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Alerta padres

Intimidad digital perdida: ¿Están nuestros adolescentes demasiados expuestos en la red?

El uso intensivo de Internet y de redes sociales, aunque ofrece muchas oportunidades, también conlleva riesgos sustanciales, como el ciberacoso, el grooming, y la exposición a contenido inapropiado. Estos riesgos pueden tener lógicas consecuencias graves en la salud mental y emocional de los jóvenes


* Por Leonardo Poses Stekelberg (Abogado -UNR).

La presencia de los niños y adolescentes en el entorno digital es inevitable y creciente, creando huellas digitales que pueden influir significativamente en su privacidad, reputación y seguridad. A lo largo de este análisis, se ha destacado la importancia de comprender y gestionar estas huellas digitales, tanto activas como pasivas, y las implicaciones a largo plazo que pueden tener en la vida de los jóvenes.

El uso intensivo de Internet y de redes sociales, aunque ofrece muchas oportunidades, también conlleva riesgos sustanciales, como el ciberacoso, el grooming, y la exposición a contenido inapropiado. Estos riesgos pueden tener lógicas consecuencias graves en la salud mental y emocional de los jóvenes, así como en su rendimiento académico y en su bienestar general. Es crucial, por lo tanto, que niños, niñas y adolescentes estén educados sobre estos peligros y sobre cómo proteger su información personal y su privacidad en línea.

La supervisión y el acompañamiento de los adultos juegan un papel vital en la navegación segura de los jóvenes en el entorno digital. A los adultos nos toca el deber de proporcionar información, educación y acompañamiento, estableciendo distintos niveles de control parental, buscando mantener una comunicación abierta con ellos para así detectar y prevenir situaciones problemáticas. Además, debemos fomentar la ciudadanía digital responsable y modelar comportamientos seguros en línea.

En resumen, mientras la tecnología y la digitalización continúan avanzando, es esencial que tanto los jóvenes como los adultos desarrollemos una conciencia y habilidades adecuadas para manejar la huella digital. La educación, la supervisión y la comunicación abierta son pilares fundamentales para garantizar que los niños y adolescentes puedan aprovechar los beneficios del mundo digital de manera segura y responsable.

La huella digital

La “huella digital” (HD) se refiere al rastro o registro que los niños y adolescentes -al igual que todos nosotros-, dejamos en Internet y en las redes sociales. Esta huella se genera a través de la información, fotos, videos y comentarios que compartimos, o incluso lo que otros publican sobre nosotros. Cada vez que los jóvenes hacen un “clic” o dan un “me gusta” en las redes sociales, o cuando usan una aplicación desde su celular o su computadora, dejan información personal. Los datos que genera su actividad en Internet crean lo que se llama huella digital; estos registros pueden tener implicaciones significativas para su privacidad y seguridad, y es importante que los niños y adolescentes estén conscientes de cómo sus acciones en línea pueden contribuir a la generación y sostenimiento de dicha huella.

La huella digital de niños y adolescentes se crea a través de todas las interacciones y actividades que realizan en Internet y en las redes sociales. Como dijimos en el punto anterior, cada vez que visitan un sitio web, hacen un clic, dan un “me gusta”, comparten, publican o comentan en línea, están dejando un rastro de información que contribuye a su huella digital[1].

La HD -en este mundo actual tan virtual y conectado- tiene una importancia creciente, especialmente para los niños y adolescentes. En la era digital, las actividades en línea de aquéllos (desde las interacciones en las redes sociales hasta el uso de aplicaciones y plataformas digitales), dejan un rastro de información que constituye su huella digital. Ésta puede tener un impacto significativo en su vida actual y futura: puede afectar su reputación en línea, su privacidad y su seguridad. Además, la HD puede ser utilizada -para bien o para mal- por instituciones educativas, empleadores potenciales y otros, para obtener información sobre ellos.

Por lo tanto, es crucial que los NNA comprendan la importancia de su huella digital y sean conscientes de cómo sus acciones en línea pueden contribuir a ella. También es esencial que aprendan cómo gestionar y proteger su huella para garantizar su seguridad y bienestar en el universo digital.

