Una chica de 19 años llegó en la tarde de este viernes al Samco de Pueblo Esther con un pequeño de un año para que lo atendieran porque, dijo, se había caído de la cama. Los médicos constataron que el bebé presentaba síntomas de un maltrato prolongado y brutal: edema en los ojos, hematoma en el parietal derecho, sangre seca en el oído izquierdo, fracturas de húmero, cúbito y radio en el brazo izquierdo, mordeduras y hasta lesiones compatibles con quemaduras de cigarrillo en varias partes de su cuerpo que, de acuerdo al informe médico, «pusieron en riesgo su vida». La joven y su compañero fueron imputados este viernes al cabo de una audiencia en modo remoto.
El grave cuadro del niño obligó a los médicos del Samco a pedir el traslado al Hospital de Niños V. J.Vilela de Rosario, donde lo intervinieron quirúrgicamente por las fracturas. El caso quedó en manos de la Justicia, con la fiscal Alicia Raquel Almada a cargo de la investigación. Se inició una causa por lesiones graves, y la presunción es que las agresiones al bebé se prolongaron entre el 20 y el 27 de agosto últimos. Así lo indica, además, el informe médico, donde se indica que las lesiones presentan «diferente tiempo evolutivo de alrededor de uno a siete días»
Los hechos salieron a la luz cuando la chica identificada como B.A.A. llevó al pequeño Bruno M. al Samco de Pueblo Esther alrededor de las 18.30 de este jueves.
La fiscal Almada pidió la imputación de los integrantes de la pareja por «lesiones graves en carácter de coautores en grado consumado». El juez de Primera Instancia Ramón Lanzón avaló la figura legal y le dictó a la mujer la libertad con restricciones, obligación de fijar domicilio y prohibición de acercamiento hacia el menor por 60 días. Agregó que en el caso existe una perspectiva de género. Al joven le dictó prisión preventiva efectiva por 30 días.
El magistrado, además, dio intervención a la Dirección de Niñez de la provincia para el cuidado y preservación de los derechos del pequeño.