especialistas sobre qué ocurrirá en el invierno con la pandemia por lo que seguramente habrá que esperar un poco más.
“Yo quería que cuando se pueda salir nuevamente, la Calle Recreativa esté abierta todo el día”, pidió Ambar, fanática de este espacio según admitió un coordinador. “Todos los días no se va a poder”, señaló Javkin y agregó: “Si todo sale bien pronto se podrá salir a caminar, aunque no como era antes, y cuando esto pase, se volverá a la Calle Recreativa”.
Luciano, por su parte, consideró: “Gracias a que nosotros nos estamos quedando en casa, no solo se está parando la pandemia, también se está regenerando la tierra que estaba muy contaminada”, mientras que Lola contó que había escuchado a Francesco Tonucci y le gustó su propuesta.
El pedagogo italiano sugirió que, cuando en las ciudades todo vuelva a una normalidad, se las entreguen por 24 horas a los niños y las niñas “para que las disfruten en libertad, como nunca han podido y como les gusta a ellos, sin tráfico, peligros ni contaminación”, y aseveró: “Es el regalo que les podemos hacer a modo de agradecimiento”.
Al respecto, Javkin mencionó que desde el municipio habían hablado con Tonucci y prometieron que, cuando llegue el momento, iban a tratar de dejarle la ciudad sólo a los chicos, “porque a nosotros también nos gustó su propuesta y nos dio muchas ganas de hacerlo”, reconoció, a la par que deseó: “Ojalá que sea pronto”.
En el final del intercambio, consejeras y consejeros coincidieron en que lo que más extrañan es lo vincular, los familiares que están lejos, la compañía de sus amigos, los espacios de juegos comunes, y el encuentro cara a cara con compañeras, compañeros y docentes de sus escuelas, y pidieron que se habilite un próximo encuentro con los afectos más cercanos.
Consejos de Niñas y Niños
Como parte de su política de infancias, la Municipalidad de Rosario lleva adelante desde 1996 la experiencia de los Consejos de Niñas y Niños, originalmente concebida por el pedagogo italiano Francesco Tonucci, quien considera que una ciudad adecuada para un niño es una ciudad amigable para toda la comunidad.
En años anteriores, las y los consejeros (niñas y niños de 7 a 11 años) lograron el establecimiento por ordenanza municipal del Día del Juego y la Convivencia, convidaron a los adultos a sentarse en la vereda para hacerlos sentir cuidados mientras jugaron, impulsaron la incorporación de plantas para atraer mariposas, diseñaron una campaña para recuperar el saludo de ¡Buen día!, brindar un abrazo de color a Rosario y más de 100 propuestas para Habitar el tiempo, entre otras.
En todos los casos, las propuestas de los Consejos buscan connotar al espacio público como lugar cuidado para crecer juntos, para aprender de lo vivido, lo imaginado y transitado.
Debido a las circunstancias que impone el aislamiento social preventivo y obligatorio, este año se reconfiguró el funcionamiento de los Consejos para que, al menos en una primera etapa, se desarrollen con modalidad virtual, con encuentros semanales en los que chicas y chicos de la ciudad se reunirán para reflexionar sobre la convivencia, el espacio y el tiempo.