Existen dos tipos principales de HD:

  • Huella Digital Activa: Esta se genera cuando los niños y adolescentes realizan acciones conscientes en línea, como publicar una foto en “Instagram”, escribir una publicación de blog, comentar un video de “YouTube” o enviar un correo electrónico.
  • Huella Digital Pasiva: Esta se genera a partir de los datos recopilados sobre ellos sin que inicien directamente la acción. Esto incluye cosas como su historial de navegación, datos de ubicación rastreados por aplicaciones o cookies[2] en los sitios web que visitan.

Es importante destacar que tanto la huella digital activa como la pasiva forman una parte integral de su presencia digital general, pudiendo tener implicaciones relevantes para su vida, su intimidad y su seguridad.

Los NNA contribuyen a su huella digital activa y pasiva de diversas maneras:

  • Huella Digital Activa:
    • Publicaciones en Redes Sociales: Cada vez que un niño, niña o adolescente publica una foto, un video, un estado o un comentario en redes sociales (como “Instagram”, “Facebook”, “Twitter (X)”, “TikTok”, etc.), está contribuyendo a su huella digital activa.
    • Interacciones en Línea: Dar “me gusta”, compartir publicaciones, participar en foros de discusión, jugar juegos en línea, y enviar correos electrónicos, son todas acciones que dejan un rastro digital.
    • Creación de Contenido: Los blogs, vlogs, podcasts, y cualquier otro contenido que los niños y adolescentes creen y compartan en línea también forman parte de su huella digital activa.
  • Huella Digital Pasiva:
    • Datos de Navegación: Los sitios web que visitan, las páginas que ven, el tiempo que pasan en cada página; todo esto se registra y contribuye a su huella digital pasiva.
    • Datos de Ubicación: Muchas aplicaciones y sitios web rastrean la ubicación de los usuarios. Esta información de ubicación se recopila y forma parte de su HD pasiva.
    • Información de Dispositivos: Los detalles sobre los dispositivos que utilizan, como la marca y el modelo del dispositivo, el sistema operativo, la versión del software, etc., también se recopilan y forman parte de su HD pasiva.

En el contexto de los niños y adolescentes, la huella digital puede tener un impacto significativo en su reputación e identidad digital. Aquí algunos puntos clave:

  • Impacto en su reputación: La HD puede influir directamente en la reputación on line. Publicaciones inapropiadas o controversiales pueden dañar la imagen y credibilidad de los NNA.
  • Visibilidad y alcance: La huella digital permite ser visibles para un público más amplio. Esto puede ser beneficioso, pero también puede exponer a los niños, niñas y adolescentes a riesgos si esta situación no se maneja adecuadamente.
  • Identidad digital: Lo que se comparte en Internet puede tener un impacto duradero en la identidad digital de los niños y adolescentes, y por extensión, en su vida de adultos, personal y profesional.
  • Privacidad: Es importante tener un control activo sobre la información que se comparte en línea. Esto incluye revisar periódicamente la privacidad en redes sociales, configurar adecuadamente las opciones de privacidad y ser conscientes de lo que los NNA publican.

Posibles consecuencias a largo plazo de una huella digital negativa

  • Reputación dañada: Una HD negativa puede dañar la reputación on line (y off line también) de un individuo, lo que puede tener consecuencias duraderas e indeseadas.
  • Oportunidades laborales limitadas: Las empresas y empleadores a menudo buscan en línea a los candidatos potenciales -sobre todo en estos tiempos de Linkedin-. Una huella digital negativa obviamente puede obstaculizar el acceso a nuevas oportunidades laborales.
  • Problemas de privacidad: La información compartida en línea puede ser utilizada por terceros para fines malintencionados.
  • Problemas de salud: El uso excesivo de dispositivos digitales puede llevar a serios problemas de salud -como la obesidad y el sedentarismo, entre tantos otros-.
  • Desarrollo del cerebro afectado: Pasar demasiado tiempo frente a una pantalla puede afectar el desarrollo del cerebro y aumentar el riesgo de trastornos cognitivos, emocionales y del comportamiento.
  • Rendimiento académico bajo: El uso prolongado de dispositivos digitales puede llevar a un rendimiento académico insuficiente[3].

