Retazos de telas, mantas y abrigos de lana que se destejen y toman otras formas, son algunos de los materiales que utilizan las internas del penal Nº 5 de Rosario para fabricar alfombras en El Enredo, también llamado taller de experiencias textiles. La iniciativa surgió en 2013 durante el programa de radio que se transmite los jueves desde la cárcel, por la ONG Mujeres Tras las Rejas. El año pasado, el proyecto se formalizó y todos los miércoles la diseñadora local Marina Gryciuk coordina los encuentros, junto a Gimena Galli, Florencia Sánchez y miembros de la organización civil, de los que salen productos que luego se venden en el stand que las detenidas en Rosario, como también en Piñero, tienen en la Feria del Bulevar.
“Brindamos un taller de experiencias creativas en un penal, que es un lugar en donde las mujeres van a cumplir no sólo sus penitencias por haber cometido un delito, sino la doble pena de no haber cumplido con las reglas de una sociedad arraigadamente patriarcal, en donde son abandonadas por sus familias y también por el Estado”, explicaron las coordinadoras de la actividad.
Las mujeres que forman parte de El Enredo lo hacen por propia iniciativa. De hecho, desde la organización de la actividad señalaron que “ellas mismas son las que acercan sus inquietudes y necesidades”.
“Salir del lugar cómodo”
Gryciuk lleva años en el oficio del diseño de indumentaria y accesorios, tiene su propia marca de ropa que idea y confecciona en un taller amplísimo montado en su casa de barrio Alberdi. Sin embargo, a la par de su trabajo como artista y creadora, incursionó en otros desafíos que implicaron “salir del espacio cómodo” para transmitir sus saberes, especialmente a mujeres de otros ámbitos.
“Quizás con las mujeres del penal tengamos distintos recorridos de vida pero a la vez muchos temas comunes que nos atraviesan como son los hijos, la violencia y el sólo hecho de ser mujer dentro de este contexto social en el que ellas están más perjudicadas que yo porque tienen menos herramientas, pero las situaciones que vivimos son iguales en mayor o menor medida”, reflexionó.
En cuanto a los aportes que se les brinda a las internas desde los talleres, Gryciuk consideró que son múltiples, pero en especial que “tienen una capacidad posibilitadora enorme”. Sobre este aspecto, justamente explicó que “fue algo que me di cuenta a medida que me involucraba en trabajos grupales, porque todos tenemos capacidades y que uno sepa que las tiene o no, está íntimamente relacionado con el otro que te habilita a tenerlas”.
“Es por ello que tomamos este espacio como una instancia de intercambio de saberes y experiencias que resultan cada vez más enriquecedoras para cada una de las que participamos. Día a día la relación con las que participan de El Enredo se estrecha, y a partir del hacer y de la compañía, se genera un puente entre el adentro y el afuera”, agregó.
La venta de las alfombras que se realiza los fines de semana en la Feria del Bulevar es gestionada por integrantes de la ONG Mujeres tras las rejas y ofrece productos fabricados por las internas del penal Nº 5 de Rosario y también de la cárcel de Piñero.
“Las chicas están contentísimas con la venta de las alfombras porque es plata que les entra. Algunas también venden por su cuenta dentro del mismo penal a sus compañeras, a las empleadas y a las policías. También compramos entre nosotras y se genera un circuito de producción y trabajo que es justamente uno de los objetivos del taller”, concluyó la diseñadora.
Cabe recordar que hace dos años, Gryciuk coordinó talleres de confección de accesorios con material reciclable en el Centro Cultural El Obrador, de barrio Toba. El trabajo dio sus frutos y de ese espacio surgió la marca Qomi, la cual participó en 2012 de la 14ª edición de la feria Puro diseño, que se realizó en Buenos Aires. Para las mujeres de la comunidad toba significó un reconocimiento a su labor, que consistió en fabricar objetos con envases de leche, en reemplazo de palmas y mimbre, los que usan habitualmente en la zona del Chaco profundo en cestería.
Sumando campañas
Todos los años la diseñadora Marina Gryciuk lanza una línea de indumentaria y accesorios; sin embargo, a la hora de presentarla elige con un criterio muy particular a sus modelos, alejándose así de los estereotipos estéticos instalados en la sociedad. En esta ocasión, nombró a sus creaciones “Sumando campañas”, y las encargadas de lucir las prendas de diseño fueron Mónica Gangemi –fundadora de de la ONG Compromiso Vial por Úrsula y Carla– y su hija Micaela Notz. “Mónica es una mujer digna de admiración por su lucha, después de perder a su hija en un accidente terrible, y especialmente por cómo logró convertir todo ese dolor y plasmarlo en campañas de prevención y concientización”, señaló Gryciuk.
