Lic. en Trabajo Social Gladis Obregon.
Colegio de Profesionales de Trabajo Social de la 2da circunscripción.
El sector de Maternidad y Neonatología del Hospital Provincial de Rosario se presenta como un espacio dinámico y continuo de atención ante los nacimientos de niños/as; reconociendo a la mujer embarazada; al recién nacido/a y su madre; al padre, la familia y la comunidad junto al equipo de salud como principales protagonistas de la atención. Y que ante el actual contexto sanitario de emergencia por la Pandemia Covid 19 el equipo de salud redobla sus esfuerzos por lograr una atención humanizada, centrada en los Derechos del niño/a, y sus familias.
Las intervenciones de Trabajo Social integran y forman parte, junto a otros trabajadores de la salud, del compromiso de llevar adelante un modelo de atención centrado en la familia, favoreciendo la protección de los Derechos de la mujer, del niño/a y sus familias de manera progresiva por parte del equipo de salud. No es ésta una terea acabada o lograda sino de un constante estímulo y esfuerzo por lograr el respeto por las tradiciones culturales, las situaciones familiares y estilo de vida. En ese sentido las intervenciones en equipo interdisciplinario son favorables para que el niño y sus familias reciban una atención adecuada.
Son múltiples las historias de vida que se presentan en el espacio de la maternidad y neonatología en torno a facilitar una atención adecuada, pero específicamente en esta oportunidad me referiré al acceso al Derecho a la Identidad de los recién nacidos/as y su relación con la falta de documento de identidad. Es pertinente la intervención del Trabajador Social ante la falta de documentos de identidad?.. Desde el inicio de mi inserción en el Servicio de Trabajo Social del Hospital en el año 2003 recibía como demanda y con mucha preocupación por parte del equipo de salud, que la falta de documentos de identidad de los usuarios/pacientes era una problemática recurrente: niños/as que nunca tuvieron documentos; o que los mismos no habían sido actualizado ; encontrando también en las familias algún integrante que no poseía documentos de identidad, o los habían extraviado o no los habían podido actualizar. Esto generaba y sigue generando muchas controversias al interior del equipo de salud, por una lado se presenta siempre con mucha sorpresa y asombro, cuando la madre y/o algún integrante de la familia no posee documentos, es decir nunca tuvo. Es en esta instancia en que el Trabajo Social aporta para conocer y analizar; y construir mediante entrevistas en profundidad, los motivos por los cuales una joven madre de 17 años está indocumentada y en principio no podría inscribir a su hijo recién nacido. Encontrarse con el motivo o los motivos implica muchas veces iniciar una armado de la historia de vida de la joven, su filiación y los supuestos respectos del proceder de sus padres. Lo que refiere como motivos están enmarcados en un entramado de la historia familiar y social que es preciso tenerlo en cuenta: al momento del nacimiento de aquella joven. En éste caso su mamá había extraviado el documento en medio de una tensa relación de violencia conyugal y el padre que la había abandonado no la iba a reconocer como su hija; no contar con los recursos o el apoyo familiar para poder hacerlo favoreció a esta continuidad de no inscripción de la filiación; también se presentan otros impedimentos dado que el nacimiento es en otra Provincia o localidad y la pérdida de contacto con ese lugar de origen obstaculizan la iniciativa de la búsqueda de una partida de nacimiento por sí sola. Aquí también nos surge el interrogante sobre la escolaridad de la joven, observando que muchas veces asistió y luego abandonó la escuela y que en su legajo figura “documento en trámite”. Si bien podemos creer que la identidad de una persona comienza a construirse naturalmente por su nacimiento, que éste nacimiento será registrado como sexo masculino o femenino y que por ello será varón o será mujer; y decir que una persona ha nacido en un lugar y un tiempo determinado y que será llamado por su nombre porque sus progenitores lo nombran como tal; también conocemos que la identidad de las personas está atravesando un proceso de construcción que se nos presenta “desarmada” y como problemática social para intervenir.