Uso y Abuso de Internet y Redes Sociales

El uso -sobre todo intensivo- de Internet y redes sociales contribuye significativamente, tal como venimos observando, a la formación de la huella digital de los niños y adolescentes. Aquí un breve repaso de situaciones en donde el uso y abuso de Internet se conecta con la generación de la HD:

  • Interacciones en línea: Cada publicación, comentario, me gusta, y compartir en las redes sociales se convierte en parte de la huella digital de un individuo.
  • Contenido compartido: Las fotos, videos, y textos que los niños y adolescentes comparten en línea pueden ser vistos por otros y pueden permanecer en línea indefinidamente, formando una parte importante de su HD.
  • Información personal: La información personal que se comparte en línea, como la ubicación, la escuela, los intereses, etc., también forma parte de la huella digital.
  • Búsquedas en línea: Las búsquedas que los niños y adolescentes realizan en línea también pueden ser rastreadas, conformando su HD presente y futura.
  • Uso de aplicaciones y juegos: El uso de aplicaciones y juegos en línea también puede contribuir a la huella, ya que estos servicios a menudo recopilan datos sobre el comportamiento del usuario.

La discusión sobre el abuso de Internet y redes sociales en niños y adolescentes se centra en los posibles efectos negativos que puede tener el uso excesivo y no regulado de estas plataformas[4]:

  • Adicción a las redes sociales: Investigaciones indican que un significativo 33% de los niños y adolescentes entre 12 a 16 años podrían estar desarrollando una dependencia compulsiva hacia Internet y redes sociales[5].
  • Impacto en la salud mental: El abuso de tecnología digital en general, y de las redes sociales en particular, durante la preadolescencia y la adolescencia está detrás de la epidemia de salud mental que afecta a los menores. Diversas investigaciones han asociado el uso problemático de redes sociales a menores niveles de autoestima y a mayores niveles de depresión, ansiedad, sensación de soledad y problemas mentales en general.
  • Rendimiento académico: Los trastornos mentales derivados del abuso de los servicios digitales también provocan menor rendimiento académico y productividad en el trabajo.
  • Seguridad en línea: Por ejemplo, en situaciones en donde personas adultas se dirigen a niñas, niños y adolescentes con fines sexuales en redes sociales, en videojuegos o en plataformas de mensajería. También su seguridad está en riesgo cuando niños y niñas acceden o se les envía contenido nocivo (como situaciones sexuales, de violencia, misoginia, xenofobia), llegando a casos extremos en donde se les induce al suicidio[6].

Los niños y adolescentes enfrentan varios riesgos y desafíos en línea, especialmente en el contexto del uso y abuso de Internet y redes sociales:

