En el partido entre Portugal y Uruguay por la segunda fecha del Grupo H en el Estadio Lusail, un hincha ingresó con la bandera LGBTIQ+ al campo de juego en los primeros minutos del segundo tiempo y terminó siendo interceptado por un agente de seguridad que lo sacó para continuar con el desarrollo del encuentro.
Transcurría el inicio de la segunda parte del encuentro entre lusos y charrúas cuando un hincha se salió de su lugar en las gradas para ingresar al campo de juego siendo el primer aficionado en irrumpir un partido en este Mundial.
Pero no fue uno más ya que ingresó con la bandera LGBTIQ+ y una remera que rezaba «Respect for iranian woman», es decir, «Respeto por las mujeres iraníes».
El simpatizante que irrumpió en el partido trasladó, al campo de juego, dos problemáticas candentes en esta edición mundialista como lo son los Derechos Humanos tanto en Qatar como en Irán.
Puntualmente en el país catarí, ya desde antes del inicio de la Copa del Mundo, está en el punto de mira mundial debido a que, en el país árabe, la homosexualidad es ilegal.
Tal es así que, la FIFA prohibió la utilización del brazalete de capitán ‘One Love’ en apoyo al colectivo LGBTIQ+ y amenazó a varios capitanes de equipos europeos con tarjetas amarillas si los usaban en apoyo a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer (LGBTQ) en Qatar.