Esta realidad que se hace presente en la sala de maternidad y neonatología del hospital aparece como una oportunidad para promover un cambio dando lugar al problema y la relación que tiene con el contexto histórico, familiar y territorial; proponiendo a sus verdaderos protagonistas tiempo para poder apropiarse de lo que para algunos era un problema y para otros es un encuentro con la historia familiar a veces oculta , velada hasta ese momento. Acompañar este proceso de reconstrucción de identidad que se va dando maravillosamente ante todos nosotros y en el actual contexto sanitario involucra a otros actores: Registro Civil del Hospital Provincial, Defensoría de Niñas Niños y Adolescentes y Defensoría Civil de Rosario para dar inicio al trámite de inscripción tardía y así posteriormente la joven madre podrá inscribir a su hijo.
A partir de la declaración de la emergencia sanitaria hubo que adecuar estrategias para continuar con el acceso al Derecho de la Identidad, para que todos los niños/as recién nacidos cuyas madres estén transitando la internación en Maternidad del sector Covid; y tanto ellas como sus parejas posean sus documentos actualizados cuenten con el acceso a éste Derecho. Para ello se facilitó junto al Registro Civil del hospital la posibilidad de otorgar turnos una vez finalizado el aislamiento. En la comunicación con las mujeres que por su condición de salud transitan un aislamiento de contacto se las percibe con mucha preocupación irse del hospital y no haber podido hacer antes la inscripción de su hijo/a. Si bien cada caso es particular, a todas las familias se les brinda la información adecuada promoviendo que la inscripción se realice dentro del plazo de 40 días a partir del nacimiento del niño/a. A partir del documento de identidad las personas aceden a servicios de salud, a programas de asistencia integral, a la rehabilitación y la integración; el acceso a la Asignación Universal por Hijo/a, a la escolaridad primaria; a Becas de estudio y al Certificado de Discapacidad; a una Pensión no Contributiva; a la inscripción de un Plan Municipal o Provincial de Vivienda entre otras. Pero también a la preservación de sus relaciones familiares, de sus vínculos con la comunidad y la posibilidad de la inclusión de las instituciones de la sociedad.
Como Trabajadora Social propuse acompañar a las mujeres que están en la internación de maternidad área Covid. iniciando con ellas y sus acompañantes un diálogo a partir del nacimiento de su hijo/a o del embarazo que transitan para luego arribar a la organización que ella y su familia propone para continuar el aislamiento en su domicilio. Recuperando sus percepciones respecto de la palabra “aislamiento” en la cual también se tuvo en cuenta, no solamente el lugar físico, ambiental y las condiciones adecuadas del mismo, (el relevamiento ambiental requerido al que muchas veces somos convocados los Trabajadores sociales), sino también al conocer su composición familiar, sus integrantes, con quien o quienes en principio se plantean como convivientes; evaluar junto a ellas y su hijo/a la contención adecuada. Teniendo en cuenta que muchas mujeres atraviesan situaciones de violencia o una separación conflictiva con sus parejas; exclusión por sus situación de embarazo, entre otras. Y que en cada caso en particular se prioriza preservar su salud de ambos de manera integral.
Los informes sociales; las visitas domiciliarias; la comunicación telefónica; la entrega de folletos informativos respecto de la inscripción del niño/a, de los cuidados e higiene en el domicilio y las recomendaciones de cuándo acercarse a un efector de salud cuando se presentan síntomas: son los instrumentos a través de los cuales se pudo establecer contacto con las familias y comunicación con los efectores de salud por fuera del hospital. Los Centros de Salud y SAMCOS forman parte de la red de atención preexistente para las mujeres, niños/as y las familias que se atienden en el hospital; donde el acompañamiento la escucha de sus necesidades y la continuidad de la atención formaron parte del entramado de intervenciones posibles en este contexto de pandemia. Siendo esta red un espacio también complejo donde se presentan relaciones de fuerzas propio de las instituciones, las cuales se incorporan en el proceso de atención. En el diálogo con las familias, éstas recuperan su referencia al efector de salud más cercano a su domicilio, estableciendo una continuidad en la atención y en otros casos se da un inicio de la atención de salud: garantizando a los niños/as, a las mujeres y embarazadas el acceso a los servicios de salud.