  • Ciberacoso y Ciberbullying: Los jóvenes que son víctimas de ciberbullying experimentan consecuencias negativas en su salud mental: la exposición a comentarios humillantes, difamatorios y ofensivos puede resultar en una disminución de la autoestima y problemas emocionales a largo plazo.
  • Predadores en Línea: Los depredadores en línea buscan explotar a los niños y adolescentes para obtener imágenes comprometedoras o para persuadirlos a encuentros en persona.
  • Sexting: El sexting, que implica el envío de contenido sexualmente explícito a través de dispositivos electrónicos, es un riesgo significativo para los adolescentes. Es importante que ellos comprendan las consecuencias de largo alcance de compartir imágenes íntimas y la importancia de la privacidad en línea.
  • Contenido Inapropiado: La exposición a contenido inapropiado, como violencia o material sexual, puede tener un impacto negativo en el desarrollo de los jóvenes.
  • Adicción a la Tecnología: La adicción a la tecnología es un riesgo emergente que afecta la salud mental de los NNA. El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede llevar a problemas de salud mental, como ansiedad, depresión y aislamiento social.
  • Robo de Identidad: Los niños y adolescentes también pueden correr peligro cuando las empresas de tecnología, por ejemplo, violan su privacidad para recopilar datos con fines de marketing.
  • Explotación y abuso sexual en línea: Lamentablemente nunca ha sido tan fácil para los agresores sexuales de niñas y niños ponerse en contacto con sus posibles víctimas, compartir imágenes y animar a otros a cometer delitos.Ejemplos de situaciones problemáticas como: ciberbullying, grooming, sharenting, apuestas on line, acoso, etc.:Ciberbullying: Un ejemplo de ciberbullying podría ser un adolescente que crea una página web falsa para ridiculizar a otro adolescente, publicando fotos manipuladas de él o ella, difundiendo rumores falsos y ofensivos, o incluso amenazando directamente a la víctima. Las consecuencias para la víctima pueden incluir depresión, ansiedad, baja autoestima y problemas académicos. Para el victimario, las consecuencias pueden incluir problemas legales, pérdida de oportunidades educativas y de empleo, y daño a su propia reputación.
  • Grooming: Por ejemplo, un adulto que se hace pasar por un adolescente en una red social o en un videojuego en línea, y que gradualmente gana la confianza de un niño; luego le pide fotos o videos con contenido sexual y amenaza con hacer público ese material si no envía nuevas fotos o videos, o si no acepta un encuentro personal. Las consecuencias para la víctima pueden ser traumáticas, incluyendo daño emocional, ansiedad, depresión. Para el victimario, las consecuencias pueden incluir penas de prisión.
  • Sharenting: Un ejemplo de sharenting podría ser un padre que comparte constantemente fotos y detalles de la vida de su hijo menor en las redes sociales sin el consentimiento del niño, creando una huella digital desde una edad muy temprana. Las consecuencias para el niño pueden incluir violaciones de su privacidad, exposición a ciberacoso y daño a su reputación en línea. Para los padres, las consecuencias pueden incluir críticas y juicio social, así como posibles problemas legales si se violan ciertas leyes de privacidad[7].
  • Apuestas on line: Un ejemplo de apuestas on line podría ser un adolescente que utiliza una tarjeta de crédito de sus padres para apostar en un sitio de apuestas deportivas en línea (a menudo bajo la influencia de publicidad y promociones atractivas). Las consecuencias para el adolescente pueden incluir adicción al juego, problemas financieros, deterioro en el rendimiento académico y problemas de salud mental (como ansiedad y depresión). Para los padres, las consecuencias pueden incluir estrés financiero y emocional, así como conflictos familiares.

El Rol de los Adultos

El acompañamiento adulto en la navegación segura de Internet es fundamental para garantizar el bienestar y la protección de los niños y adolescentes en el entorno digital:

  • Educación y orientación: Los adultos podemos proporcionar educación, orientación -o simple acompañamiento- a los niños y adolescentes sobre cómo usar Internet y las redes sociales de manera segura y responsable.
  • Protección contra riesgos: Los adultos tenemos que ayudar a proteger a nuestros niños y adolescentes de los riesgos en línea, como el ciberacoso, el grooming, el contenido inapropiado y la adicción a la tecnología.
  • Promoción de la ciudadanía digital: Los adultos tenemos el deber de ayudar a los niños y adolescentes a entender sus derechos y responsabilidades en el entorno digital, y a desarrollar habilidades y una postura ética para relacionarse dentro del espacio digital.
  • Supervisión y control: Los adultos tendríamos que supervisar el uso de Internet y de redes sociales por parte de niñas, niños y adolescentes, estableciendo, dentro de nuestras posibilidades, controles parentales y límites de tiempo para ayudar a prevenir el uso excesivo.

