Internos de las unidades penales ubicadas en Rosario y Piñero llevan a cabo una huelga de hambre para reclamar por malas condiciones de detención, maltrato a sus familiares cuando vienen a visitarlos y continuos casos de abuso de autoridad,
La Coordinadora de Trabajo Carcelario difundió un informe que en el cual señala que, por situaciones conflictivas y violaciones a los Derechos Humanos en distintas Unidades Penitenciarias, los internos llevan a cabo diversas medidas de protesta, entre ellas una huelga de hambre.
En la Unidad Penal N° 3, ubicada en Zeballos y Riccheri, en el macrocentro de Rosario, los internos alojados en el pabellón B comenzaron este martes con una huelga de hambre para reclamar por falta de atención médica, retrasos en los traslados, falta de trabajo y talleres. También reclaman la implementación de las mesas de diálogo, que se suspendieron hace varios meses. Además, los internos manifiestan que se les dificulta mucho el contacto y diálogo con las autoridades, remarca la Coordinadora de Trabajo Carcelario.
En tanto, quienes están alojados en los pabellones 1, 3, 4 y 6 de la cárcel N° 11 de Piñero iniciaron una huelga de hambre el lunes 22 de febrero. El reclamo general se basa en los malos tratos que reciben sus familiares por parte del personal en el momento de la visita y las precarias condiciones en las que se encuentra el espacio donde sus familias deben esperar, casi siempre por varias horas.
Además, remarcaron que se ven afectados por continuos casos de abuso de autoridad, falta de suministros de limpieza, precarias condiciones de infraestructura y hasta la existencia de comida en mal estado.
Otro de los reclamos radica en la falta de talleres que sirvan para la recreación o posibilidad de aprender un oficio que les de herramientas para la posterior reinserción a la sociedad. Y también remarcan las demoras en los trámites que debe realizar el equipo de acompañamiento para la reintegración social (Ears) y el retraso de las resoluciones del juzgado de Ejecución Penal de Rosario