Los adultos podemos desempeñar un papel crucial en la detección y prevención de situaciones problemáticas que los niños y adolescentes pueden enfrentar en línea:

  • Educación y concientización: Los adultos podemos intentar educar y reflexionar junto a nuestros niños y adolescentes sobre los riesgos en línea, como el ciberacoso, el grooming, el sexting, las apuestas en línea, etc. Esto incluye enseñarles a reconocer y evitar estas situaciones.
  • Comunicación abierta: Mantener líneas de comunicación abiertas y seguras con los niños y adolescentes puede ayudarnos a los adultos a detectar cualquier problema que pueda surgir. Esto también puede alentar a los niños y adolescentes a compartir sus experiencias en línea con cualquier adulto de confianza.
  • Supervisión y control parental: Los adultos disponemos de la posibilidad de utilizar herramientas de control parental para supervisar y limitar el uso de internet y las redes sociales por parte de los niños y adolescentes. Esto puede ayudar a prevenir el acceso a contenido inapropiado y a limitar el tiempo que pasan en línea.
  • Modelado de comportamiento[8]: Los adultos deberíamos modelar un comportamiento en línea seguro y responsable, lo que podría ayudar a los niños y adolescentes a entender cómo deben comportarse en línea.
  • Apoyo emocional: Los adultos tenemos que proporcionar apoyo emocional a nuestros niños y adolescentes, ayudándoles a manejar cualquier estrés o ansiedad que puedan experimentar debido a sus experiencias en línea.

Leonardo Poses Stekelberg (Abogado -UNR).

[1]     Fuente de este apartado: ARGENTINA.GOB.AR,“¿Qué es la huella digital en internet?” (https: // www .argentina . gob. ar / justicia/convosenlaweb/situaciones/que-es-la-huella-digital-en-internet).

[2]     “Cookies”: Pequeños archivos de texto que los sitios web almacenan en el navegador del usuario para recopilar y recordar información sobre su visita, como preferencias de navegación, historial y datos de inicio de sesión.

[3]     Ver, entre otros: INFORME PISA 2022 (Programme for International Student Assessment), de la OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development) (https://www.oecd.org/pisa/data/2022database/).

[4]     Fuentes de este apartado: DIARIO LA NACIÓN, “El daño que le causa la tecnología y las redes sociales al cerebro de niños y adolescentes” (https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/el-dano-que-le-causa-la-tecnologia-y-las-redes-sociales-al-cerebro-de-ninos-y-adolescentes-nid23042024/), y UNICEF MÉXICO, “Mantener seguros a niñas, niños y adolescentes en Internet” (https://www.unicef.org/mexico/mantener-seguros-ni%C3%B1as-ni%C3%B1os-y-adolescentes-en-Internet).

[5]     OBSERVATORIO NACIONAL DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD (España). “Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes” (https: // consaludmental .org / publicaciones/Impacto-internet-redes-sociales-salud-mental-jovenes.pdf).

[6]     Fuentes de este apartado: DIARIO INFOBAE, “Los 10 puntos clave para proteger a niños, niñas y adolescentes en Internet” (https://www.infobae.com/america/tecno/2022/01/07/los-10-puntos-claves-para-proteger-a-ninos-ninas-y-adolescentes-en-internet/), y 5RIGHTS FOUNDATION, “Garantizar la seguridad de niñas, niños y adolescentes en Internet” (https: //childonlinesafetytoolkit.org/ wp-content/ uploads/ 2022/ 05/ 5Rights -Child -Online -Safety -Toolkit-Spanish .pdf).

[7]     En Argentina, la protección de la privacidad está regulada principalmente por la Ley de Protección de Datos Personales (Ley 25.326).

[8]     El concepto de “modelado de comportamiento” refiere a la práctica en la que los adultos actuamos como “ejemplos” o “modelos a seguir” para los niños y adolescentes, mostrando conductas seguras y responsables en línea. Este proceso implica que los adultos demostremos, a través de nuestras propias acciones, cómo comportarnos adecuadamente en el entorno digital. Los jóvenes, al observar estas conductas, aprenden e imitan estos comportamientos.

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